Amor con dolor se paga

[♡ Capítulo 10 ♡]

La humillación y falta de respeto no se hicieron esperar en la familia Wang cuando regresaron a casa, aunque en términos reales los ataques solo llegaron de parte del patriarca y de la hermana menor Wang Ji Liao, la cual aún pensaba que su hermano era una víctima más del doncel.

Wang Hao Xuan no era partícipe de ningún ataque pero tampoco estaba a favor de lo que hacía Zhan. Así que tomó la decisión de salirse de casa y vivir en un lugar lejos de su tormentosa familia.

-¿A dónde vas tan temprano Zhan?

-....

-¿No piensas responder a tu esposo? Eso es una falta de respeto. -bufo con molestia-.

-...

-Déjalo A Liao. -suspiro con pesar-.

-Buen provecho. -se levantó de la mesa y salió hacia la biblioteca-.

-No se como permites que tu esposo te trate así. Deberías de ponerlo en su lugar.

-No te metas Mei Mei. -masajeo su cabeza por la tensión que empezaba a presentar-.

-Hazle caso a tu hermano A Liao. Es mejor no involucrarse o terminarás perdiendo.

-Gracias A Die.

-levantándose de su asiento-. Iré a descansar.

Wang Qireng miraba con pena a su hijo pero al final de todo lo acontecido entendió que actuó mal su pequeño retoño y ahora pagaba las consecuencias. Sentía que le había fallado a su difunta esposa Carman Lee y aseguraba que estaría maldiciendo por sus acciones ya que apañó todas sus malas acciones sin descaro alguno.

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La hermosa mujer que en su corta vida como Madam Wang fue respetada y envidiada por todos, realmente desearía no haber caído en manos de aquella familia. Pero algo similar le había pasado a su nuero; aunque la diferencia radica en que siempre supo que jamás tendría su corazón como amante.

Algo que Xiao Zhan sí logró al final con sus pequeñas acciones y detalles que fueron correspondidos con desplantes y malas caras por parte de su esposo. La indiferencia y las palabras hirientes fueron los que forjaron al obstinado y voluntarioso muchacho que no medía sus acciones y el daño que dejaba en la familia. Tal y como lo hicieron con él.

-¿Podemos hablar un momento?

-Está hablando señor. -su mirada seguía fija en su laptop-.

-No demorará lo que tengo que decirte.

-...

-Quizás es algo que tanto ansias desde que sabes la verdad y te lo debo muchacho. Haré que mi hijo te de tu libertad.

-¿Qué trama señor? No le creo su acto así que diga qué busca de mi.

-Solo quiero la felicidad de mi hijo y ese no eres tú. De eso estaba hasta un ciego puede darse cuenta.

-Por lo menos usted si se da cuenta, pero Yibo jamás me dará mi libertad en buenos términos. -ahora lo miraba con curiosidad-. ¿Cómo podría creerle que usted puede...

-Fui yo quien redacto los papeles y se como darte tu libertad sin que esto se torne más dramático de lo que viene siendo. -mirándolo con cansancio-. No quiero perder a mi hijo aun que estoy a tiempo de remediar todo lo que origine.

-No le creo nada. Debes estar tramando algo para quitarme lo poco que tengo y eso no pienso permitirlo.

-Déjame contarte algo muy delicado.

-¿Qué es?

-¿Alguna vez escuchaste el nombre de Carman Lee?

-Nunca.

-Ella era mi esposa.

-La madre de sus hijos.

-Y la única persona que me amó hasta el final de sus días. -miraba tristemente la foto-.

-Nunca amó a su esposa...

-Nuestro matrimonio fue arreglado y de mutuo acuerdo. Yo amaba a otra persona la cual era el hermano de Carman.

-¿Hermano?

-Si. Su hermano Ruhoan era a quien verdaderamente amo hasta ahora, aunque jamás supo corresponder mis sentimientos. -hizo una mueca de fastidio al recordar-.

-No entiendo porque me cuenta esto ¿A dónde quiere llegar?

-Carman era como tú.

-¿Cómo yo?

-Inocente e indiferente a la verdad.

-Usted utilizó a su esposa...

-No de esa manera. Pero si la use y no sabes como me lamento todo el tiempo por el daño que le cause.

-Si ya hubo alguien que sufrió... No entiendo por qué repetir la historia conmigo. Usted es igual e incluso peor que su hijo.

-Sé que mis razones no son válidas pero cuando estás enamorado eres capaz de cualquier cosa.

-No se a donde quiera llegar con esto, pero no me gusta nada lo que escucharé.

-Sus días fueron demasiado grises y amargos desde que pisó el lugar, algo similar a lo que tu viviste; pero todo cambió cuando llegaron sus pequeñas luces a su vida. Así solía llamar a nuestros hijos.

-Continúe.

-Aquellos diablillos alegraban su triste estancia en la jaula de oro donde la condene. Wang Yibo era el mayor de los hermanos. Caprichoso con un corazón dulce para sus seres queridos, pero podría llegar a ser terco y obstinado.

-Eso lo sé.

-Wang Hao Xuan, era el más sensato de todos y reflexivo; se tenía grandes expectativas para con él pero nunca imaginamos que sus decisiones lo hiciera tomar otro rumbo diferente al que planeamos.

-Nadie puede predecir el futuro.

-La pequeña y última integrante que vino fue la cereza del pastel Wang Jiliao; era la consentida de la familia por ser la única mujer.

-Eso está más que claro. Lo que deseaba lo conseguía sin mediar los métodos empleados. Lo siento.

Qireng sabía que su hija era buena y a veces se comportaba de una manera que hacía pensar a las personas de forma errónea, pero ya no trataría de explicar algo que nadie podía ver. Sabía que aquello le traería problemas más adelante a su pequeño sol.

-Es la verdad muchacho. Soy consciente de todo lo que hice y se ve reflejado en mis hijos. Por eso deseo ayudarte.

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-Bo Ge. De verdad no deberías permitir esa falta de respeto de tu marido.

-No es tan fácil de entender.

-Puede entender que hay problemas en el paraíso, pero siempre deben tratar de arreglar sus diferencias.

-Lo intentaré. Gracias por el consejo.

-Bien. Eso es lo más saludable y además me cae muy bien mi cuñado.

-¿Lo dices en serio?

-Si. Sabes que nunca jugaría con algo de esa magnitud.

-Pensé que no te agradaba.

-No se porque piensan mal de mí pero me da igual. -levantándose de su asiento-. Iré con los chicos a comer fuera.