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Las misiones fueron constantes y en su mayoría fueron exitosas, Itadori respondía bien a sus entrenamientos y parecía realmente un profesional en batalla a pesar de su corta edad.

Sin embargo, cuando las cosas comenzaron a ponerse cada vez más peligrosas Nanami no dudo en proteger a Yuuji con su propio cuerpo inclusive, lucho con uñas y dientes protegiendo a sus estudiantes, a sus compañeros, negandose rotundamente a perder a alguien más.

En Shibuya medio año después del fallecimiento de María, Nanami perdió la vida a manos de una maldición.

Recibir la muerte siempre sonó algo fantasioso, aterrorizante. Pero Kento simplemente sonrió entre jadeos sangrientos, su vista comenzó a nublarse poco a poco y miro al joven que había protegido con empatía y orgullo por la persona en la que se había convertido.

- Cuento contigo para el resto, hijo.

Luego de eso, sus sentidos se bloquearon por completo. Se dejó caer en el abismo de aquella oscuridad y aturdimiento.

No quería nada más que verla a ella de nuevo.

Por qué ella lo había dicho, se verían después.

¿A eso se refería con lo que dijo en aquel sueño? ¿Ella había visto su muerte? ¿La pelea en Shibuya?

Soltó una risa que no se escuchó, simplemente fue un gesto natural que le hizo saber de inmediato que ya no estaba conectado con su cuerpo.

- Siempre un paso adelante, ¿no es así mi amor?.

Nanami solo esperaba ser recibido por ella.

Pero el destino y la vida eran egoístas e injustos, dándoles un final diferente a cada uno de ellos, un final desgarrador e impotente.

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- ¡María! ¡Apúrate que nos cerrarán la puerta del salón!.- Gritaron a lo lejos sacándola de su mente, ella de inmediato se levantó de la banca cerrando su laptop de golpe.

- Por que no me dijeron la hora?!- Grito corriendo tras sus amigas haciendo malabares con sus cosas al tratar de no dejarlas caer.

- Estabas atontada viendo esa serie.- Se burló una de ellas.

- Si, eso ya es obsesión.- Acotó otra.

- No lo es.- Acomodo su mochila sobre el hombro.- Simplemente me gusta mucho.

- Demasiado diría yo.

- No les ha pasado que sienten una conexión enorme con algo que les gusta mucho? Que cada que lo ven sienten su corazón palpitar fuertemente contra su pecho?

- Eso me pasa, pero con mi novio.

- Son dibujos María. No pueden hacerte sentir cosas así.

- Es que no lo entienden. Cada que lo veo yo...

- ¡Mierda cerraron la puerta!

Las palabras quedaron olvidadas al momento de correr con rapidez por los pasillos de la Universidad, ignorantes al amor que la chica sentía al ver a cierto rubio en aquella pantalla, un amor que había sobrepasado toda reencarnación existente.

Un amor que traspasaria realidades, con la esperanza de que alguna vez, ambos se encontrarían de nuevo.

FIN

NO COPIAS NI ADAPTACIONES

MAJO

IN ANOTHER LIFEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora