Un solo corazón | Bleach - Shunuki Week

Día 7

Se pasó la semana volando... Bueno, ¡El último día está aquí!

Estoy contenta de haber llegado hasta aquí, fue liberador dedicarle una historia diferente cada día, le hizo mucho bien a mi corazoncito que pasa los días inquieto.

Para cerrar este pequeño proyecto, algo tierno y muy significativo para los dos.

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Día 7: Un solo corazón... Hasta la eternidad.

El antiguo capitán del escuadrón trece ha sido citado a la sala de reuniones del capitán comandante en el escuadrón uno. Y por primera vez en las largas épocas que permaneció en su cargo, visitando este lugar hasta el cansancio, Juushiro está bastante nervioso .

Mientras espera en las afueras su permiso, piensa en todo y nada a la vez. Los años pasaron, las cosas cambiaron... Y para él no fue la excepción. Luego de la desgarradora guerra, en la que él mismo apenas sobrevivió, cedió su cargo apenas pudo dejar la cama en la que estuvo postrado por un largo tiempo. No era que ya no pudiera seguir liderando, solo es consciente que debía darle paso a las siguientes generaciones. Y su sucesora, sin lugar a dudas, es más que digna de su nuevo cargo.

Ahora, con las cosas asentándose poco a poco, su futuro se volvió incierto.

Para esta reunión no sabía qué vestir. Ya no tiene su haori de capitán por obvias razones y asistir de negro como un shinigami común no le pareció lo más ideal. Entonces, vio el fino traje en azul cobalto entre sus ropas y se lo puso, solo para probar. Y cuando se miró en el espejo, escuchó la voz de Shunsui en su cabeza diciéndole que lo usara, que esperaba verlo en este en su convocatoria. Bueno, después de todo fue Shunsui quien se lo obsequió.

—Ukitake -san , puede pasar.

La co-teniente del escuadrón anfitrión lo saca de sus pensamientos, memorias aún frescas, dándole el permiso de avanzar. Juushiro no sabe cómo interpretar la expresión en la Nanao que se ha vuelto más madura y firme, tan parecida a su difunta madre.

—Gracias —apenas puede dar este agradecimiento.

Las grandes puertas se abren ante él y la luz del interior lo ciega por un breve instante, como si realmente fuera un shinigami novato ahora. Cierra los ojos con fuerza, llenándose de valor, y toma una respiración profunda antes de avanzar al interior...

Los doce capitanes de los distintos escuadrones se agrupan en dos filas, del dos al trece, y al frente el capitán comandante claramente lo espera. Shunsui desprende autoridad, pero no ha perdido su característica calma ¿O es porque Juushiro lo conoce como nadie más que lo puede notar? Sea lo que sea, verlo tranquiliza un poquito sus nervios, sustituyéndolo por orgullo y satisfacción

Al parecer Juushiro no es el único cargado de incertidumbre, pues el resto no parece del todo diferente. Puede que Shunsui los haya citado tan de repente como a él, queriendo anunciar importantes decisiones de las que no dio ni una sola pista.

No hay palabras por unos momentos, solo un silencio pesado inundando la estancia, y cuando las puertas se cierran Shunsui es el que avanza esta vez directamente hacia a Juushiro, quien permanece quieto del otro lado.

—Ukitake Juushiro —la voz de Shunsui es fuerte y clara, pero serena y segura. Juushiro no puede recordar cuándo fue la última vez que lo llamó por su nombre completo, realmente tiene que haber algo muy serio aquí —. Antiguo capitán del trece, un servidor valioso y leal...

Juushiro lo entiende ahora, ya han decidido qué hacer con él.

—Tengo una propuesta de la que no puedo permitir un rechazo.