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La mañana toca penosamente la ventana cubierta del joven vampiro, quien abre sus cuencas con pesadez y pereza. No quería levantarse aún, necesitaba 10 minutos más, a veces era tan satisfactorio dormir que le parecía mejor idea jamás salir de la cama.

Pero "esa no es la actitud de un Crayon" decía la voz de su padre en su cabeza, haciéndolo quejarse con un gruñido por lo bajo. Justamente al sentarse en su cama tallando sus cuencas, entra Suave con su actitud tranquila de siempre.

--- Joven Jasper, buenos días, ¿ha dormido bien?---

--- Mrh...buenos días Suave, creo...tanto que no quería dejar la cama, pero..--- Dice el menor sobando sus cuencas para levantarse.--- Ya estoy listo, ¿qué vamos a comer hoy?--- Pregunta con algo de curiosidad, siendo guiado por el mayordomo en el pasillo.

El padre del niño no se encontraba ahora mismo, tuvo que salir por asuntos pendientes como mandó decir con Fibi, Jasper reaccionó como sin importancia, sabiendo que en el interior no le sentaba muy bien la constante ausencia de su padre.

Jasper no musitó palabra en casi todo el desayuno, la mayor parte de la conversación que se escuchaba en el lugar era dirigida por Gazelle y Clarance. El joven vampiro sólo se encontraba comiendo lentamente sin prestar atención, con una mirada apagada muy notoria.

--- Disculpe, joven Jasper.--- Fibi se dirige a él suavemente, a lo que el menor responde mirándola recién salido de su trance.--- El señor Fallacy no pudo darle su lección de piano el día de hoy, así que me encargó también a decirle que Suave será su tutor por hoy.---

---¿De verdad?--- Responde él recuperando el brillo en sus orbes.

--- Si joven, seré yo por hoy, de hecho eh...El señor Fallacy pidió un pequeño recital en el atardecer, cuando él llegue, esto para tener constancia de su progreso.--- El mayordomo se inclina hacia el frente en forma de reverencia, a lo que el niño ríe alegre y lo abraza rompiendo toda norma de etiqueta enseñada por su padre.

Pero no pasa nada, el joven y la servidumbre tienen la confianza de una pequeña familia. Razón por la que se permiten muestras de cariño frecuentes, incluso con Fallacy presente, eso sí, con moderación, a nadie en el castillo le gusta sentir la mirada intensa del vampiro más longevo en la nuca.

---¡Muy bien entonces! ¿Podemos ir ya mismo?--- Jasper había terminado su desayuno con mayor rapidez de la que había empezado.

--- Por supuesto, iré preparando el salón.--- Dice el mayordomo para ser seguido por el niño casi al instante.

--- Iré con usted, quiero que padre quede mudo con mi presentación.--- Habla con seguridad y ánimo, actitud respondida con una sonrisa tranquila de Suave.
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El joven artista estuvo ansioso toda la tarde al no tener casi nada que hacer, es más, se dispuso a comenzar la labor de limpieza de du hogar antes de tiempo, habiendo terminado incluso algo rápido, se sentía aburrido así que por el momento su mejor opción fue tocar algo de música, le ayudaba a liberar el estrés desde siempre.

El viejo violín de madera clara que le habían dado sus padres con tanto esfuerzo había sido su compañero inseparable de siempre. Tenía un par de pinceladas, formas y patrones que se asemejaban a las flores o al viento, un bonito distintivo que su yo de niño dejó.

Estaba inspirado así que no vio mejor opción que tocar melodías tranquilas y alegres, no es muy común que sus obras tengan que ver con la tristeza, el miedo o algún otro sentimiento negativo y oscuro. Otro de sus pequeños sueños era poder tocar música junto a alguien más, sin embargo sentía que sus planes eran frustrados al enterarse que la mayoría (sí no es que todos) se encontraban en la seguridad de la capital, París.

《• Saviour •》|| Fallacy × EncreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora