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Aquino!!

Una semana entera se pasó volando, no había tenido señales de vida de el azabache, la última vez que supe de el fue el día que estuvo en mi casa.

Me limpie un poco la cara pues el sudor estaba bajando de a poco por toda mi cara empañando un poco mis lentes.

Luego de unos minutos de estar amasando y haciendo las figuras para las galletas que tenía en mente al fin las puse en el horno.

Espere a que estas se hicieran, por lo mientras haría otra cosa.

Una pequeña nota.

Agarre una hoja de papel y un lapicero color negro y empecé a escribir.

“Hola Duxo!, ¿como has estado?, no e sabido nada de tí durante un buen tiempo, solo quiero saber cómo estas y, sobre la fiesta de ese amigo que te dije, no se si podrás ir, pero si no puedes no te preocupes no te sientas obligado.
Con cariño: Aquino”

Luego de mirar la nota durante bastante tiempo escuche el horno hacer su sonido típico para darte a entender que ya estaba listo lo que habías echo.

Me levanté y caminé a la cocina abriendo en horno para sacar la charola que se encontraba dentro de aquel sitio, obviamente con la protección adecuada.

Solté un suspiro y mire las galletas, se veían tan ricas que decidí agarrar una, me la lleve a la boca disfrutando en el proceso el sabor a vainilla que tenía estas.

Agarre las galletas ya frías y las puse en un topercito blanco, las tape con la parte de arriba del toper y agarre la nota.

Me quedé un buen rato pensando en como darle las galletas al azabache.

Decidí ir por un pañuelo que tenía guardado, este era de color naranja con tonos blancos, puse la nota encima de la tapadera de aquel recipiente y la envolví con el pañuelo.

Toc Toc...

Mi puerta sonó, decidí abrir encontrando a un chico más alto que yo parado enfrente mío.

—Tú eres Aquino ¿Verdad?— Preguntó

—Uh, Sí, soy yo. —

—Ohh, Duxo me mando a buscarte, bueno más bien a darte esto— Saco una bolsa y me la entregó.

Me quedé en silencio tratando de atinar a lo que estaba pasando, deje la Bolsa en el sillón cerca a la puerta y volvi con el chico de pelo recogido.

—Oye, Tu.. ¿Eres amigo de Duxo?— decidí hablar alfin

—Sí, ¿por qué?, ¿necesitas algún favor?— Me miro coqueto.

—Si, podrías— Fui por el recipiente envuelto en el pañuelo y se lo entregué— ¿Podrías dárselo de mi parte?, por favor.

—Bien, como quieras Aquino.

—Gracias amm..

—Tomy — Me sonrió

—Gracias Tomy.

—Oye, ¿podrías pasarme tu número?, no es por coqueteo es solo para avisarte sobre Duxo y sus mañas, nada más—

—Bien no te preocupes.

Fui casi corriendo por mi celular, cuando al fin lo encontré fui devuelta con Tomy para darle mi número de teléfono.

—Bien Aquino, me voy.

—Bueno, Chao Tomy.

El chico alto se despidió de mi y luego se fue por donde vino.
Sentí un peso menos en mis hombros.

¡ Aquella Noche ! 🌃Donde viven las historias. Descúbrelo ahora