Leyendo Amor entre reinos

Desconocidos completamente conocidos

TERCERA PERSONA POV

Los Merodeadores, Lily, T/n, Dumbledore, Minnie y los visitantes del futuro se dirigieron al Gran Comedor. Al llegar allá, los estudiantes se encontraban desayunando, ya que era sábado y el desayuno se servía hasta las 11:00 am, y charlando entre ellos, pero se callaron al ver que Dumbledore y Mcgonagall llegaban con invitados. Todos los miraban con curiosidad, muchas chicas estaban encantadas con la bebé que se encontraba en aquel grupo y empezaron a halagarla. T/n se escondió en el cuello de Harry, que todavía la tenía en sus brazos, y su hermano se rio de ella.

Para Harry era raro tener a su hermana mayor en sus brazos y no verla actuar como que nada pasaba. Se tendría que acostumbrar a tenerla a su lado y no escucharla gritarle a todo el mundo que la deje en paz o maldecir a diestra y siniestra. Lily definitivamente la mataría al escucharla.

Dumbledore hizo aparecer una mesa para que los invitados se sentaran en lo que los del futuro se presentaban y él daba el anuncio a sus estudiantes. Sirius miraba a la mesa de Slytherin tratando de captar la mirada de su hermano.

Regulus Black estaba sentado con la mirada perdida en algún punto de la enorme habitación. Estaba pálido, más de lo normal, parecía que no había estado durmiendo bien y sus ojeras lo demostraban. Su alimentación parecía haberse visto afectada también. Sirius sabía el porqué.

El menor de los Black estaba en su último año en Hogwarts y el ano anterior se había unido a los mortífagos a petición y para complacer a su loca madre, Walburga Black. Los Black eran conocidos por ser supremacistas de la sangre, odiaban a los muggles y a los "sangre sucias", como ellos los llamaban, quienes eran los hijos de muggles nacidos con magia. Para los Sangre Puras que eran seguidores de Voldemort no había nada peor que esos dos grupos.

Sirius deseaba más que nada poder ayudar a su hermano, pero no sabía cómo. Cuando Regulus fue sorteado en Slytherin, Sirius se empezó a alejar de él porque pensaba que terminaría siendo como el resto de su desagradable familia. Sirius destacó de mala forma en los Black por ser el primero en estar en Gryffindor y no en Slytherin como le hubiera gustado a Walburga.

Desde ese momento todo se vino abajo.

A los 16 años, Sirius no aguantó más y se fue a vivir con los Potter, quienes lo recibieron con los brazos abiertos, y dejó a Regulus atrás. Esto lo llevó a unirse a Voldemort y seguir el camino que Walburga le impuso.

Regulus tenía un plan, había descubierto la forma de hacer que Voldemort cayera, pero no podía ejecutar su plan todavía. Necesitaba por lo menos dos meses más.

Lily captó la mirada de Sirius y puso una mano en su hombro. Sabía lo que Sirius sentía, pues ella tampoco se llevaba bien con su hermana: Petunia Dursley, de soltera Evans.

Lily: Cuando tengas un momento, y te sientas listo, ve y habla con él. Los dos lo necesitan, Siri. *Dijo de forma dulce*

Sirius: Él me odia, Lils, no me va a querer cerca.

Lily: No lo sabrás hasta que lo intentes, y si no funciona, insiste un poco más. Regulus te quiere a pesar de todo.

Dumbledore se paró para empezar su discurso. Esta era una oportunidad de cambiar el futuro para bien, no podían echarla a perder. El director conocía los riesgos, pero no estaba solo. Aslan llegaría junto con los protagonistas de esos libros y de esa forma, la magia crecería.

Dumbledore: Estudiantes, profesores. Anoche nos llegó una nota junto con tres libros que narran las aventuras de una chica bastante importante para dos mundos completamente diferentes, pero a la vez muy similares: nuestro mundo y Narnia.*Se empezaron a escuchar murmullos de los estudiantes* Con nosotros se encuentran algunos exestudiantes graduados y otros llegarán en un minuto. También están aquí algunos visitantes del futuro y, por lo que tengo entendido, llegarán más. >