Día 1

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Día 1: Detrás de un buen capitán comandante, hay un gran hombre.

Ser el compañero del actual capitán comandante traía consigo una responsabilidad especial.

Juushiro no esconde una sonrisita cuando ve a Shunsui llegar a sus aposentos compartidos bastante tarde por la noche. Es la primera vez, desde que asumió el cargo en situación crítica, que lo ve así de relajado... Y le da gusto.

Luego de largos años de trabajo duro, el capitán Kyoraku incentivó una pequeña celebración en su escuadrón uno, honrando el esfuerzo de todos sus miembros. Por supuesto, el buen alcohol no pudo faltar a pesar de las quejas de su co-teniente (aunque renuente, especialmente por los métodos de su capitán, Ise Nanao no negó que realmente se lo merecían) con el que se pasaron las horas entre brindis, anécdotas y risas.

—Dichosos los ojos que te ven, guapo.

El coqueteo desvergonzado (y borracho) de Shunsui le hace reír esta vez, divertido por esta actitud que ha presenciado cientos de veces, pero halagado su corazón como si fuera un adolescente otra vez al que su enamorado le lanza un piropo. Así es el amor, nunca pierde sus efectos.

—Veo que se la pasaron bien—Juushiro le da una mano con el haori rosado, despojándolo personalmente de los hombros anchos.

Hay un zumbido afirmativo y luego brazos fuertes a su alrededor cuando la primera prenda ya no está estorbándole .

—Pero aún la noche es joven...

Y esos labios atrevidos capturan los suyos en un beso entorpecido, pero lleno del fervor que caracteriza al amor del mismísimo Kyoraku Shunsui. Juushiro no niega que se deja llevar, derretido en este beso que inconsciente esperaba tener, correspondiéndole con la misma intensidad, porque su amor no ha sido menos apasionado...

Sin embargo, Juushiro necesita que este amante suyo vaya a descansar para sus actividades dentro de unas pocas horas. Y sabe bien qué hacer.

Así que, mientras sus bocas se mueven en su danza ya experta, Juushiro cuela sus manos en el torso de la prenda normalmente abierta. Desliza los dedos sobre la piel bronceada y tonificada y... Aprieta los costados de la cintura.

El sonido que escapa de la boca de Shunsui es cómico y encantador a la vez.

La verdad es que el capitán comandante tiene zonas un poco sensibles... Que Juushiro, y nadie más, conoce bastante bien, descubriendolas con el paso de los años compartidos. Quién diría que este gran hombre fuera cosquilloso.

—Juu... —la queja es más la de un niño al que se le ha privado de su cosa favorita en el mundo (los besos de su amante, claro que si)

—¿Si, Shun? — y Juushiro, inocente, lo compensa con un beso en la mejilla, sus manos firmes y en advertencia en el mismo lugar.

—Qué cruel —¿Es eso un mohín en esa boca que hace nada devoraba la suya? —. Tú deberías ser el capitán comandante.

Juushiro se ríe y acuna una mejilla con cariño, ya menos perverso .

Han hablado de esto tantas veces. Sí bien en varias ha sido de forma casual, como ahora, también lo han debatido más en serio. Shunsui siempre afirmará que Juushiro es el más capacitado (en parte por razón, en parte por su propia pereza de gobernar) pero al final fue él el elegido por su maestro. Además, Juushiro apenas sobrevivió .

—Estar a tu lado es el mayor honor que puedo recibir —menciona Juushiro de todo corazón.

La mirada de Shunsui se suaviza, sus ojos grises ya más lúcidos, y atrapa la mano en su rostro para venerarla con un pequeño beso.

—El honor es todo mío.

Si bien es Shunsui quien lleva el título, Juushiro también carga una parte de este como nada menos que su compañero de vida.

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Un solo corazón | Bleach - Shunuki WeekDonde viven las historias. Descúbrelo ahora