Capítulo 11

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Bill;

Ya habían pasado varios meses, aún así las palabras de hanna seguían repitiéndose en mi cabeza.

Tal vez tenia razón, tal vez tn ya me habría olvidado, o al menos conseguido un reemplazo, quizás y nunca me quiso de verdad, por algo no contestaba mis cartas, por algo no trataba de comunicarse conmigo, por algo yo era el único maldito sufriendo a causa de esta situación.

El video musical ya había sido grabado, y a decir verdad a todos les había gustado, incluso empezaron a salir revistas de la banda, fotos mías capturadas en el momento del video musical, imágenes mías ya con un estilo distinto, entre más noticias acerca de nosotros. Habíamos recibido invitaciones a programas de televisión, y también a entrevistas con varios conductores de televisión, era cada vez más presión para la banda, tours, sesiones de fotos, programas, grabar episodios, etcétera, etcétera.

Solo pedía, un momento para poder descansar de todo.

Habíamos salido de la agencia y más tarde nos dirigimos a los ensayos, íbamos a dar pequeños conciertos por la ciudad, también a presentarnos en programas de televisión.

Cada vez las preguntas eran más frecuentes, acerca de la canción rette mich pues querían saber a quien iba dirigida, o el motivo por el cual escribí aquella canción, con esa letra tan depresiva. Pocas personas escuchaban atentamente la canción y se ponían a analizarla, y también pocas personas se sentían identificadas con la letra, con todo lo que decía la canción.

Las clases las continuamos en línea, pues empecé a recibir burlas y criticas por parte de varios que estudiaban conmigo, me molestaban con la situación de tn, diciendo cosas como por ejemplo, que ella me dejó por ser gay, o que me cambio por alguien mejor. También sobre rette mich, que seguro la había escrito para desahogarme, o en dedicación a tn, se burlaban de mi, hasta el punto de querer golpearme, decían que era un depresivo.

Incluso tom tuvo que defenderme de aquellos que me molestaban, por lo que nos metimos en más problemas.

Tom otra vez, como solía siempre hacerlo un sábado, iría de fiesta, y yo me quedaría a llorar en mi habitación, y a meterme cocaína, que era lo que me ayudaba a olvidar todo por un momento.

Así que, subí a mi habitación, al momento que tom había salido de la casa.

Estaba ansioso, necesitaba meterme algo urgentemente.

Por eso, al estar ya en mi habitación, abrí el cajón donde guardaba cosas importantes o necesarias, y saque una bolsita de cocaína, también tomé una libreta, una tarjeta de crédito y las coloqué encima de mi cama. La ansiedad comenzaba a hacerse presente, por lo que drogarme era una manera de desahogarme, y huir de la maldita realidad.

Vacíe un poco de ese polvo encima de la libreta, y con ayuda de la tarjeta, lo dividi en distintas líneas.

Me acerqué a la libreta, y comencé a inhalar el polvo, hasta meterlo por mis dos fosas nasales, se sentía realmente bien, era incluso mejor que cualquier otra cosa, me llevaba a otra realidad, me llevaba a un viaje, se sentía la euforia.

Sin darme cuenta, la cocaína se me había terminado, y el efecto ya había pasado, por eso comencé de nuevo con la ansiedad, me estaba desesperando por meterme otra droga, así que entonces, me levanté del suelo, y me dirigí a mi cajón, saque una jeringa y heroína que se encontraba en un frasquito, me senté otra vez en el suelo, justo enfrente de mi cama, y inconscientemente empecé a llorar. Me dolía no poder estar con tn, me dolía tanto.

Llene la jeringa de aquel líquido, y entonces cerré los ojos, al momento que la aguja entraba en mi piel.

De repente la ansiedad había desaparecido, ahora sentía una tranquilidad, que me relajaba pero que a su vez me daba depresión.

No podía levantarme debido a la droga, solo estaba recargado en el suelo  y llorando, sintiendo toda esa droga recorrer por mis venas, era una sensación tan buena, era una droga que me estaba atrapando poco a poco, y sin esperarlo, me comenzaba a gustar lo que sentia al drogarme. Me hacia olvidar lo mierda que era mi vida sin tn, me hacia alucinar que ella estaba conmigo, me hacia sentir dentro de otro mundo, distinto, en el que no sentía dolor. Y todo esto lo hacía escuchado la canción, recordando que mal la pasaba sin tn a mi lado, recordando todo, recordando mi depresión, recordando que ya no quería seguir viviendo en un mundo de mierda, donde nadie te entendía, donde a nadie le importabas, donde mi vida ya no tenía sentido.

Alcancé a escuchar, como alguien entraba a la casa.

Estaba en graves problemas, pero por el efecto de la droga en mi, ni siquiera estaba en mis cinco sentidos.

La perilla de la puerta, empezó a dar vueltas, se me había olvidado cerrarla con seguro, por lo que estaba preocupado, y al abrirse la puerta, veo entrar a mi mamá, quien corre hacia mi rápidamente, por verme tirado en el suelo, en ese estado.

-dios mío, bill- mi madre me tomó del rostro -¿estás bien?-

Solo asenti con la cabeza, sabiendo que estaba mintiendo.

-¿por que haces esto?- comenzó a llorar -no lo hagas-

Extrañamente, algo en mi estaba sucediendo, pues empecé a temblar por todo el cuerpo, mi corazón se aceleraba de una manera tan rápida y tan desesperada, también sentía todo dar vueltas, las piernas eran las que más me temblaban. Y las manos me sudaban frío, nunca había sentido aquello, ni las anteriores veces que me drogaba.

Me estaban dando leves convulsiones, a causa de la droga.

Por lo que mi mamá empezó a preocuparse demasiado, sacando su celular, quizá para llamar a alguien, y si, a los dos tonos, esa persona contestó.

-tom, ven, ven rápido a la casa- dijo mi madre desesperada -es bill, algo extraño le está pasando-

Rette mich (bill kaulitz) segundo libro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora