[♡ Capítulo 9 ♡]

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Un sueño es un mundo donde nosotros podemos ser felices o miserables. Todo depende del estado en el que estemos, puesto que la mayoría de veces lo que se muestra en dicho escenario, es la mera necesidad de sentirse felices o quizás el aviso de algo a futuro.

-Es bueno saber que despertaste.

-Pensé que no vendrías...

-No iba a venir pero tu padre es tan insistente y se atrevió a irrumpir en mi trabajo. -tomó asiento en una silla-. Veo que estás mejor de lo que recuerdo.

-Yan Ming dice que me darán de alta en tres días...

-Entonces avisaré para que tengan tu habitación lista.

-¿No dormiremos juntos?

-Parece que el accidente te afectó la memoria. Iré a llamar al médico.

-Espera Zhan. No es necesario.

-¿Entonces por qué haces preguntas sin sentido? No juegues Wang.

-Pensé que tú me cuidarías, por eso pregunte.

-Descuida que ya contrate a un enfermo para que te pueda atender. -sonrió-. Sabes que estoy muy ocupado con mi negocio y no tendré tiempo para perderlo contigo.

-¿Para qué viniste si no querías venir?

-Ya te lo dije y por cierto. Una vez que te recuperes pedirá la anulación del matrimonio. Y no está en discusión.

-Todavía insistes en lo mismo. Ya te dije que no te daré nada.

-Creo que esta vez sí me darás lo que pido. No puedes seguir engañándome toda la vida.

-¿Engañarte?

-No hablo de tu indiferencia o mejor dicho tu idilio con tu amante.

-Explícate para entenderte.

-En una de tus cláusulas que tú mismo elaboraste con tu padre en los papeles de matrimonio, esta establecido que si una de las dos partes es infiel, podrá concederse su libertad más una suma cuantiosa por daños. -cruzándose de piernas-. Así que tengo las de ganar.

-No tienes pruebas de mi infidelidad. -miraba la ventana-. No puedes amenazarme con esto. Sabes perfectamente que...

-Es curioso pero la misma Yi Ling desea declarar en tu contra y tengo entendido que el adulterio está penado en este país.

-Tu también perderás si se descubre que me eres infiel con Liu.

-¿Crees que soy igual a ti? Por favor, nunca me compares contigo. -levantándose de su asiento-. Así que estás advertido.

-Tengo pruebas de lo que digo.

-Pruebas falsas. Otro cargo más que puede mandarte muchos años a prisión. Ten cuidado.

-No te daré nada.

-Firmas ese divorcio y me das mi libertad o simplemente atente a las consecuencias.

-Jamás me perdonarás por lo que te hice.

-Si tan solo hubieras sido sincero conmigo desde el principio, quizás podría haberte perdonado.

-De verdad dejaste de amarme. -susurro-.

-No te amo, ya no lo hago y solo verte me recuerda por todo lo que pase. -siseo con amargura-. Así que ya sabes lo que debes hacer.

-Aunque solo obtenga tu odio y tu desprecio no cambiaré mi decisión.

-Si deseas seguir viviendo en este infierno hazlo solo, porque no pienso seguir hundiéndome más de lo que ya estoy. -caminando hacia la salida-. Te advierto que buscaré la manera de librarme de esto. -tirando de la manija de la puerta-. Te lo juro.

-No te daré nada, tu eres mío te guste o no. -susurro en silencio-.

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La realidad es totalmente otra y supera más que la ficción. Si bien, en ambos panoramas era el villano, por lo menos en sus sueños fue perdonado y pudo remediar su error. Pero en la vida real el panorama era todo lo contrario y perverso como solía nombrar.

Al despertar pudo vislumbrarse en una cama de hospital conectado a una endovenosa y unos equipos que estaban conectados a su cuerpo. La primera impresión fue desconcertante ya que casi se lástima él mismo, cuando trataba de quitarse el respirador y la vía central de su cuello.

Después de pasar un tiempo sedado, se da con la noticia de que había tenido un accidente desde hace meses y estaba en coma profundo debido al daño que recibió en su cuerpo. Yang Min no daba muchas esperanzas de vida, pero eso al parecer no era un asunto que le quitara el sueño al mismo Zhan, por lo menos fue lo que comentó su padre.

Pero tampoco podía ser tan mezquino al recordar que fue su propia decisión la que lo llevó a este punto de quiebre de su misma vida. Recuerda perfectamente que él mismo sugirió casarse con el menor de los Xiao para salvar su empresa que estaba en quiebra.

Una inyección de dinero era lo más aconsejable en esos casos y sabiendo que Xiao Zhan gustaba de Wang Yibo, su padre ánimo al más joven para llevar a cabo el plan que consistía en casarse por bienes mancomunados y además de tener sexo seguro con un lindo doncel que estaría a su disposición.

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Todo había sido medianamente feliz y tranquilo hasta que apareció un amor del pasado que removió viejos sentimientos en el castaño. Zhao Yi Ling era su amor de juventud que después de encontrarse, ninguno de los dos pudo negarse a entregarse a la pasión que se tenían, puesto que amor no había entre ellos, así que solo por los buenos tiempos decidieron tener sus encuentros clandestinos.

Pero todo siempre se descubre en esta vida y un día sin querer Xiao Zhan se entera de la manera más simple y cliché, aunque deseaba separarse no podía por el contrato que habían firmado y solo beneficiaba al mismo Wang dejando con cero posibilidades al azabache.

Desde ese momento su vida se convirtió en un verdadero calvario en donde sólo era utilizado y despojado a ser la concubina de su marido, puesto que trajo a vivir a la misma casa a Yi Ling dando todo el poder para hacer y deshacer a su propia conveniencia.

En ese momento instante el verdadero infierno en su vida se desató y todo atisbo de tranquilidad se fue al excusado. La sonrisa característica del lindo doncel se había esfumado por completo y sólo miserables ojos tristes se apreciaban en su dolido rostro.

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Todo llegó a un punto de quiebre en donde el nivel emocional colapso llevándolo a una dolorosa depresión, en donde casi se quita la vida sino fuera por la intervención e interés por parte de Liu oportunamente junto a Ren Min y Zhu Xu Dan.

Amor con dolor se pagaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora