Ayano se quedó sentada en la fuente de la escuela. Veía su celular, pero no había nada interesante en él, ni siquiera un mensaje de su madre, ni nada.
Alzó la mirada y vio a Musume Ronshaku recorriendo el lugar.
"Seguro busca a alguien a quién molestar, nunca tiene algo bueno que hacer" pensó.
Info-Kun no le había dado otra misión así que no tenía nada más que hacer que esperar a que fueran las 8 para irse a su salón. Pensó que a lo mejor podría ir a la biblioteca para ver si encontraba algo interesante para leer. Guardó su celular y recogió su bolsa.
Comenzó a caminar y se topó a Saki Miyu, la saludó por mera cortesía y siguió andando. Saki estuvo a punto de descubrirla cuando se estaba deshaciendo de la evidencia y eso hubiera sido muy malo, porque Saki le contaría a Kokona y esta le contaría a media escuela. Obvio eso provocaría que todos supieran lo que hizo.
Como sea, mientras caminaba, se le cayeron las tijeras que llevaba "por si las dudas" y se apresuró a agacharse a guardarlas de nuevo. Cuando se levantó y comenzó a caminar, chocó con alguien. No lo vio porque comenzó a caminar mientras veía su bolso para asegurarse de que todo estuviera en orden.
—lo siento —se apresuró a decir.
Sin embargo, cuando notó quien era la persona, comenzó a sonreír sin poder evitarlo. Fue un reflejo inconsciente.
—¿Osano? —preguntó sorprendida—. Disculpa, no te vi.
—distraída como siempre, no tienes remedio —declaró el chico suspirando.
—¡Hola! —exclamó Yan visiblemente sorprendida—. ¿Qué haces aquí?
—¿No te dijo tu mamá? Regresé a la ciudad y supe que estabas aquí... —dijo con un tono más suave, pero luego añadió un poco exaltado—. No quería empezar de cero ¿Está bien?
—no me contó... creo que quería que yo me diera cuenta... —después añadió genuinamente—. Es bueno verte.
Ayano siempre había sentido que no era como las demás personas. No tenía emociones.
Desde niña había pasado mucho tiempo en hospitales porque su padre se preocupaba por eso. Su madre no porque le dijo que había sido igual que ella a su edad.
Como había vivido así, realmente no tenía amigos y tampoco temas para platicar. Es común que un niño pequeño tenga ciertas fijaciones, ya sean los vengadores, barbie, ciertos cantantes o programas de televisión, pero Ayano no.
Cuando tenía 4 años, a la casa de al lado, se mudó una familia. Los Najimi. Tenían a un hijo de la de edad de Ayano, un pequeño niño con cabello color zanahoria.
El papá de Yan-Chan, la incitó a que se hiciera amiga del pequeño niño, Ayano aceptó solo para complacer a aquel triste hombre preocupado por su hija.
Un día, ella se acercó a la casa y tocó suavemente la puerta. Se asomó una agradable señora con cabello color zanahoria.
—¡Hola pequeña! ¿Vives cerca? ¿Te perdiste? —preguntó amablemente mientras la veía con ternura.
—vivo al lado —respondió Yan mientras señalaba su casa y después añadió con cierta timidez—. Quería saludar.
—oh, ¡Gracias! Sabes que, espérame aquí, no te vayas.
Después, la señora cerró la puerta y apareció unos segundos más tarde, llevaba a un pequeño de la mano.
—mira, él es mi hijo. Saluda mi niño.
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Siembras lo que cosechas (Yandere Simulator)
FanfictionEn un universo alterno de Yandere Simulator donde Senpai fue asesinado por Ayano por un pedido de Info-Kun, existen 10 misteriosos chicos que comienzan a aparecer en la vida de Ayano, chicos que la cambian por completo conforme pasan tiempo con ella...