LA PELUCA (sin corregir)

Similar 25.

"¡Mira de qué estoy hecho!".

Alguien llamó a la puerta de la habitación, después de que Lei Bo resopló, la puerta se abrió de un empujón, una persona asomó medio cuerpo adentro: —Lei-ge, conduje el auto...

Probablemente, porque vio que la cara de Lei Bo no tenía muy buen aspecto, se quedó en silencio a la mitad de sus palabras, se retiró rápidamente y cerró la puerta.

El nombre de esta persona es Ge Jian, cuatro años mayor que Na Chen, aunque Na Chen siente que tiene una relación normal con él, ellos se conocían desde hace mucho tiempo, debido a Ge Jian, Na Chen conoció a Lei Bo.

Durante las vacaciones de aquel verano, el verano de su segundo año de preparatoria, el año después de que su madre fue ingresada en el quinto hospital.

Para Na Chen, la relación con Lei Bo era difícil de definir.

La casa se había quedado vacía de repente, él siempre tenía miedo de quedarse a solas con su madre, pero también deseaba fervientemente quedarse donde ella estaba, y después de que ella ingresara en el quinto hospital, se volvió reacio a volver a casa.

Ge Jian y un grupo de ociosos perpetuos lo llevaban de un lado para otro todos los días, tratando de que pagara la comida, ropa y los cigarrillos.

En ese entonces, Na Chen disponía de mucho dinero de bolsillo, el único contacto entre su padre y él era darle dinero cada mes, sin preguntarle en qué se había gastado el dinero ni cuánto le quedaba, se limitaba a entregarle un sobre fijo cada mes.

El cómo se gastaba ese dinero, Na Chen no lo recordaba, no le importaba, si Ge Jian estaba con él solo para gastar dinero, tampoco le importaba, solo necesita una persona que se quedará con él.

Cuando conoció a Lei Bo por primera vez, fue a través de Ge Jian.

—Lei-ge quiere conocerte—, dijo Ge Jian, con una expresión poco natural en su rostro, que estaba un poco pálido, y sus ojos se perdían en la distancia.

Na Chen se negó, Lei Bo le hacía sentir incómodo e inconscientemente intentaba evitarlo.

Aun así, unos meses después, estaba sentado en el auto de Lei Bo.

Rara vez peleaba, y cuando Ge Jian le llevaba a pelear, normalmente se mantenía a distancia, y solamente ayudaba cuando Ge Jian y los demás no podían pelear más.

Pero aquella vez fue diferente, no eran los típicos matones que se ven por la calle de vez en cuando, no eran estudiantes holgazanes, Ge Jian estaba inmovilizado en la orilla del río junto al muelle del puente golpeado hasta que no pudo levantarse, su rostro estaba cubierto de sangre.

Cuando Na Chen tomó una roca, Ge Jian gritó: —¡Corre!

Solo por esta palabra, Na Chen corrió hacia los hombres que sujetaban a Ge Jian con una roca en la mano, la sensación de la roca golpeando sus huesos no fue muy agradable, sacudió su mano entumecida.

Lo que ocurrió después fue muy confuso, y no pudo recordar mucho más que la maleza y las rocas que se balanceaban ante sus ojos, y el dolor sordo al golpearse el rostro fuertemente contra el amasijo de rocas.

Luego vino el miedo.

Se precipitó al río, el agua fría le entró por los oídos, la nariz, la boca y el cuerpo, la frialdad y la asfixia que una vez le habían desesperado tanto le golpearon de nuevo, y no podía respirar, ante sus ojos había agua mezclada con el cieno del fondo del río.

—A la derecha, a la derecha. —Dijo alguien.

Las voces eran inaudibles, pero en el caos del agua pudo ver claramente el zapato que le había pisado en su brazo derecho y la afilada hoja del hacha.