XLI

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El examen había salido dentro de lo que cabe.

Había estado yendo y viniendo a casa de Pedri.

Y lo compaginaba con las clases y las clases de conducir.

Mi mente ya no daba para tanto.

Estaba en la cocina de Pedri cuando sonó una campanita.

Iba a tirar la dichosa campanita por el retrete.

Fui hasta la sala y me acerqué a él viéndole jugar a la Play.

– Que

– ¿Puedes traerme un vaso de agua?

Puse los ojos en blanco y volví a la cocina, llené dos vasos de agua y después volví.

Le di uno de los vasos y me miró fijamente mientras bebía.

– ¿Qué estás haciendo?– preguntó mirándome.

– Esto.– dije y después le tiré el otro vaso de agua.

Le vi cerrar los ojos y sonrió con chulería.

Me crucé de brazos y lo miré.

– Tienes que ayudarme a subir al baño.

– Sube tú solo.

– Si pudiera lo haría.– murmuró mirándome.

Solté un suspiro y lo ayudé a levantarse para después subir al baño.

Se metió en la ducha y fui a su habitación para cogerle ropa limpia.

Cuando entré estaba enrollándose en una toalla.

– Toma.– dije pasándole la ropa.

– Alba, no te vayas muy lejos, necesito que me eches la crema y me des el masaje, porfi.

Asentí y cuando terminó de vestirse se sentó en el retrete.

Yo abrí uno de los cajones y cogí una crema y la abrí.

Me lavé las manos y después cogí crema y la esparcí por su muslo.

Lo miré fijamente.

Tenía los ojos cerrados y su manzana de Adán subía y bajaba cuando tragaba saliva.

"Joder"

Sus ojos se encontraron con los míos y me alejé para lavarme las manos.

– Alba

Lo miré fijamente.

– Acércate un momento.

Me agaché para ponerme a su altura y entonces me agarró por el cuello y me besó.

Mientras me besaba bajó sus manos a mi culo y mi cuerpo cortocircuitó y puse las manos en su cuello para seguir besándole.

Me agarró ambas piernas y me sentó encima para seguir besándome.

Mi cadera empezó a moverse sola y le escuché gruñir.

– Alba...

– ¿Vas a decirme que pare ahora?

– Deberías, joder.– volvió a devorar mi boca.

Sus manos levantaron mi camiseta quitándomela y entonces agarró uno de los tirantes del sujetador.

– Eres como una puta droga.

– ¿De las buenas o de las malas?

– De las malas, de esas que te joden la vida, pero que no puedes parar de consumir.

𝐒𝐔𝐏𝐄𝐑𝐍𝐎𝐕𝐀 +18 | Pedri Donde viven las historias. Descúbrelo ahora