Día 1

242 18 6
                                    

A veces, a veces siento que soy un idiota que no mide sus acciones a pesar de que soy la persona más racional y calmada que exista, después de Cliff, claro, lo de él no es normal. Pero dejemos de hablar de otras personas, lo importante soy yo y mis problemas dignos de quinceañero.

Mi nombre es Kirk Hammett, un estudiante de penúltimo año de escuela, tengo 17 años y... ahora que miro en retrospectiva, aunque me negara a tomar esta decisión grupal, no significaría nada, tres contra uno supera. Ni los mejores argumentos plagados de labia los haría entrar en razón.

Ok, ya me dejo de giladas, ¿qué pasó ahora que ando de llorón? Pos, miren, en la clase de psicología nos dieron una oportunidad estrella para acabar el semestre: en vez de dar el examen escrito aburrido, ese día lo tendremos libre y durante las vacaciones de invierno podremos grabar una mini-película, tipo reality show en donde convivirán cuatro personas y haremos un reporte escrito aplicando la materia visto en clases para analizar nuestro comportamiento.

De vuelta de vacaciones, la profe dijo que veríamos los vídeos para pasar el rato y divertirnos, sin acusarnos a nuestros padres en caso de que consumiéramos alcohol o hiciéramos un desmadre. Conozco a esa doña, es buena onda y abierta de mente, siempre nos ha hecho mirar más allá de lo establecido.

En fin, que me enredo: No me preocupa tanto que mis babosos compañeros de clase se enteren de mi estilo de vida destructivo e incluso, casi suicida de tanto daño que me hago a modo de castigo, qué va, podemos decir que soy un drogado funcional. ¿O era "depresivo funcional" el concepto? Ya ni me acuerdo, los nervios me pueden.

¡Mi auténtica preocupación es que el mundo se entere de que soy gay y me gusta mi mejor amigo Lars! Es humillante. Ni siquiera yo soy capaz de aceptarlo todavía, él me engatusa cada día con sus bromas y actitud protectora conmigo, mientras el resto ignora mi miseria.

El padre de Cliff nos prestó su cabaña en la playa, sí, invierno y un frío para congelarse el culo, sin embargo, si vamos a estar todos encerrados, mejor que sea en un ambiente distinto para sacar a flote nuestros instintos. Parecía una idea muy divertida, ¿verdad? ¡Estoy cagado! No quiero perder mis amistades ni mi dignidad por una miserable nota.

Hoy es el día número uno de nuestra aventura, tenemos tres cámaras, dos para los dormitorios y la restante para irla moviendo por la casa. Planeamos tener una cuarta para meterla en el baño y así hacer las confesiones, pero es re invasivo, al final desechamos dicha posibilidad.

Durante el viaje en el coche estuve en completo silencio. En la parte trasera íbamos yo, al centro James y al otro costado Lars. Cliff y su padre estaban situados adelante.

— Enano, deja de enfocarme —Se quejó el rubio, echándose para el lado, casi aplastándome.

— ¡Ouch! —Bramé por la presión.

— ¡No te estoy enfocando! —Contradijo el chico que me gusta, estaba grabándose a sí mismo con la cámara volteada.

— ¡Igual me veo en la toma!

— Chicos, ¿tan rápido ya empezamos con las peleas del reality? —Interpuso Cliff— ¡Todavía ni llegamos a la casa!

— Van a tener una semana de locos, parece —Opinó su padre.

Y que lo diga, estimado.

Al arribar en la cabaña, literalmente arrojamos nuestras maletas dentro de mala gana.

— Ese viaje de tres horas me dejó con el culo plano —Opinó Lars, haciendo estiramientos frente a la cámara que situó en la mesa del comedor, el resto nos repartimos por distintos puntos de la habitación.

— Yo quiero dormir hasta que termine la semana —Comentó Hetfield, separando sus pertenencias de las de los demás.

— Vaya, hasta quieres irte a dormir sobrio, hombre, tampoco estuvo tan horrible el viaje —Observó Burton.

— Es fácil cuando te fuiste durmiendo la mitad del camino. Y sin un chaneque con complejo de protagonista.

— ¿Estás hablando de mí? —El de baja estatura parecía ofendido.

— Kirk anda demasiado callado hoy —Cambió de tema el que recién se quejaba.

Todos voltearon a verme, aclaré mi garganta y rodé los ojos simulando estar molesto.

— No eres el único cansado, James —Mi voz sonó más irritante de lo que pretendí.

— Ya, igual no es tan temprano —Cliff tomó la iniciativa de las decisiones entretanto miraba un reloj de pared—. Son las diez, ¿les parece que acordemos las habitaciones y descansamos?

Y lo hicimos de la forma más madura posible.

— ¡La puta madre! —Exclamé después de perder tres veces seguidas al 'piedra-papel-tijeras'. El perdedor compartía cuarto con Lars y su mal dormir— ¡No se vale!

— No es culpa mía que seas tan malo, negro.

Rodé los ojos por esas palabras del rubio.

— ¡Kirk perdió el torneo de 'piedra-papel-tijeras'! —Narró Ulrich a la cámara— ¡Tendrá el enorme placer de dormir conmigo! —Volteó a filmarme, tapé mi cara de inmediato— Al dormir de cucharita, ¿quieres ir adelante o atrás?

— Jódete.

Dos habitaciones con una cama matrimonial cada una. Por lo menos tendría mi propio espacio en vez de desesperarme por el posible roce. No sé si tras mi último diálogo mis mejillas se sonrojaron, espero que no. Es tan idiota y lindo.

En nuestro cuarto, comencé a ordenar nuestra ropa en los cajones, sí: Nuestra.

— Gracias por querer guardar las cosas de mi maleta. No sé qué sería sin ti, Kirky —Comentó, todavía grabándose la cara, haciendo un espectáculo acostado en la cama: se arrojaba papas fritas y las atrapaba con la boca.

— Con tal de no aparecer en tu vídeo...

— Tendrás que mostrar tu carita tarde o temprano.

— Estoy demasiado cansado hoy... —Suspiré, ya casi terminaba con su maleta— Tus calzones los guardas tú, no pienso tocar eso —Advertí, tratando de poner cara de asco.

— ¡Oh, no! —Exclamó en tono dramático— ¡Kirky ha visto mis calzones! —Sonó tan estúpido que no evité carcajear— ¡Já! Sabía que no podías andar tan amargado hoy.

— Es el cansancio Lars, dejemos este día para descansar el viaje y te aseguro que el reality mañana se pondrá bueno —Me eché en el otro costado de la cama.

Él apagó la cámara.

— Estos serán nuestros lados, supongo —Declaré.

— Owww, ¿no me vas a abrazar para soportar el frío?

— No, gracias, no tengo hambre.

Me acosté por completo en la cama, dándole la espalda y tapándome con las mantas. Me había quitado las zapatillas antes de ordenar las pertenencias de ambos así que estaba listo para dormir, el asunto me consumió tanto que me daba lo mismo usar ropa casual para acostarme.

— Kirky está gruñoncito por el sueño —Me dio toquecitos en la costilla y chillé, no sin saltar como un imbécil por la impresión. No respondí con palabras—. Descansa, el semestre nos ha jodido mucho y tú nunca te das tiempo para respirar. Espero tengamos una bonita semana y no te mates pensando en el estúpido reporte que nos queda.

— Gracias... —Susurré con un nudo en la garganta. Es tan lindo que sea así de preocupado por cada detalle y mis emociones. No quiero ser antipático con él, sin embargo, ablandarme tanto me delataría...

— Duerme bien. Yo seguro me como otro snack antes de dormirme igual —Fueron sus últimas palabras antes de darme otro toque en la cosquilla, ahora no reaccioné de modo violento. Mordí mi labio inferior. Él sabe que soy sensible y por eso lo hace.

Cerré los ojos antes de exhalar profundo. Recién partimos y queda mucho por delante.

Psicología (Metallica, KLARS)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora