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Aquino.

Han pasado varios meses desde que coincidí con Duxo ese día en el parque.

Estaba agotado, sin ánimos de nada, mi cabeza daba vueltas y me hacía sentir débil.

Decidí ir por algo para tomar y sentirme mejor, no pensaba en estar con aquellas fuerzas debilitadas todo el Santo día.

Me arregle como pude y me despedí de mi gata dándole un beso en la frente.

Tome mis llaves y sali del edificio donde vivía, me dirigí a una farmacia cerca del lugar donde vivía.

Pase a aquel lugar blanquecino y pedí el medicamento que necesitaba para aquellos mareos y Dolores de cabeza sin razón.

Cuando pague me dirigí a la salida de aquella farmacia, sentí el viento golpear mi cara levemente estremeciendo mi ser.

Fui a comprar algo para beber aquella pastilla que compre, fui a la tiendita que estaba cerca comprando el agua natural.

—¿Aquino?

Sentí un escalofrío en mi cuerpo.

—¿Loco?

Uno de mis mejores amigos corrió a abrazarme sofocandome en el momento.

—¿Qué haces aquí?— Fue lo primero que pude formular.

—Ibamos Cejo y yo a tu casa

El mencionado llegó, al parecer  había ido a comprar algo.

—Hola Aquino, justo ibamos a tu casa. — Sonrió Cejo dándome calidez.

—Pues horita en el único lugar donde no quiero estar es en mi casa.. — Solté un suspiro al aire.

—¿Y si vamos a la casa de Locochon?— Propuso Cejo.

—HEY!, Nunca vamos a tu casa Cejo, ¿por qué no vamos a la tuya?— Locochon hizo una mueva de enojo.

—Es cierto, nunca vamos a tu casa Cejo, ¿Acaso nos ocultas algo?—

Locochon y yo estallamos en risas molestando a las personas que pasaba por ahí.

Quedamos en ir a la casa de Cejo.

Normalmente íbamos a la casa  de locochon o a la mia y nunca se nos pasó por la cabeza ir a la de Cejo

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Normalmente íbamos a la casa  de locochon o a la mia y nunca se nos pasó por la cabeza ir a la de Cejo.

Cuando dimos un pie adentro de aquella casa se sintió bastante fresco.

Era un lugar moderno y muy bien decorado, lo que daría por tener así mi casa.

Fuimos a su habitación para descansar, platicar o jugar.

Jugamos en la switch, jugamos juegos de mesa y alguna que otra vez hacíamos algo diferente.

Conocí a sus mascotas y una parte de aquel lugar fresco y acogedor.

¡ Aquella Noche ! 🌃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora