Extra #1

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Habían pasado ya varios años desde que la Segunda y Tercera Generación habían viajado al pasado, más precisamente a 1979. Nadie recordaba nada acerca del viajes o la visita. En este extra nos concentraremos en la Segunda Generación, en específico en cierta familia mágica y bastante famosa.

Los Potter se consideraban una familia mágica como cualquier cosa, lo diferente que tenían era una simple cosa: suerte. 3 de 4 miembros sobrevivieron a la maldición asesina hecha por Voldemort una desafortunada noche de Halloween en 1981. Harry, James y Lily le escaparon por los pelos a la muerte.

Como ya dije, los Potter están conformados por 4 miembros, Harry, James, Lily y T/n. Aquella noche, T/n se había escondido en un armario en el cuarto de su hermano, como su madre le había ordenado, por lo cual Voldemort no pudo verla. Aquella noche, el mago oscuro había sido derrotado y declarado muerto por el Ministerio de Magia.

Habían pasado 14 años desde aquel día. Harry tenía 15 y T/n 17, el chico cursaba sus TIMOS y la mayor sus EXTASIS. Eran las vacaciones de Navidad y todos los Weasley, Sirius, Remus, Tonks y Hermione se encontraban en la casa de los Potter para celebrar las fiestas.

A James y a Lily les encantaba tener gente en la casa, sobre todo a James. Lily preparó algunos platillos muggles que sabía que les gustaba a los adolescentes y a Arthur. Padre e hijo se encargaron de decorar la casa con ayuda de los elfos domésticos, pero eso no lo tenía que saber su esposa y madre.

La mayor de los hijos del matrimonio Potter estaba encerrada en su cuarto con la nariz enterrada en un libro sobre vikingos y a su lado tenía otro sobre mitología griega. La chica se encontraba sentada en una silla bastante ancha que su madre le compró en el mundo muggle hacía unos años. La silla era espaciosa, acolchada y con un respaldo bastante profundo. Se le hacía bastante fácil acomodarse allí y los reposabrazos le permitían apoyarse más firmemente.

No había salido de su cuarto en una buena cantidad de horas tratando de evitar saludar a tanta gente en su casa. No era muy sociable y quería estar tranquila. Sabía bien que si bajaba, Molly, Lily, Hermione, Tonks y Ginny la arrastrarían a una conversación que no quería tener: novios, futuro y algo que estuviera de moda... No tenía ganas de nada de eso.

Si se iba con los demás estarían hablando de Quidditch, el Ministerio, Quidditch, tampoco quería eso. Estaba bien en su pequeño mundo alejada de los amigos de su hermano.

La chica se concentraba mucho cada vez que leía sobre un tema que le apasionaba y desde que había estado por primera vez en Narnia y había sido declarada general del ejército narniano, los libros sobre guerras eran parte fundamental en su biblioteca. De allí conseguía inspiración para tácticas y ejecuciones de diversos planes.

Su concentración se rompió cuando un estruendo se escuchó en su cuarto y ella saltó del susto. Agarró un termo de aluminio que tenía en la mesita a su lado y amenazó con lanzárselo a quien estuviera allí. No sabía quién lo había causado, pero la respuesta llegó junto con dos risas que conocía muy bien.

T/n: Imbéciles. *Bajó el termo*

Fred: ¡Tuviste que haber visto tu cara! *Dijo con dificultad ya que todavía reía*

George: ¡Volaste de la silla!

T/n: Váyanse al carajo. *Rodó los ojos*

Cuando los chicos se recuperaron del ataque de risas, se acercaron a su chica favorita para abrazarla mientras ella se retorcía quejándose de ellos. Odiaba que la molestaran cuando estaba leyendo y esos dos pelirrojos lo sabían.

Fred: Cálmate, N/n, fue una pequeña broma.

T/n: Su bromita casi me causa la muerte, idiota.

Leyendo Amor entre reinosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora