Día 5

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No me pregunten qué mierda ocurrió después, hasta donde yo sé, no topé a Lars hasta el día siguiente, sé que Clifford regresó a casa en algún punto de la madrugada que no logro recapitular. El punto es que desperté dentro de la bañera, Cliff estaba al lado mío con los pantalones hasta los tobillos, orinando mientras fumaba un cigarrillo. El sonido de la orina contra el váter me despertó y encontrarme con esta escena me hizo gritar aterrado.

— Menuda noche, ehh... —Exhaló el humo con toda la calma.

— Me quiero morir —Declaré—. ¿Cómo mierda acabé aquí?

— Cuando regresé te dije que tenías los pantalones mojados, llenos de pis, y fuiste a la ducha, pero te dormiste.

— Ahhh... —No conecté las piezas, a decir verdad— ¿Y qué te pasó que desapareciste?

Se encogió de hombros y se sacudió el miembro antes de tirar la cadena y arreglarse la ropa.

— Tuviste razón con que fue mala idea perseguir a esos mongolos.

— Ey, pero las risas no faltaron —Forcé una sonrisa y él me siguió el juego. Se lavó las manos después de tirar la colilla al interior del váter.

Salió del cuarto de baño y la resaca me pegó como golpe en el hocico. Dios mío, jamás había sentido un dolor de cabeza y estómago tan intenso como en este momento. Me las arreglé para descargar el cúmulo de bilis de mi estómago dentro de la taza y me desplomé sobre el suelo un par de segundos. ¿Cómo estará el resto que se involucró de modo directo en la pelea? Clifford lucía normal, pero es que a veces sospecho que él es una entidad divina y por eso da la impresión de que es perfecto siempre.

Al agarrar fuerzas, me levanté y me quité la ropa, y me di el baño que realmente necesitaba. Apesto a orina de la peor manera posible. El agua se sintió tan rica, me despertó de golpe y me hizo comprender la estupidez que hice anoche, arghh... Menos mal controlé la chota. ¿Se acordarán estos giles de la odisea que vivimos con el grupo de 'Brayans'?

Salí con una toalla rodeando mi cintura, el agua caía por mi espalda pues no me sequé los rizos.

— ¿Por qué mierda están tan normales? —Cuestioné sin saber si reír o llorar, las dos opciones me harían vomitar otra vez.

— Mientras tú dormías, nosotros ordenamos a domicilio una sopa de mariscal y nos bebimos unos vasos de leche —Empezó a relatar James, tenía la nariz y el párpado izquierdo hinchados por la pelea—, y fua, revivimos de la nada.

— No te guardamos nada porque eres vegetariano, Kirk, lo siento mucho... —Lars hizo una mueca. Me llevé la palma a la cara, plantándola con fuerza—. Ahora vamos a preparar el almuerzo, puedes ir a descansar mientras...

— Gracias —Gruñí por debajo.

En nuestro cuarto me sequé el cabello y coloqué ropa limpia, con los ojos cerrados ya que así el dolor era más llevadero. Posterior a ello, me eché en la cama todavía sin abrir los párpados, no planeaba dormir, descansar mi maltratado cuerpo tal vez. Deslicé mi mano por las sábanas hacia el lado de la cama de Lars, permanecía cálido del punto en que él descansó horas atrás.

Imaginé que él estaba acostado a mi lado, olfateé profundo y su esencia me envolvió. La habitación apestaba a alcohol, cierto, no obstante, el olor de su pequeña anatomía lo reconozco. Su sudor y su perfume mezclados son tan característicos... Abrí los ojos, impactado, al sentir algo duro en la sábana, pegado a ésta. Posé mi vista allí. ¿Es lo que yo pensaba que era...? Mientras yo luchaba por sobrevivir en el sillón y de calmar mis hormonas, Lars estuvo en la cama, estimulándose a sí mismo... El sólo plantearme esa idea me colocó los pelos de punta y mi cara ardió de bochorno, oh, Dios...

Psicología (Metallica, KLARS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora