La empleada de los Oviedo Morilla

Capítulo 15

-Carmen: Si la pegas será lo último que hagas ¿me oyes?

-Yo: Dejalo Carmen -Dije agachando la cabeza-

Enseguida Carmen me cogió de la barbilla y me levantó la cabeza

-X: Bueno vamonos que no quiero seguir hablando con putas.

-Yo: -la pillé desprevenida me acerqué a ella la cogí fuerte de la barbilla para poner su cara frente a la mia y dije: Para puta tu madre ¿vale?. Ala venga ya puedes ir a ..... con Dani. -Dije soltandola y saliendo de la habitación, lo que causo que diera un pequeño choque mi hombro con el de Dani porque estaba en el marco de la puerta-

Bajé al salón y me puse con el móvil

Después de un rato subí a mi habitación, mierda! los escuché y se me partió el alma. Dani estaba ...... con otra. Joder. Bueno ya estaba en mi habitación.

(2 horas después)

Joder todavía siguen... -me puse a llorar muy fuerte- madre mía llevan dos horas.

(media hora después)

-Yo seguía llorando mucho- Pero bueno que pasa que se van a tirar toda la noche o que.

No puedo más. Tengo que ir con Carmen y Jesús. Salgo de la habitación y me dirijo llorando a la de Jesús en la que también se encontraba Carmen. En cuanto entré llorando se sobresaltaron, por supuesto que ellos no estaban ...... .

-C&J: ¿Qué te pasa Patri? -Dijeron preocupados-

-Yo: llevan dos horas y media, no puedo más. Llevo dos horas y media escuchando al chico que quiero ..... con otra. -Dije llorando muy fuerte-

-J: No te preocupes Patri, entra haí y dila que se vaya, que también es mi casa.

Me dirijí a la habitación y entré, efectivamente lo estaban haciendo pero estaban debajo de las sábanas, menos mal.

-Dani: ¿Estás llorando?

-X: ¿Qué haces aquí? -Dijo enfadada-

-Yo: No estoy enfadada y lo que hago es echarte. Vete de aquí. Si quereis estár toda la puta noche chingando os vais a un hotel.

-Dani: No nos da la gana. Lucía no te vayas. No la hagas ni caso.

Me calleron unas lágrimas y abandoné la habitación corriendo y llorando.

No me apetecía volver a escucharlos y salí de casa dando un portazo. No quería ir muy lejos porque me daba miedo. Unos pasos más alante de casa me senté en el suelo rodeando las rodillas con mis brazos y miré por última vez la ventana, allí seguían.
Metí la cabeza entre mis rodillas con la misma posición de antes.

(2 horas despúes)

Noté que alguién me daba unos toquecitos en el hombro me di la vuelta y era......