CAP I

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Me encontraba sentada peinando mi larga cabellera, era una de la cosas que hacía cuando estaba estresada, me fastidiaba el hecho de tan solo pensar que me quedaría sola con mi mamá. Mi padre era un samurái, unos de los más reconocidos por su fuerza y lealtad, le tengo mucho respeto a mi padre, pero era un samurái, se tenía que ir a guerras y ya había llegado el momento. Por esa razón me encontraba estresada, pero fue a sentir q alguien tocaba la puerta q deje de peinarme para ir a abrir la puerta, al abrir la puerta me encontré con una gran sorpresa era mi padre. Sin pensarlo dos veces lo abracé, según mi mamá se suponía q el ya se había ido a la guerra por eso me sosprendio verlo, ahora no sabía si mi mamá me mintió o no, pero en ese momento no le tomé importancia

-Padre pensé que q te habías ido- dije escondiendo mi rostro en su torso, estaba llorando realmente quería mi padre y a saber q se iba me entristece mucho, pero no lo quería admitir odiaba q me vieran en un estado "débil"

-Mi querida Jing como pensaba que me iba sin despedirme de ti, se suponía que ya me tenía q ir pero pude sacar un tiempo- Depronto mi padre me alejó de su torso y se arrodilló para poder secarme las lágrimas -Mi hijita cuentas veces te tengo que decir que llorar no te hace debil- decía mientras que me secaba las lágrimas, no dije nada al respecto, mi padre al ser un samurai quería que su hija sin importar que sea mujer, quería alguien fuerte, se puede decir que intérprete la palabra "fuerte" diferente como pensaba mi padre, pero aunque me decía que estar llorando no me hacía menos fuerte yo era bien terca y seguía pensando lo contrario que pensaba mi padre. Mi padre al ver q su palabra no hicieron efecto soltó un suspiro de molestia -Aaah ya veo eres igual de terco que tú padre jajaja... Vamos no te pongas triste mira te traje un regalo- después que dijo eso vi como saco una caja de unos de sus bolsillos que tenía.
Me sosprendi al ver lo que estaba adentró era un broche de esmeralda, su color era idéntico al color de mi padre. Mi padre procedió a ponerme el broche.

-La última vez que fuimos a comprar vi como te quedabas viendo este broche, realmente me pareció sorprendente cuándo vamos a comprar algo no sueles fijarte en nada, y ver cómo esté broche te hipnotizaba lo decidí comprar, pero sabes, me gustaría q...

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-La última vez que fuimos a comprar vi como te quedabas viendo este broche, realmente me pareció sorprendente cuándo vamos a comprar algo no sueles fijarte en nada, y ver cómo esté broche te hipnotizaba lo decidí comprar, pero sabes, me gustaría que si llegas a tener una hija que tu hija heredé ese broche, y si tu hija tiene una hija que ella lo heredé, me entiendes?- Me estaba sorprendiendo lo que mi padre decía según yo había sido disimulada, pero era verdad siempre cuándo salía con mi padre para hacer un mandando solo me fijaba en lo que fuimos a buscar en nada más, pero al ver ese broche me sentí como atrapada ese color tan hermoso era igual a los ojos de mi papá, realmente me sentía feliz, había escuchado lo q mi padre dijo sobre heredar el broche pero no le di importancia. -Si padre, gracias, sabes algo esté color es igual a tus ojos- Dije mientras con un dedo señalaba el broche. Realmente no tenía planeado tener hijo pero si ese era el deseó de mi padre intentaré cumplirlo. Mi padre solo me dio una gran sonrisa y se levantó. - Qué bueno, siempre tuve el sueño de tener una rediclia familiar, ¿sabes algo? Solo tengo ese día libre ya el otro día me voy, ¿será que me permites pasar todo el día contigo? - Yo al oír esto me llene de felicidad y de tristeza por el hecho que mi padre se tenía que ir pero asentí sin pensarlo dos veces.

Siempre En Mi Memoria(Qin shi Huang)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora