Capítulo 36

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Yo alcé la mirada en mitad del abrazo y me encontré con sus preciosos ojos color café que tanto me llenaban. Me perdí en su mirada, él en la mía. Nos acercabamos, nuestras respiraciones se mezclaban. Hasta que me separé bruscamente....

-Yo: Dani... estás con Silvia. -Dije apenada-

-Dani: Nunca la he querido como te AMO a tí -Dijo marcando la palabra amo-

Ya está, no me pude resistir... me acerqué y lo besé. Un beso largo y apasionado, bonito y dulce, pero sobretodo lleno de amor. Los dos deseábamos este beso. MIERDA! MALDITO OXÍGENO...

-Yo: Dani... no es por ser cortarrollos pero todavía me tienes que dar muchas explicaciones...

-Dani: Cortarrollos

-Yo le saqué el dedo corazón y me metí en la cama-

A los quince minutos noté como se metían en mi cama. Ese olor... era Dani... quien sino.

-Dani: Se me ha olvidado decirte que te quiero.

Yo sonreí como una tonta

-Dani: ¿Qué quieres saber Patri?

-Yo: Todo... por qué me hiciste eso...

-Dani: Haber Patri, esa noche... cuando diste el discursito ese salí corriendo y me senté en el parque ese. Bueno pues me encontré a Lucía. Yo estaba fatal y me dijo que con la droga me encontraría mejor. Al principio negué pero luego acepté. Estaba drogado... sino nunca hubiera dejado que esa guarra te tocara. Y luego... cuando Jesús te dijo que estábamos saliendo porque nos viste... lo hice aposta, para que me cogieras odio, pudieras olvidarme y ser felíz con otro chico. Todo era por tí.

-Yo: Te quiero...

Dani me besó, si, me volvió a besar. Lo necesitaba... lo quería. Necesitaba un beso para saber que eso era verdad. Y así es. Ese era el beso más sincero que me habían dado jamás. Pero la cosa empezó a subir de tono... ¿Me entendeis no? Bueno pues acabó pasando lo que todos sabemos.

(.......)

La empleada de los Oviedo MorillaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora