Al Jungkook entrar al su departamento compartido con Jimin y su hijo, notó tres pares de zapatos. SeoJoon se levantó de su lugar en el gran sofá de la sala al escuchar la puerta cerrarse.
—¿Dónde está? —ese fue el saludo que recibió el guardaespaldas por parte de su jefe. Genial, hoy parecer estar de mal humor.
SeoJoon estuvo a punto de contestarle, pero la voz de Jin y Jimin lo interrumpieron cuando se iban acercando a la sala.
Decir que Jungkook estaba sorprendido sería mentir, había algo de confusión en su rostro, y Jimin no sabría decir cómo estaba su temperamento esa noche. Era tarde ya, ellos hace unos diez minutos que habían llegado y el castaño sintió su corazón querer salirse de su pecho al ver a Jungkook mirar directamente hacia él.
—Mucho tiempo de no vernos, alcalde... ¿o debería empezar a llamarlo señor presidente desde ya? —el tono burlón de SeokJin era algo con lo que Jungkook no quería lidiar.
Estaba cansando, trabajaba rodeado de personas que ya colmaban su paciencia lo suficiente como para ahora tener la insoportable presencia de su hyung.
—¿Qué hace aquí? —le preguntó a Jimin.
Él miró a Jin con su característica cara de provocación. En definitiva le complicaría las cosas.— Llegó... hace unos minutos.
El moreno vio entre él y Jin, luego giró su cabeza en dirección a SeoJoon.— Puedes irte —se dirigió a él a lo que el guardaespaldas no dudó en ir a la habitación que le correspondía no sin antes dar una reverencia y mirar disimuladamente a Jimin. Sólo que no fue tan disimulado como para que Jungkook lo llegará a notar.
Terminó su tramo hasta el sofá y se recostó bruscamente. Empezó a deshacerse del nudo de su corbata de manera rápida, Jimin podía deducir por sus acciones que estaba cansado, harto y muy probablemente esté a nada de estallar por la presencia de Jin. Jimin se aproximó a él y le preguntó cómo había sido su día, Jungkook respondió con un muy seco "horrible" y luego observó a SeokJin viéndolos a ambos desde su lugar con los brazos cruzados.
—¿Cuánto piensas quedarte?
—¿Ya me estás echando? —la sonrisa de Jin irrita al moreno, Jimin sintió la mano de Jungkook agarrarle y de un segundo a otro estaba junto a él en el sofá. No le había despegado los ojos de encima a Jin.— Sigues siendo el mismo patan... ¿cómo soportas, Jiminnie?
—Hyung...
—Tres días, SeokJin —habló Jungkook.— Es lo más que puedo soportarte aquí.
Jimin le dedicó una mirada de disculpa a su amigo, quien solo fulminó a Jungkook. No podría contradecirlo, él puede ser el mayor pero Jungkook tiene muchísimo más poder del que le gustaría.
—No es como si me fueras a ver, es raro que estes en casa —lo dijo mientras se volvía al pasillo.— Como sea, tampoco planeaba pasar de dos días aquí. Descansa, bebé... tú también infeliz.
Jin desapareció por el pasillo y entró a la habitación que Jimin le había asignado en su departamento. Jungkook cerró los ojos con fuerza al escuchar el estruendo de la puerta.
Jimin se separó de él, no estaba muy cómodo estando así de cerca. No después de todo lo que han pasado.
Desde aquella noche Jungkook lo sigue tratando igual, cuando se ven apenas le habla para recordarle algo del trabajo, no se escriben por teléfono o se llaman, a veces no había la más mínima interacción entre ellos; lo único que llegaban a saber era cómo se encontraban debido a la comunicación constante de sus guardaespaldas. Intentó levantarse pero Jungkook lo devolvió a su lado y aún más cerca que antes de un solo tirón de su mano. No fue brusco, pero si tuvo la suficiente fuerza como para regresarlo a su lugar.
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President [Kookmin]
FanfictionPark Jimin era el encargado del club de lectura en la secundaria, también ayudaba a los chicos del periódico escolar con sus actividades. Todos los chicos de dicho club alababan el buen conocimiento que Jimin poseía, no sólo en la redacción, sino en...