President [Kookmin]

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El martes había llegado bastante rápido, Jungkook odió su despertador por acordarle que aún era inicio de semana y que debía asistir a su horrible clase de química a primera hora.

Dio un manotazo al reloj digital para presionar los botones y hacer callar el aparato, después de lograrlo, buscó a ciegas con su mano el celular. Era lo primero que hacía al despertar siempre.

—¿15 mensajes nuevos? —leyó en la bandeja de notificaciones apenas abrió uno de sus ojos.

Se acomodó en su cama y se las arregló para desbloquear su celular con una sola mano y entrar al app de mensajes, mientras su mano libre se dirigía a la parte baja de su abdomen hasta llegar a rozar su erección. Para él a veces era jodidamente incómodo despertarse así.

Empezó a masajearse un poco, de arriba hacia abajo rozando con la tela de su bóxer, achicó los ojos al ver que esos quince menajes eran de un número desconocido.

Unknown

Buenas noches, Jungkook-hyung 12:50am

Soy Park Jimin, el de periodismo. Vi que Bangchan te añadió al grupo que tenemos y me tomé el atrevimiento de sacar tu número para agendarlo y mantenernos en comunicación en esta semana que estaremos redactando juntos 12:55am

*archivo adjunto* 12:58am
*archivo adjunto* 12:59am
*archivo adjunto* 1:03am
*archivo adjunto* 1:08am

Jungkook no siguió leyendo porque lo restante eran más y más archivos en pdf y links que no se molestará en abrir.

¿Qué le pasaba a ese chico? Harían una simple redacción sobre un par de películas, no un proyecto final del cual necesitarían sacar más información de la que podrían imaginar.

Bloqueó su celular y se percató de que su erección había disminuido, no, casi había desaparecido. Leer todos esos mensajes lo había distraído lo suficiente de su pequeño problema entre los pantalones que hasta lo hizo desvanecerse.

De mala gana se levantó de la cama, dejó su celular y entró directo al baño. Una buena ducha con agua bastante fría hizo que su cuerpo se relajara mucho más de lo que ya estaba, eso lo puso de humor y al salir de asearse, empezó su rutina diaria.

Cambiarse, alistar su mochila, bajar a desayunar, molestar un poco a sus padres, jugar con su perro, y finalmente salir para la escuela.

Jungkook corría con la suerte de que su escuela quedaba a sólo unas cuantas cuadras más adelante de donde vivía. Busan era una ciudad con bastante gente pero también bastante pequeña, siempre se encontraba con un par de chicos que iban a la escuela al igual que él, andando. No se hablaba con ellos, no los conocía en lo más mínimo, pero siempre se veían a la misma hora de camino a la institución.

—¡Hyung! —una voz algo chillona lo sorprendió justo antes de cruzar una calle y seguir su camino solo, como siempre hacía. Miró hacia el lado y era uno de los chicos que había visto hace unos segundos atrás.

Se detuvo y acomodó su mochila sobre su hombro.— ¿Si? —la confusión estaba palpable tanto en su tono de voz como en su rostro.

—¿No me recuerdas? Lee-Ho, club de periodismo. Ahora somos compañeros de club —aclaró. Jeon lo escaneó con la mirada y sólo asintió.— ¿Podemos irnos juntos, ¿cierto? Digo, ya que vamos para el mismo lugar, sirve para que te ponga al corriente de cómo funcionan las cosas en el club o para que te hable un poco sobre lo que le gusta y no le gusta a nuestro presidente o para que te de algunos tips y también...