Leyendo Amor entre reinos

Capítulo #1: Maldito recuerdo

LEYENDA

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Negrita: reacciones

Cursiva: Lectura

Cursiva subrayada: Pensamientos/personajes que están hablando en la lectura

Cursiva en negrita: Acciones de los personajes que están reaccionando a la historia

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Cuando Dumbledore abrió el primer libro, salieron disparadas dos brillantes luces que llamó la atención de todos, incluidos los más pequeños. Estas luces eran de los colores azul rey y dorado. Al elevarse sobre el Gran Comedor se pudo escuchar un fuerte rugido que asustó a más de uno.

Las luces se convirtieron en bolas de luz y empezaron a moverse por el Gran Comedor. Pasaban entre el medio de las personas, pero tenían un solo objetivo. Llegaron a la mesa de los invitados y rodearon a la pequeña niña, que ahora estaba en los brazos de su padre, y ella trataba de atraparlas mientras se reía. James la miraba embobado al escuchar las risas de su niña. Muy pronto, las luces volvieron al libro y Dumbledore comenzó a leer.

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Lily: James, T/n ¿qué hacen? *Dijo entrando a la sala de estar donde se encontraban su esposo y su hija. La mujer traía un bebé de un año en brazos que jugaba con su cabello*

James: Le estoy leyendo un cuento de princesas a mi princesa.

T/n: Ven mami.

Los Potter's escuchaban todo con mucha emoción y atención. Lily tenía la felicidad a flor de piel y James volteó a ver a su hija. Por fin escuchaban a su pequeña princesa hablar y se notaba que ella estaba feliz de que su padre le leyera un cuento. James luego miró a Harry, todavía no podía creer que tenía otro hijo, Llamó a su hijo, quien estaba al lado de Lily, y le pidió que se sentara a su lado, luego, le dio un abrazó y le revolvió el pelo.

James: Una pequeña familia feliz.

Harry sabía cuál día era ese, pero no iba a ser él que les diera la noticia a sus padres. Sabía que estaban por recibir una noticia que les caería como baldazo de agua fría, su hermana nunca se había recuperado por completo de ese día y era un tema que le afectaba muchísimo.

Lily se sentó en el sofá al lado de su hija de tres años a quien le brillaban los ojos al escuchar a su padre leerle un cuento. Sus padres se habían dado cuenta de que a la niña le gustaban mucho los cuentos de hadas y le gustaba mucho la fantasía, su madre estaba más que feliz al enterarse que a su hija le gustaban los cuentos y de inmediato quiso comprarle una biblioteca llena de estos. James pensaba que esto era adorable, su hija le hacía acordar mucho a su esposa quién compartía el amor de los cuentos, amaba leerle a su pequeña y ella amaba que le leyeran.

Sirius: Otra pelirroja come libros.

James: Uno, no le digas a mi niña come libros, chucho pulgoso. *Se volteó a ver a su bebé* Tendrás una biblioteca enorme para ti solita y estará llena de libros de fantasía muggle o mágica, de lo que quieras.

James: Esta parte no la voy a leer porque es donde el príncipe y la princesa se casan y tú no puedes tener novio hasta los 40. *Dijo dándole un toquecito en la nariz*

James: Estoy de acuerdo con mi yo del futuro. Nada de novios hasta que, mínimo, tenga 40 años o que yo me muera.

Ryan, Sirius y Lunático asintieron de acuerdo con lo que decía su amigo. Su niña no tendría novio hasta que ellos murieran o ella llegue a los 40. No permitirían que ningún mocoso cualquiera se las robara de la nada. Nadie tenía el derecho de robarles a T/n.