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Al volver a la casa, Han Yu no tenía ánimos de encender ninguna vela, solo se resignó y se fue al cuarto, al entrar se dirigió directamente a su cama para acostarse. Intentó durante minutos olvidar el frio que sintió y el cómo le dolía respirar, pero no lo lograba. Se volvió a levantar, tomó aquella túnica que Ishma le había dado y se arropó con ella. Se sentó sobre su cama y volteó a ver a la ventana con la esperanza de que aquella persona que lo abandonó en la villa volviera y le hiciera compañía. Pero eso nunca sucedió. Al final se resignó y se dejó caer sobre su cama e intentó dormir.

La noche se sintió muy larga para aquel niño que sentía tanta pena, sus pensamientos jamás lograron cambiar durante el trayecto de las horas. Cuando al fin pudo cerrar sus ojos, notó que había olvidado cambiarse de ropa, pero no le tomo importancia, él preferiría dormir.

Cuando al fin unos ruidos se escucharon por la cocina, los ojos de aquel menor se abrieron en par y en cuanto voltea a la ventana se da cuenta de que ya era de día. Se levantó lentamente y se dirigió a la puerta del cuarto, la abrió lentamente y al fin encontró al hombre que lo había dejado abandonado.

Ambas miradas se encontraron, pero ninguno lograba decir algo y el silencio era demasiado incómodo. Rak Xia se queda quieto mientras está parado a lado de la mesa, deja caer sobre ella una canasta la cual está cubierta por un pañuelo azul.

Han Yu nota como el Hanfu de Rak Xia estaba lleno de polvo por todos lados, desde la parte frontal de su cuerpo, así como la parte trasera. Rak Xia estaba lleno de polvo desde su cabeza hasta los pies. Entre pensamientos logra imaginar aquel escenario donde se explica por qué termino así de sucio.

Debió ser una noche muy movida ¿Eh? — Los pensamientos del menor fueron interrumpidos por los pasos de Rak Xia hacia él —.

— Han Yu... — En su voz había arrepentimiento — Lo siento, anoche yo...

— Está bien, pude volver sin problema — Retrocede hacia atrás para evitar estar cerca de Rak Xia — Además no estas obligado a estar cuidándome — Rak Xia podía comprender perfectamente cómo se sentía Han Yu, así que evitó decir cosas que hicieran la situación más incomoda, voltea hacia atrás y se devuelve cerca de la mesa —.

— Te traje algo para comer, si quieres podemos...

— No gracias, tengo sueño. Me iré a dormir — Sin dejar responder a Rak Xia, Han Yu cierra la puerta del cuarto rápidamente y al estar dentro del cuarto, se dirige a la cama de nuevo — Quiero Rak Xia que se vaya de aquí.... — No tenía intenciones de hacer nada, no quería comer, bañarse, ni mucho menos cambiarse de ropa. Solo quería inundarse en la cama y dormir profundamente —.

Mientras dormía, escuchaba entre sus sueños un canto y entendió de inmediato que esa era la canción que le estaba cantando Ishma para arrullarlo mientras lo cargaba para traerlo a la casa del bosque.

En el bosque otoñal, mi pequeño duerme sobre mis brazos y se pregunta entre sueños si algún día podrá encontrar el camino a su dulce hogar, en sus sueños, aparece un zorro y le pide en llanto que lo ayude a calmar su corazón y a darle el amor que anhela tener, si tan solo supiera mi pequeño que aquel zorro también fue un niño perdido entre el fuego. Descansa mi pequeño niño, déjame sanarte con el susurro de mi voz y deja que las hojas doradas te den consuelo, mi pequeño, el mundo ha sido cruel contigo, pero aquí estoy yo junto a ti, siempre de noche y de día, para calmar tu soledad y devolverte de nuevo a tu hogar

Mientras escuchaba esto entre sus sueños, las lágrimas de Han Yu no podían evitar salir de sus ojos. Sollozaba mientras dormía y se abrazaba así mismo al sentir tanta pena. Si no fuera por aquel hombre zorro que lo ayudó esa noche, no sabía que habría pasado con él. En ese instante deseaba ver a Ishma de nuevo, quería volver a sentir ese afecto maternal de él, al recordar que eso jamás iba a pasar, más lágrimas salían de sus ojos.

一個甜蜜的家 (Un Dulce Hogar) [BL] [Danmei] [FINALIZADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora