Amor con dolor se paga

[♡ Capítulo 6 ♡]

-En nuestro mundo la lealtad es lo único que vale y cuenta. Así que te preguntaré esto por única vez Wang Yibo. De tu decisión depende la vida de tu hija y tu mujer.

-¿Qué quieres? Solo dilo.

-Bien. -caminaba hacia la ventana-. Zhan me dio potestad para hacer contigo lo que me plazca y curiosamente no deseo matarte ni a tu mujer e hija.

-Entonces...

-La familia de tu primo falleció, tu madre fue asesinada y tu padre es rehén de Wen Ruhoan. No tienes muchas personas que cuidar.

-Llega al punto.

-Solo hay una condición que deberás cumplirla. Es simple.

-Dilo.

-No tomará represalias con los Xiao o la familia de los Wen.

-Continua...

-Una vez que rompas el pacto date por muerto. Pero primero verás cómo tú hija será vendida en partes en las carnicerías.

-No te atreverías a usar a mi familia. Tu no eres capaz de jugar sucio como ellos.

-No es mi estilo pero lo haría por diversión. Dime ¿Aceptas?

-Acepto.

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¿Qué es peor? Firmar el pacto con el diablo o ser su fiel servidor.

Wang Yibo estaba amarrado de por vida con los rusos por gratitud al haberles salvado su vida y la de su pequeña familia. La única tarea que tenía era mantener a raya a su mujer para que no generará más conflictos de los que ya habían tenido.

-¿Qué debo hacer?

-Simple y sencillo. -entregando unas fotos-. Serás su guardaespaldas pero no te atrevas a seducirla. No es alguien con quien deseas jugar.

-¿Me estás amenazando? .-sonreía con malicia-.

-Yo no amenazó en vano. -apuntó con el arma su hombría-. Solo te advierto lo que puede pasar. Yo no soy Xiao Zhan y puedo hacer peores cosas a diferencia de él... mmm.

-Ambos son asesinos y mafiosos. Tienen mayor similitud de lo que aparentaba.

-Te quedarás con la duda. -mirándolo minuciosamente-.

-Puedo saberlo algún día.

-Mejor no te lo digo. Por mi parte jamás sabrás lo que perdiste por escoger el lado equivocado.

Desde ese momento se quedó con aquella duda impregnada en su interior. Ahora más que nunca deseaba saber lo que realmente escondía Xiao Zhan, puesto que él mismo le recrimina algo que aún no llegaba a entender.

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Pero ¿Cuánto durará el tratado de paz?

Otros cinco años transcurrieron sin conflictos ni novedades. Xiao Zhan había dejado a sus cuñados al mando del negocio mientras él viajaba en toda Europa por sus conciertos. Todo iba de maravilla y hasta un nuevo pretendiente aparecía en su vida para alegrar sus días.

Pero alguien tenía otros planes diferentes, sobre todo porque deseaba verlo miserablemente triste y acabado como siempre lo soñó desde que tenía ocho años. Un secreto de familia sería revelado en el peor momento de la situación, donde los ánimos estaban en su máximo esplendor.

-Ok. Dejen sus cursilerías para su habitación.

-Zhan Zhan. Déjanos ser con mi Lan Zhan. -hablo mientras se colgaba de su espalda-.

-Wuxian deja de jugar. Vas a quebrar a tu marido. Recuerda que ya no eres tan joven.

-Pero ambos somos super flexibles.

-tomándolo del brazo bruscamente-. Debo llevarte a un lugar especial A Ying. Adiós cuñado.

Zhan solo los dejo ser, no podía decir nada cuando el era peor que su hermano cuando estaba con Lan Huan, pero eso no debía saberlo más que su colchón y su almohada que ayudaba a amortiguar sus gritos.

-Nos pusimos románticos...

-Se pusieron cachondos Aiden. Pero déjalos que se vayan.

-Pero son divertidos. -reía-.

-No creo que te interese ver sexo gay en vivo...

-ruborizándose-. Para eso pago membresía.

-Bien y dime ¿Qué te trae a mi casa?

-Bueno. Debo hablar de algo muy serio. Descubrí algo sin querer que quizás te interese cuando hacía negocios.

-Soy todo oídos.

-Me enteré de casualidad cuando hablaba con Tian de algo muy serio y relacionado con los Zhao. Quizás te llegue a interesar.

-Dime. Ve al grano. Tengo cosas que hacer.

-entregando una carpeta-. Deberías mostrárselo para que de una vez se de cuenta de la familia que se carga.

-Los Zhao no son mi problema. -leía detenidamente la carpeta-.

-Me pareció oportuno que supieras de esto.

-Esto les incumbe a ellos. -bufo-. Que fichita resultó ser... Pero eso que tendría...

-Antes de que digas algo llega hasta el final.

-No puede ser. Fue ella quien asesinó a Zhu Xu Dan y a Wen Han... Maldita perra. La mataré con mis manos.

-No me gustan los detalles. Pero sentí que debía avisarte.

-Se metió con mi familia Aiden. Eso no puedo pasarlo por alto.

-La pequeña Xu Dan me agradaba mucho y aún hay más detalles.

-¿Qué mierda? ¡¿También está involucrado en esto?!

-Lamentablemente si.

-Gracias. -cerró la carpeta y su expresión cambió-.

-No me agradezcas aun. Sabes que debes hacer para pagarme.

-Sobre ese tema. Ya está todo listo. Solo debes ir a su casa. No te preocupes que no te romperá la piernas. Me aseguré de calmarla.

-Uhmmm agresiva y bonita. Demasiado para mi...

Ambos chicos miraban el atardecer con planes a futuro con sus respectivas vidas, a pesar de compartir un vínculo muy fuerte como lo era su pequeño Sebastián, sabían que su relación era plenamente de amistad.

Amor no había entre ellos. La relación que existe y seguirá hasta el final es de amistad que por raras circunstancias los unía su hijo.

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Al pasar el tiempo no podía entender el cambio de actitud de Zhan, al principio siempre evitó verlo o cruzarse en las reuniones donde debía cuidar a la amante de Aiden, pero ahora se mostraba como solía ser al principio.

Este cambio lo desconcertó y por un momento olvidó todo lo que le hizo, hasta llegó a pensar que quizás las cosas que le hizo fue porque un espíritu se apoderó de su cuerpo.

Mientras más hablaban, más cercanos se volvían aunque Zhan siempre mostraba distancia con él. Podía entenderlo pero no sabía hasta cuándo duraría la amabilidad que existía. Incluso Li Ying estaba empezando a darse cuenta y no le gustaba para nada.

Por lo cual no demoraron en saltar los celos enfermizos y tóxicos. A veces hasta se ensaña con su misma hija cuando no podía estar con su esposo al lado. Ya no compartían la vida de pareja desde hace tiempo y eso empezaba a sacarle de casillas.