Sus suaves brazos acariciaban su espalda con delicadeza, los dedos de Somi eran suaves. Giselle lo disfrutaba, ni siquiera se dieron cuenta que ya había amanecido. Habían dormido juntas, éso era imposible de olvidar, Giselle con una sonrisa le dió un beso en la frente a Somi, a ella se le dibujó una gran sonrisa en su rostro por aquél beso.
Ambas se levantaron después de ver la hora. Giselle seguía sorprendida por haber dormido con la chica que le gustaba. Era un sueño para ella.
―Gracias por regalarme la mejor noche de mi vida. Gracias por hacerme mimos para poder dormir, realmente lo necesitaba. ― Somi seguía con esa sonrisa que a Giselle le generaba calidez.
―Gracias a tí. Me tengo que ir... ¿nos podemos ver después de clases? ― Giselle estaba esperando la respuesta de la contraria con mucha emoción.
―Me parece genial. Nos vemos entonces. Cuídate. ― Somi se acercó a Giselle y se puso de puntitas para darle un beso en la mejilla.
Ahora quién estaba sonriendo era Giselle.
(...)
La puerta de la habitación se abrió. De repente pudo verse a una Ningning molesta al ver a Giselle entrar por la puerta. Ningning la fulminaba con la mirada a la mayor.
―Casi me matas del susto, Idiota. ¿Dónde mierda fuiste? ― Ningning se acercó a la japonesa y la miró fijamente. Ella seguía inquieta, no se iba a calmar hasta tener una respuesta clara.
Giselle frunció el ceño y suspiró.
―¿Eres mi madre o algo para reclamarme? Solo eres mi estúpida compañera de cuarto. ― Giselle se dirigió directo a su habitación y la cerró fuertemente de un golpe.
Ningning golpeó su mano contra la pared de la rabia.
―¿Cuánto tiempo tengo que seguir soportando a esta imbécil? ― Se preguntó el voz baja. Estaba harta de la actitud de Giselle. ¿Por qué demonios era así? ¿Acaso es así solo con ella?
Ningning tenía varías preguntas en su cabeza. Tenía que haber alguna razón por la cuál su compañera de cuarto era una completa amargada.
Sin darse cuenta, había permanecido como 10 minutos pensando en eso, lo que la sacó de sus pensamientos fue el cerrar de la puerta de la habitación de Giselle.
―Vamos a clases. ― Dice Giselle con la mirada baja.
Ningning asiente en seco y van juntas hacía el salón. Ninguna se dirige la palabra. Era imposible entablar una conversación cuándo habían discutido hace menos de veinte minutos.
Al llegar al salón, cada una se sentó junto a sus compañeras de asiento. Giselle con Somi, y Ningning con Yuna.
La clase iba con normalidad. Giselle tomaba sus apuntes, mientras que Ningning no despegaba su mirada de la japonesa, por alguna razón algo provocaba cierta curiosidad en Ningning.
―¡Ningning! ― De repente la voz de Yuna la sacó de sus pensamientos. ― La profesora te está preguntando.
Ningning sacudió la cabeza y pidió perdón. Respondió a su pregunta avergonzada.
"Dios... que vergüenza." Pensó Ningning mientras trataba de ocultar el sonrojo en su rostro de la vergüenza. Era tan notorio...
―¿Usualmente será tan distraída? ― Giselle interrumpió a la profesora la cuál estaba dictando en la pizarra.
Toda la clase guardó silencio y miró a la japonesa con confusión, a excepción de la profesora, quién se molestó por la interrupción de Giselle.
―¿Usualmente interrumpe las clases de sus maestros? ― Fué la respuesta de la profesora.
A Ningning se le formó un sonrisa en el rostro, por alguna razón le dió algo de satisfacción aquella regañada que le dieron a Giselle.
―¡Hablé en voz alta, lo siento! ― Se levantó de su lugar y seguidamente hizo una pequeña referencia. ―, ¡Y tú, Ning Yizhuo, deja de reír! ― Giselle miró a la menor con desprecio.
―Lo siento, fué tan gracioso... ― Ningning no contuvo sus ganas y se burló.
Giselle maldijo a su compañera en voz baja. Nadie a excepción de Somi la escuchó.
(...)
Somi no entendía a Giselle, ¿por qué odiaba tanto a su roomie? ella solo era así con ella, más no con nadie más.
―Aeri... ― Giselle volteó y vió a Somi atrás suya, tenía la mirada perdida y las manos atrás.
Cerró su taquilla y miró fijamente a Somi con nervios.
―Hola, Somi. ― Dijo cortante.
Somi dió un paso adelante y le tomó la mano a la japonesa. Seguidamente una sonrisa se dibujó en su rostro, sus mejillas se enrojecieron de la vergüenza. Somi tomó la iniciativa y atrajo a Giselle hacía ella, tomándola de la cintura. Su atrevimiento no tenía límites.
Giselle quedó inmóvil. No tenía palabras para describir la sensación que era tener su cuerpo tan cerca al de Jeon Somi.
Sin darse cuenta, sus narices ya estaban chocando, y sus labios estaban a pocos metros de tocarse.
De repente Somi fué sorprendida Giselle, quién la besó en los labios. El beso fué corto, pero para las dos chicas se sintió eterno.
Ambas tuvieron que separarse por falta de aire, su respiración no les daba para más. El beso fué intenso. Convenientemente no había alumnos ni profesores en el pasillo dónde las dos chicas se encontraban.
―Jeon Somi... te amo. ― Giselle la miró fijamente mientras tomaba sus suaves manos.
Somi sentía muchas emociones en ese momento.
―Yo más, Aeri. ― La abrazó fuertemente. Escuchaba los latidos del corazón de la japonesa, realmente sentían una gran conexión.
¿Es amor verdadero?
―¿Qué están haciendo? ― Ningning se acercó confundida hacía las dos chicas. Verlas tan juntas y en un lugar vacío era raro para ella.
Giselle y Somi se alejaron la una de la otra y voltearon a ver hacía Ningning, quién apareció de la nada literalmente.
―¿Ningning? ― Giselle no podía procesar las palabras, pues los nervios la consumían, más aún al tener a Ningning al frente suya.
―Felicidades. Lograste conseguir a una chica que te soporte. ― Le dedicó una mirada burlona.
La ira invadió a Giselle. Cerró sus puños con fuerza y contuvo su molestia.
―¿Nos vamos? ― Giselle tomó la mano de Somi. ― Tenemos mejores cosas en las que perder el tiempo.
Las dos chicas siguieron su camino, dejando a Ningning con las palabras en la boca.
―Ojalá perdure tú relación. ― Murmuró Yizhuo mientras veía como estas dos se iban alejándose.
Entonces pensó. ¿Es verdad que el amor cambia a las personas? O ¿Las personas cambian por amor?
Ningning sólo esperaba que Somi hiciera que Giselle cambiara e hiciera que esta se diera cuenta que su actitud amargada y pesimista no la llevaría a ninguna parte.
Pero...
¿Una persona puede cambiar a otra?
No, no es así. Uno cambia por voluntad propia, y es verdad que las personas que están a tu alrededor influyen para que tú cambies tanto para bien como para mal. La motivación de cambiar debe ser propia de esa persona, en este caso, Giselle.
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my stupid roommate. «ningselle»
Fanfic"Dos chicas, una habitación, ¿pueden convivir o sus diferencias las separarán para siempre?" - enemies to lovers - historia original - ningselle, winrina +