一個甜蜜的家 (Un Dulce Hogar) [BL] [Danmei] [FINALIZADA]

13

(Hace muchos años atrás)

— ¡Han Yi! ¿Podrías salir para comprar algunas telas?

— ¡Enseguida! — Las palabras de su madre eran ley en la casa de los Han, por lo que Han Yi aceptó felizmente aceptar la petición — ¿Necesitas que compre algo más?

— No se me ocurre nada más, solo ve por las telas

— ¡Esta bien! Solo dime de que tipo — Su madre le da una hoja — Le da una hoja —.

— Ahí te escribí cuales necesito, no la pierdas ¿Está bien? —

— No te preocupes, te las traeré lo más rápido posible — Salió de casa tranquilamente mientras que su madre lo miraba con una mirada seria —.

— ¿Qué sucede querida Shen Jiali? — Aparece han Ruan —.

— No es nada, solo pensaba en Han Yi — Se da la vuelta y regresa a la sala de la casa mientras Han Ruan la sigue y la ve sentarse con un semblante molesto —.

— ¿Qué pasa? ¿Yi hizo algo malo?

— No es eso, solo me preocupa, es joven y puede cometer errores.

— De eso no te preocupes, yo lo estoy criando para que sea un hombre excelente.

— ¿Sabes dónde está Han Bei? — A pesar de las palabras de su suegro, Shen Jiali no les ponía atención, era como si viviera en su propio mundo —.

— No te preocupes, no hará nada que te haga sentir avergonzada — Se sienta al lado de su nuera y trata de darle esperanza — Tarde o temprano mi hijo se dará cuenta la gran mujer que eres, además, creo que ya es hora de que aceptes nuestro apellido, no es correcto que sigas usando el apellido de tu familia, tan solo piensa en lo que dirán los demás.

— ¿Llamarme Han Jiali? No gracias, su hijo Han Bei me hace sentir que no lo merezco.

— Yo hablaré con él ¿Está bien? — Le da pequeñas palmadas en sus manos —.

— Realmente me da igual....

— ¡Vamos! ¡Te traeré un té y te contaré como fue que tu padre me dio permiso para casarte con mi hijo! — La alegría de Han Ruan solo hizo que el mal humor de Shen Jiali aumentara —.

Mientras tanto por la aldea, Han Yi caminaba tranquilamente mirando las tiendas de la villa y respiraba profundamente al sentirse libre de las reglas de su casa, todo iba bien hasta que las risas de algunas mujeres hicieron que volteara a ver un puesto de té. Alrededor de una mesa había nueve mujeres rodeando a alguien y, por más que volteaba de lado a lado, no lograba ver quién estaba sentado, solo podía ver entre esas mujeres unos pocos espacios que dejaban ver a alguien sentado y lo escuchaba riéndose como si fuera un príncipe engreído.

Después de unos segundos, toda la situación se convirtió como si estuviera en cámara lenta y al fin pudo ver entre los espacios una gran sonrisa, un cabello brillante rojo color vino y sin darse cuenta aquellos ojos color azules cobalto obscuro se cruzaron con los suyos, esto hizo que rápidamente Han Yi desviara la mirada y siguiera caminando tratando ignorar lo que había visto.

Al estar lejos de aquella casa de té se regaña a si mismo negando con la cabeza e intenta concentrarse en las telas de su madre.

— Disculpe, podría darme tres pliegues de la tela... ¿Batista? — La mirada de Han Yi era confusa mientras leía la nota de su madre —.

— ¡Claro! ¡Oh! ¡Eres Han Yi! ¡Has crecido tanto! — La anciana estaba rebozando de alegría —.

— ¿Ah?