一個甜蜜的家 (Un Dulce Hogar) [BL] [Danmei] [FINALIZADA]

15 (Extra de Rak Nerian)

La aldea contraria era siempre muy aburrida, nunca faltaban las miradas de curiosidad de las mujeres como hombres sobre los visitantes de la aldea Yang.

— Me miran como si fuera algo fuera de este mundo — Las miradas lo ponían de mal humor — Aunque estemos en tregua, me miran con mala intención — Los sacerdotes permitían un tipo de tregua cada vez que la pareja seleccionada del cáliz tocaba suelo humano, dentro de esta ley de tregua, se permitía que todos eran libres para visitar, vivir o simplemente para vender en cualquiera de las dos aldeas — Que tontería... — Solo podía mostrar su aburrimiento al estar sentado en aquella mesa de la tienda de té, miraba pasar a las personas, miraba la comida, miraba como convivían las personas y solo podía pensar en que todo era igual a su aldea — Si todo es igual ¿Por qué se esfuerzan tanto en fingir que son diferentes? — Una mujer se acerca y posa una mano sobre el hombro de Rak Nerian —.

— ¿A qué te refieres con eso? — Ambas miradas se cruzan, pero solo la mujer sonríe —.

— Es el mismo cielo, el mismo aire, incluso el agua viene del mismo lugar ¿Acaso no es lo mismo? ¿Cuál es la diferencia?

— ¿También dirás que tenemos dos ojos, una boca y nariz? — La mujer empieza a reír a carcajadas y se sienta a lado de él — Dices cosas muy obvias ¿No crees?

— No parece obvio para ti...

— ¿Cómo? Eso no entendí

— Lo sé — La mujer no se separaba de Rak Nerian, hablaba sin parar, esto hizo que varias mujeres se acercaran también a platicar alrededor —.

— ¿Eres de la otra aldea verdad?

— Si

— ¿Ya estas casado?

— No

— ¿Viniste a comprar o a vivir?

— Ninguna de las dos

— ¿Te gustaría ver mi casa?

— No

— ¿Ya habías venido antes?

— Si

— Eres muy lindo ¿Te gustaría pasar un rato conmigo?

— Definitivamente No — Las preguntas no dejaban de aparecer, eran preguntas incómodas, así como preguntas fuera de lugar, sin embargo, nunca dejó de contestar por educación — ¿No se meterán en problemas si las ven hablando conmigo? — Trataba de buscar una forma de que esas mujeres se quedaran calladas, o por lo menos, se alejaran —.

— No, todas nosotras estamos comprometidas.

— ¿Eso hace una diferencia?

— ¡Claro! En nuestra aldea está completamente prohibido salir con alguien como tú, pero si estamos comprometidas a los demás no les importa vernos así junto a ustedes, da a entender que solo estamos jugando con ustedes.

— En mi aldea es diferente, nosotros no podríamos hacer eso.

La conversación empezó a ser más larga, esto hizo que más mujeres se acercaran a unirse al grupo que rodeaba a Rak Nerian, en pocos segundos ya eran alrededor de nueve mujeres que lo trataban de tocar y hablarle sin parar. La sonrisa de Rak Nerian nunca se detuvo y reía fuerte cuando había cosas que realmente le daba gracia.

Al pasar los minutos, las mujeres ya estaban más calmadas y se hablaban entre ellas, así al fin ignorándolo entre minutos. Esto hizo que se diera un tiempo en observar a cada una detenidamente.

— Todas son muy bonitas, parece que les agrado, pero... — Los pensamientos le inundaban su cabeza — Ninguna de ellas me mira realmente, solo están aquí porque soy de la otra aldea — Rak Nerian se empieza a reír para sí mismo y decide voltear alrededor buscando donde irse después — ¿Dónde podré esconderme de estas mujeres...? — Cuando volteó a la izquierda, encontró unos ojos curiosos a lo lejos — Él.... — Esa persona cruzó su mirada con la de él, la sonrisa de Rak Nerian se fue esfumando poco a poco y no dejó de observar aquella persona —.

Lo deslumbró aquel cabello negro azulado que le llegaba a los hombros, entre más miraba, más le gustaba. No quería dejar de ver ese hermoso rostro y, sobre todo, no quería dejar de ver el color de aquellos ojos. No eran grises en su totalidad, ni tampoco azules, eso lo hacían únicos para él.

Cuando esa persona se marchó de su vista, se levantó de su asiento y las mujeres se le quedan viendo.

— ¿Qué sucede? ¿Ya te vas?

— Me debo ir.

— ¡Espera! — Una mujer lo toma del brazo y lo jala hacia ella — Debes quedarte, aun no nos dices si te veremos mañana

— Señorita, debo irme

— ¡No! — La mujer empieza a jalarlo más fuerte hasta que Rak Nerian se vuelve a sentar —.

— Que fastidiosa.... — Después de un gran rato, aprovecha para irse lo más silencioso que puede al ver que todas se empiezan a distraer con algunos hombres de la otra mesa — ¡Es el momento de correr! — Sale entre todas las mujeres y voltea hacia donde se había ido aquella persona — ¿A dónde pudo ir? — Se preguntaba si volvería a pasar por ahí y empezó a caminar cerca de un callejón para esconderse de aquellas mujeres y poder observar la calle al mismo tiempo — Espero que vuelva... — Todas sus inquietudes se fueron cuando vio de nuevo aquella persona caminando de regreso — ¡Es él! — Estaba decidido en hacer lo que sea para que esa mirada volviera a posarse en él —.