4

1.3K 138 59
                                    


Y bueno, por el lado de Danielle, pues ella estaba bastante bien, riéndose y divirtiéndose con sus amigos. Pero algo que no le había declarado a nadie, más a su almohada, era que se sentía un poco culpable por como trató a esa chica de nombre Haerin. Aunque, ganó bastante dinero por parte de sus amigos, pero aún así se sentía un poco mal romperle el corazón a la rubia, pero nadie la mandaba a ser una gorda asquerosa ¿Cierto?

Tres meses después.

Haerin había dejado de ir a la escuela durante tres meses ¿La razón? Pues no quiso volver por las burlas de los demás, así que se metió a un trabajo de tiempo completo.

Ya habían pasado tres meses desde que Haerin abandonó la comida por completo, había bajado 30 kilos sino es que más. Ahora se notaba mucho más delgada, antes pesaba 80 kilos y ahora pesa 50 kilos, mentiría si dijera que no tiene hambre, pero no tenía que comer, engordaría si lo hacía.

La pobre chica de un buen corazón e inocentes sentimientos, tenía sus brazos y piernas llenas de cicatrices, siguió castigandose en esos meses debido a que seguía pensando en comida. Sólo quería comer un poco.

La madre de Haerin ya la había regañado por dejar la universidad, diciéndole que tenía que regresar y por lo menos terminarla, ya que después decida si quería trabajar o no, lo cual Haerin aceptó. De nuevo regresaría a ese infierno, mínimo ya no estaba tan gorda como antes, tal vez ahora si la acepten, aunque no espera nada de ellos.

Haerin se preparaba para ir de nuevo a la universidad después de tanto tiempo. Se vió al espejo, ya no tenía rollitos en su estómago, ya tenía casi todo su abdomen plano, sus muslos estaban más delgados al igual que sus brazos. Pero a los ojos de Haerin, ella seguía gorda.

Al llegar a la universidad, los ojos se clavaron en ella, unos estudiantes estaban sorprendidos, otros estaban murmurando cosas entre ellos, algunas tapaban su boca dando a entender que estaban sorprendidas.

Ignorando todo eso, se encaminó a su antiguo salón. Al entrar, vió al grupo de su hermana, estaban en un círculo, decidió ignorarlos y caminó hacia su asiento el cual seguía con nombre. Aventó su mochila, ocasionando un fuerte ruido, logrando que las miradas del grupito se dirigieran a ella. Las chicas abrieron los ojos impresionadas por la delgadez de Haerin. Y los chicos no se quedaron atrás, ya que reaccionaron de la misma manera.

De verdad, Haerin había adelgazado demasiado, no hacía falta que levantara su camisa para lograr ver sus costillas porque desde por encima de su camisa se lograban ver.

-¿Es Haerin? -preguntó uno de los chicos .

-Espera ¿Es tu hermana? -preguntó Hanni hacia Hyein, la cual sólo asintió.

-Está... muy delgada -soltó Woonhak con cierta preocupación.

-No la había visto, estaba en un departamento lejos de casa así que nunca la vi -respondió Hyein.

-¿Por eso faltó a clases?

-Estaba trabajando, realmente no sé en que pero trabajaba todo el día.

-¿No creen que está demasiado delgada? -habló Eunchae.

-Creo qu-

-¿No era eso lo que ustedes querían? ¿Qué les daba mucho asco? -habló Haerin esta vez interrumpiendo a Minji.

-Eh si, pero nosotros lo decíamos de broma, jamás lo dijimos de verdad, solo queríamos divertirnos un rato ¿Entiendes? -respondió esta vez Danielle.

-Vaya, que divertido burlarse de mí, ojalá y yo también hubiera entendido el chiste -dijo seria Haerin.

-Lo sentimos, si tú te sentías bien con tu cuerpo lo hubieras dicho -dijo uno de los chicos con una risa nerviosa.

-¿De verdad creen que todas sus burlas y sus humillaciones para mí, al final me iba a sentir bien conmigo misma? Aunque de cierta forma no los culpo, de verdad doy mucho asco. Lamento que tuvieran que convivir con una persona como yo -dijo mientras hacía una reverencia en son de disculpas para los mayores.

Dicho y hecho, se sentó en su lugar volteando a la pizarra mientras recargaba su cabeza sobre sus brazos, cerrando los ojos. Estaba cansada, no había dormido pero también estaba cansada de su vida.

Los del grupo de Danielle y Hyein se fueron a sentar a sus asientos, todos callados, había un silencio incómodo entre ellos, claro, menos para Haerin.

Y así pasaron las horas, Haerin no se acercó a nadie, prefería mantener su distancia. Ella sabía que no estaba bien mentalmente, así que prefería no herir a nadie con sus palabras, no importaba cuanto daño le hicieron, no quería decirles nada que pudiera dañarlos a ellos. Rinnie tenía un gran corazón.

Ya era la hora de salida, por lo cual todos salieron disparados de sus asientos hasta la puerta del salón, empujándose para poder salir, si que estaban desesperados para irse de la escuela. Haerin por su parte, guardó sus cosas con calma, y una vez que ya estaba todo guardado, comenzó a caminar hacia la salida, sin percatarse que alguien seguía ahí.

-Hey -habló esa persona.

Haerin solo dió un pequeño brinco debido al susto, después de eso se volteó para lograr ver a esa persona.

Sorprendenteme era Danielle. ¿Qué hacía Danielle hablándole? Seguramente se burlaría de ella o algo así.

-Uhm... ¿Yo?

-Sí, tú, eres la única persona que queda -dijo Danielle soltando una suave risa.

-Bueno, es raro que hables conmigo, uhm, no es una apuesta de nuevo ¿Cierto? Te pido por favor que no te burles de mí, ahorita ya tengo suficiente -respondió Haerin con la cabeza abajo.

-No, claro que no, vengo a disculparme contigo, sé que hice mal y-

-Tranquila Danielle unnie, no hace falta que se disculpe, yo soy la que se tendría que disculpar. Lamento si la hice sentir incómoda cuando le dije que usted me gustaba, supongo que fue asqueroso gustarle a una chica y más si es una gorda obesa -Haerin soltó una risa para después ponerse seria. -Discúlpeme por todo, también espero que su grupo de amigos me logren disculpar por tener que lidiar conmigo incontables veces, solo quería ser parte de ustedes, nunca tuve amigos así que los veía a ustedes como unos. Discúlpeme por ser lesbiana, estoy haciendo de todo para poder superarla y así no hacerla sentir incómoda. Espero que acepte mis disculpas -terminó de decir Haerin para después volver a hacer una reverencia.

-Haerin... yo... no sé que decir.

-Tranquila unnie, no hace falta que diga algo. Ya me tengo que ir, nos vemos mañana -se despidió la menor para comenzar a caminar nuevamente la salida.

Danielle se quedó parada en su lugar, se sentía tan culpable de lo que le hizo a Haerin, la menor tenía un hermoso y precioso corazón, no le tenía rencor a nadie. Para terminar, Haerin había sido quien se disculpó por cosas que ni siquiera se tenía que disculpar.

La mayor se quedó mirando hacia Haerin, mientras la veía se dió cuenta de algo, la menor tenía marcas en sus brazos pero casi no las podía ver porque Haerin ya estaba algo lejos.

Tal vez mañana le pregunte por eso. Por el lado de Haerin, pues se sentía algo más tranquila, se logró disculpar con su unnie, esperaba ocasionar menos problemas.

UNNIE ¿AHORA SOY LINDA? | DaerinDonde viven las historias. Descúbrelo ahora