El examen había salido dentro de lo que cabe.Había estado yendo y viniendo a casa de Pedri.
Y lo compaginaba con las clases y las clases de conducir.
Mi mente ya no daba para tanto.
Estaba en la cocina de Pedri cuando sonó una campanita.
Iba a tirar la dichosa campanita por el retrete.
Fui hasta la sala y me acerqué a él viéndole jugar a la Play.
– Que
– ¿Puedes traerme un vaso de agua?
Puse los ojos en blanco y volví a la cocina, llené dos vasos de agua y después volví.
Le di uno de los vasos y me miró fijamente mientras bebía.
– ¿Qué estás haciendo?– preguntó mirándome.
– Esto.– dije y después le tiré el otro vaso de agua.
Le vi cerrar los ojos y sonrió con chulería.
Me crucé de brazos y lo miré.
– Tienes que ayudarme a subir al baño.
– Sube tú solo.
– Si pudiera lo haría.– murmuró mirándome.
Solté un suspiro y lo ayudé a levantarse para después subir al baño.
Se metió en la ducha y fui a su habitación para cogerle ropa limpia.
Cuando entré estaba enrollándose en una toalla.
– Toma.– dije pasándole la ropa.
– Alba, no te vayas muy lejos, necesito que me eches la crema y me des el masaje, porfi.
Asentí y cuando terminó de vestirse se sentó en el retrete.
Yo abrí uno de los cajones y cogí una crema y la abrí.
Me lavé las manos y después cogí crema y la esparcí por su muslo.
Lo miré fijamente.
Tenía los ojos cerrados y su manzana de Adán subía y bajaba cuando tragaba saliva.
"Joder"
Sus ojos se encontraron con los míos y me alejé para lavarme las manos.
– Alba
Lo miré fijamente.
– Acércate un momento.
Me agaché para ponerme a su altura y entonces me agarró por el cuello y me besó.
Mientras me besaba bajó sus manos a mi culo y mi cuerpo cortocircuitó y puse las manos en su cuello para seguir besándole.
Me agarró ambas piernas y me sentó encima para seguir besándome.
Mi cadera empezó a moverse sola y le escuché gruñir.
– Alba...
– ¿Vas a decirme que pare ahora?
– Deberías, joder.– volvió a devorar mi boca.
Sus manos levantaron mi camiseta quitándomela y entonces agarró uno de los tirantes del sujetador.
– Eres como una puta droga.
– ¿De las buenas o de las malas?
– De las malas, de esas que te joden la vida, pero que no puedes parar de consumir.
ESTÁS LEYENDO
𝐒𝐔𝐏𝐄𝐑𝐍𝐎𝐕𝐀 +18 | Pedri
Teen FictionAlba y Pedri han sido siempre la dupla perfecta, se conocen más que a ellos mismos pero ninguno conocía los sentimientos del uno del otro y con la marcha de Pedri ese lazo que les une se vuelve más frágil.