Capítulo 8

634 67 5
                                    


Le costó, y le costó MUCHO, pero había logrado que Inui se quedara en el burdel; utilizar el razonamiento lógico de "No tienes a dónde ir" no había tenido efecto, el rubio se puso a llorar y a gritar que estaba mejor debajo de un puente que estorbándole a todos como siempre... A Draken le dolía oír aquello, Seishu no era ningún estorbo, era un chico dulce e inteligente que pasó por mucha mierda desde pequeño y le daba rabia que cuando al fin las cosas empezaban a irle bien, todo se derrumbara por los celos de Emma. Volvieron a guardar juntos sus cosas en los cajones, en silencio, sin mirarse, después de todo, sólo aceptó quedarse hasta que pudiera encontrar un departamento económico para arrendar, diciéndose estúpido a sí mismo por no haberlo pensado antes

- Listo – dijo sin interés

- Seishu, quería pedirte disculpas

- No, no quiero oír nada respecto a lo ocurrido – respondió cortante; su mejilla izquierda estaba inflamada y un poco amoratada por el puñetazo que Emma le había propinado en el mismo lugar donde lo había abofeteado

- Se ve mal. Quieres hielo? – iba a tocarlo, pero le hizo el quite

- Detente, quieres? Por cosas como estas tu novia piensa que la engañas conmigo

- Seishu, me preocupo por ti del mismo modo que me preocupo por todos los demás!! Por todos los cielos, que por poco y tengo que limpiarle el culo a Mikey!!

- Entonces por qué sólo se mete conmigo, ah?! Mira, le pediré a tu padre si puedo dormir en el almacén esta noche, no quiero dormir contigo – dijo poniéndose de pie

- Te vas a enojar conmigo por preocuparme por ti?!

- No estoy enojado!! – gritó empezando a llorar – Taiju se fue, me siento mal y los celos de Emma sólo empeoraron todo! Tú y ella se aman, hacen una pareja tan bonita... No quiero que peleen por mi culpa...

- Ay, Seishu – el más alto se acercó a él y lo rodeó con sus brazos de forma amorosa, frotando su espalda – Mira, mañana hablaré con ella, sí? Ella no es así, prometo arreglar este malentendido

- Eso espero... No quiero perderte a ti también, eres de la poca estabilidad que me queda

- A dormir, ustedes dos!! – abrió la puerta de golpe Masamichi

- Papá!! Estamos teniendo un momento aquí!!

- Ya, ya! A dormir

- Pero si mañana es domingo, viejo!!

- Precisamente, mañana vendrán muchos clientes y las chicas y yo necesitamos dormir

- Vale, vale! Ahora sal!! – gritó Draken cerrándolo la puerta en la cara; grande fue su sorpresa al oír la risa del rubio a su lado, sonriendo ante esta – No sabes lo feliz que me hace oírte reír

- Eres demasiado lindo, tonto – Seishu se paró de puntitas y besó su mejilla – Buenas noches – dijo metiéndose a la cama durmiéndose casi al instante... Había sido un día de emociones fuertes y debía estar agotado


Siempre dormían juntos y amanecían abrazados, pues sus cuerpos buscaban el calor del otro de forma involuntaria, pero aquella noche era diferente, Inui estaba profundamente dormido, casi hecho bolita, acurrucado contra el pecho de Draken, mientras su pierna izquierda estaba sobre la cadera de este, el cual seguía despierto, observando las largas pestañas del chico, sus labios rosados entreabiertos, sus dorados cabellos cubrir ligeramente su frente... Tragó saliva con dificultad, intentó moverse, pero Seishu jaló su ropa apegándolo más a su cuerpo

- Sei, oye – intentó moverlo para despertarlo, pero era imposible – Maldita sea...

Quería soltarse de su agarre a cualquier costo, estaba seguro de que si seguía tan pegado a él, terminaría cometiendo una tontería... Quería tocarlo, besarlo... Al darse cuenta de que estaba pensando se levantó de la cama bruscamente, provocando que el de ojos verdes despertara

- Ken, tonto – bostezó frotando sus ojos; sólo tenía puestos encima unos boxers, sus piernas contorneadas lucían desnudas ante la mirada fija de Draken

- P-perdona, estoy que me hago encima

- Oh, pues ve al baño – y se giró mirando a la pared

El tatuado salió corriendo al baño, dándose cuenta de que tenía una enorme erección; se tiró agua helada a la cara rogando que Seishu no la haya notado, se quedó ahí unos diez minutos y finalmente volvió al cuarto, tomó una sábana y cubrió el cuerpo de rubio y tiró una manta al piso, quedándose dormido ahí para evitar volver a tocarlo... Cada vez era más obvio que todos tenían razón, pero no podía hacerle eso a Emma ni tampoco a Seishu...


- Entonces... te gusta Draken? – preguntó Taiju por teléfono a su novio; hacía ya 5 meses que se había mudado

- Ajá... - retenía el llanto, le dolía estarle diciendo aquello por teléfono – Lo siento tanto

- Has intentado algo con él?

- No, él tiene novia, jamás podría

- Seishu, tranquilo, no estoy enojado – intentó tranquilizarlo – La verdad es que ya lo suponía

- Te quiero, Taiju

- Lo sé, pero amas más a Draken, verdad? – el rubio no podía responder, se estaba ahogando con sus propias lágrimas – Seishu, amor, en serio, está bien

- No, no lo está. Draken está peleado con Emma por mi culpa, ni se hablan y yo aquí enamorándome de él

- Seishu, escúchame – el chico limpió sus lágrimas con la manga de su sudadera – Dile lo que sientes

- Pero... y nuestra relación?

- Te adoro y lo sabes, pero no puedo obligarte ha seguir conmigo sabiendo que te gusta alguien más...

- Aún así-

- No, Seishu, yo siempre te voy a estar agradecido, fue por ti que empecé a cambiar para bien y eso jamás voy a olvidarlo, por eso quiero que tú también seas feliz

- Pero... y si me rechaza?

- No lo hará. Está loco por ti – rió – Mis hermanos me llegaron con el chisme hace tiempo, la verdad – el rubio rió también

- Pero que buenos amigos, mira como guardan los secretos – dijo con sarcasmo, respiró hondo y no pudo evitar sonreír – Gracias, Taiju. En serio, te quiero mucho

- Y yo a ti. Ánimo – y colgó la llamada

Inui Seishu estaba enamorado de Ryuuguji Ken, ya no había duda de aquello; no sabía si lo amaba hace poco o desde el principio, pero independiente de eso estaba decidido a sacarse el sentimiento del pecho, fuera a ser rechazado o no... y sabía bien cuando hacerlo


No soy Akane! (Drakenui)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora