Despertó con un inmenso dolor de cabeza y con la garganta seca.
Había llorado tanto que se quedó dormida, pero eso ahora le pasaba a factura.
Se levantó, tomó agua y se preparó para ir a la escuela. Obvio no tenía ganas de ir, pero si no iba, iba a verse sospechosa.
Tomó la scrunchie que él le había regalado y se la puso en el cabello, después salió.
Llegó a la escuela y la maestra de deportes les indicó que fueran al gimnasio.
Estando ahí, el director dijo las palabras de siempre y dieron un minuto de silencio. Yan había llorado tanto el día anterior que ahora no podía más. Además, le dolía la cabeza horrores.
Después de eso salió y se sentó en una banca, esperando a que llegara la policía a interrogarla.
—¿Qué eras de él?
—su amiga —respondió suspirando.
—¿Eran cercanos?
—sí, lo éramos.
—¿Dónde estabas en ese momento?
—en la terraza, puede confirmarlo con Dora Tamamoto.
—¿Sabes de alguien que quisiera hacer algo? ¿Un acosador o algo?
Ayano no sabía si decir sobre su acosador, sabía que probablemente no le creerían porque no había evidencias.
—no, él se acababa de mudar.
El policía agradeció y la dejó sola.
Ayano sacó los audífonos que Osano y decidió poner la playlist que este le había hecho. La puso en aleatorio y le salió la canción que le había gustado. Descubrió que su nombre era "One Year Of Love" de Queen y no pudo evitar llorar de nuevo.
"¿De dónde salen tantas lágrimas?" pensó mientras se limpiaba la cara.
Le dolía la pérdida de su amigo, porque era una parte importante de su vida —su infancia— y, además, era la persona que hizo que tuviera emociones. Además de eso, se estaba enamorando y si Osano se le hubiera declarado, probablemente le habría dicho que sí.
Se volvió a secar los ojos y miró hacia arriba con la esperanza de parar de llorar.
Sintió que alguien se sentaba a su lado, así que se quitó los audífonos. Se dio cuenta que jamás había visto a ese chico antes.
Llevaba una banda roja en el brazo, indicando que era el líder de un club. Ayano descifró que era del club de cocina porque llevaba una bandeja con cupcakes.
El chico era castaño y tenía el cabello ni muy largo ni muy corto, tenía la piel muy blanca y adorables ojos azules. Inspiraba mucha ternura.
—oh, disculpa. Noté que estabas triste y no pude resistirme a acercarme. Me parte el corazón el ver a alguien así —incluso tenía una voz suave.
Ayano suspiró.
—gracias —dijo por cortesía.
—¿Puedo preguntar qué pasa?
La amabilidad del chico fue suficiente para que Ayano decidiera responder de igual manera.
—yo, mi amigo murió —respondió con tristeza.
Era muy extraño para Ayano el hecho de que seguía sintiendo emociones, a pesar de que él estaba muerto.
—oh, lamento oír eso —afirmó el, parecía genuino en su empatía—. ¿Cómo te llamas?
—Ayano Aishi, ¿Tú?
—Amao Odayaka, falté la semana pasada —respondió con una pequeña sonrisa.
A Yan le cayó bien, y eso era mucho decir.
—siempre he creído que las penas con pan son menos.
Ayano dudó un poco, pero asintió con la cabeza y tomó uno de los pastelitos.
Lo mordió y le supo como jamás le había sabido algún postre. Era realmente balanceado, ni muy dulce ni desabrido. Además, tenía algo que hacía que supiera diferente a cualquier otro que hubiera probado.
—está muy bueno, gracias —respondió Yan con una ligera sonrisa.
—voy a mi club, puedes acompañarme si quieres, no importa que no seas parte de él.
Ayano iba a rechazar, pero pensó que lo mejor que podía hacer era estar rodeada de gente por si a su stalker se le ocurría lastimarla en ese momento en el que estaba terriblemente vulnerable.
—sí, está bien. Gracias de nuevo.
Amao le dio la mano a Yan la llevó al club. Yan sonrió tristemente.
Recibió un mensaje y vio su celular, era Info-Kun. Suspiró con pesadez y lo abrió.
"Tengo otra tarea para ti".
Ayano intentó responder con la mano izquierda —porque Amao la llevaba de la derecha— y terminó con algunos errores, pero el mensaje era:
"Hoy no puedo Info. Apenas tuve fuerza de salir de mi casa".
"Trabajo es trabajo ¿Sabes?"
"No puedo, no creo poder seguir haciendo esto".
"No salgas con que ahora sientes remordimiento".
Yan volvió a guardar el celular.
Sintió que su vida se caía a pedazos cuando vio el cuerpo sin vida de su amigo y entendió mucho.
Ella pudo haber sido su asesina, y él pudo haber sido cualquier otra persona.
Remordimiento, o como se llamara. Pero si, se sentía mal.
Su rostro se tornó sumamente triste y siguió a Amao.
Entraron al club y Saki vio a Yan y corrió a abrazarla. Ella no supo como reaccionar y quedó quieta.
No entendía como las personas podían conocerte poco y aun ser empáticos contigo. Como sea, no fue grosera y aceptó el abrazo.
—ay, Yan-Chan, lo lamento mucho.
—gracias Saki —respondió Yan con un susurro.
—¿Puedo decirte Yan-Chan? —le dijo Amao a Ayano.
—sí, puedes decirme como quieras —respondió ella encogiéndose de hombros.
Amao le enseñó las cosas básicas del club de Cocina, cosas como dónde había sartenes, el recetario y le horneó tantas galletas que Yan terminó llena de ellas.
Ella se sentía un poco mejor, pero a la vez mal porque Osano iba a meterse a ese club así que todo le recordaba a él. Sin embargo, Amao era amable con ella y estaba tan cómoda con ellos que decidió quedarse el resto del día.
Cuando regresó a su casa, estaba demasiado atenta y veía continuamente hacia atrás para asegurarse de que no estuviera siendo asechada e incluso cuando llegó a ella, cerró con seguro todas las puertas.
Volvió a ver el mensaje de su Stalker y pensó:
"No sé quién eres ni que quieres, pero te acabas de ganar mi odio para siempre. Pagarás por haber matado a Osano y por atreverte a querer hacerme daño. Desde ahora te declaro mi Némesis y ten por seguro que te encontraré y te haré sufrir".
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Siembras lo que cosechas (Yandere Simulator)
FanfictionEn un universo alterno de Yandere Simulator donde Senpai fue asesinado por Ayano por un pedido de Info-Kun, existen 10 misteriosos chicos que comienzan a aparecer en la vida de Ayano, chicos que la cambian por completo conforme pasan tiempo con ella...