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Un tarareo tranquilizador resonó en el aire, era una melodía temblorosa y jadeante, con pausas ligeramente largas, como si el causante tomara aire para poder seguir tarareando. Yuuji abrio sus ojos con dificultad, parpadeando varias  veces debido a la luz que lastimo sus retinas. Un toque constante en su cabello, le hizo saber que no estaba solo.

— Tranquilo, todo estara bien.

Esa voz la conocia.

Abrio sus ojos por completo encontrando el rostro de Maria  frente  a el, ella tenia una pequeña sonrisa entre sus labios que tenian rastros de sangre fresca. El joven trato de moverse, pero un dolor intenso en el abdomen le hizo quejarse.

— Duele...

— Lose, cariño...ya pasara.

El joven poso su mirada en la mujer, notando su estado fisico. Estaba boca arriba en el suelo, con su mano sobre el abdomen donde su piel se encontraba manchada en su totalidad de sangre oscura y espesa. Era grave, pero debido a sus ropas oscuras no podía notar que es lo que le habia pasado. 

— ¿Que sucedió? 

— Sukuna es un ser realmente interesante.- murmuro ella viendo el cielo rosado que su energia causaba, ladeo la cabeza hacia itadori y sonrio.— Aun no creo como es que Dios permitio la existencia de un ser de corazon tan oscuro. 

Ella parecía estar hablando sola, como si estuviera delirando ante el cielo de extraño color. 

— Maria san...

— y tampoco entiendo por que permitió que llegara a la vida de un corazón tan puro y brillante como el tuyo.- Maria sonrió entre lagrimas sin dejar  de acariciar su cabello, le miro con ternura apesar de que con cada palabra, la sangre se deslizaba de sus labios. — Lamento tanto que te haya pasado eso, cariño.

Yuuji no tardo en comprender que habia pasado, la sangre, la manera en la que ella lo trataba...Sukuna habia herido a Maria.

¿como es que habia sucedido eso?

— Maria san, resiste. Saldremos de aqui.

La mujer sonrio con tristeza, y solto un suspiro tembloroso.

— Escuchame...lo que sukuna haga no es tu culpa.

— Yo...

— No es tu culpa, tu no eres él y jamas lo seras. Eres como el sol, cariño. Brillante y alegre que no deja de brillar...estoy tan orgullosa de ti.

Yuuji solto un sollozo, ella se estaba despidiendo. iba a morir y el no podria hacer  nada por ella, apenas podia moverse

— Por  favor....

— Si la vida me da otra oportunidad...me gustaria ser tu familia.

— Ya eres mi familia.- sollozo queriendo alcanzar su mano, pero el mover sus articulaciones ardian con fuerza. Maria le miro con tristeza.— ¡Ya eres mi familia!

Ella  cerro sus ojos con una sonrisa de alegria entre sus labios y suspiro con alivio.

— Hazle saber a eso, a Kento. ¿De acuerdo? El te va a necesitar.

— Maria-san...por favor

— Gracias, cariño...por darme la oportunidad de sentir por unos segundos lo que es ser una mamá. 

El cielo rosa comenzaba a desvanecerse, dando paso a un potente color oscuro similar al carbón, Itadori miro a Maria con desesperacion queriendo alcanzar su mano, ella ni se inmuto miraba la oscuridad que comenzaba a rodearlos con una triste sonrisa entre sus labios. 

IN ANOTHER LIFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora