Incertidumbres

2.9K 177 11
                                    

Llevo unas cuantas horas junto con Luckas, charlando, como lo hacíamos en los viejos tiempos, bueno, no tan viejos, mas a mí me parecen mucho más lejanos de lo que ciertamente son. Reímos de vez en cuando, olvidándonos de que nos encontramos en los Juegos del Hambre, como si esto no estuviera pasando y nos encontrásemos en mi casa, o tal vez en la suya, disfrutando de una tarde maina y contando lo que le ha sucedido a cada uno en este tiempo separados. Pronto se acerca Sam, quien me lo presenta Luckas pocos segundos después y yo, aunque no muy a la favor, lo incluyo en la conversación.

No me gusta la idea de hacer amigos tan... cercanos en este momento, y que Luckas aparente tener una conexión con el rubio en el tiempo que lleva aquí, no me agrada. Sí, sé que no puedo prohibirle hacer amigos, mas, debe de darse cuenta de que, después de todo esto, solo uno va a poder sobrevivir. Alejando ese pensamiento, la comodidad del lugar es abrumante, tienen de todo para mantenerse tanto ellos dos como otros cinco más que se encuentran en el grupo; desde bidones llenos de agua, abundante comida y múltiples armas para su defensa.

En el tiempo que llevo aquí, me he dado cuenta de algo, algo importante y que, después de mucho sopesar en mi cabeza, he logrado tomar la decisión necesaria.

Tengo que irme.

Luckas tiene todo lo necesario y, si la cosa se pone fea, siempre tiene armas y comida que agenciarse para escapar y algo me dice, que este tal Sam, no dejaría que le pase algo a mi amigo. Él tiene todo lo necesario para sobrevivir, no precisa mi protección y las cosas parecen sonreírle, mientras que, a Katniss no la he visto desde el inicio. Luckas me ha confirmado múltiples veces durante nuestra conversación que ambos estaban bien, o, al menos, no muertos, algo que ha conseguido que me relajara levemente. Pero aun así, algo en mí me grita que lo compruebe, que salga de aquí y me adentre al bosque en búsqueda de ambos. ¿Y si están heridos? Necesitan mi ayuda, eso lo tengo claro.

- Luckas. - llamo su atención, ya que, segundos antes, se encontraba riendo junto con el rubio.

- ¿Pasa algo niña? - pregunta, con una sonrisa aún en el rostro. - Te noto muy seria.

- He decidido que lo mejor será que me vaya.

Su cara se descompone de golpe, como si la simple de dejarme le aterrara de tal manera como para lo pálido que se encuentra en este momento. Se levanta de golpe de la silla en la que se encontraba charlando segundos atrás, negando con la cabeza y acercándose hacia mí con los brazos extendidos.

Me da igual lo que va a salir a continuación de su boca, porque a lo sé y nadie, absolutamente nadie va a poder cambiar mi decisión, por mucho que lo intenten. Puede que sea amable, graciosa y cualquier otro adjetivo que tengan, pero lo que más tengo claro sobre mí es que soy muy terca, y si quiero irme, nadie va a conseguir que haga lo contrario.

- ¿Irte! - pregunta, con preocupación en su mirada. - Solo ven con nosotros. Así no te pasará nada, estarás segura y...

- Va a pasar, Luckas. - lo interrumpo, porque parece que ha olvidado por completo de lo que está sucediendo. Esto no va a acabar hasta que quede un vencedor, y yo ya he dicho que me niego a serlo. - Tarde o temprano va a pasar. Y por mucho que me mantengas encerrada en estas cuatro paredes, no voy a permanecer segura.

- Aquí tienes comida, agua, armas... - enumera, tenso. - ¿Por qué no te quedas? Acabo de conseguir que vuelvas a la realidad escasas horas atrás. - aclara, con frustración en sus palabras, a lo que yo suspiro, conocedora de esa realidad. - No puedes irte, no ahora que por fin estás segura.

Suspiro de nuevo, bufo porque, a pesar de mis ganas de buscar tanto a Katniss como a Peeta, soy consciente de que por ahora, lo que más preciso es descanso. Aunque... ¿Qué más da el descanso si dentro de poco tiempo, voy a tener que volver a dormir escasas horas y aventurarme a través del vasto bosque rezando para que no me maten? Daría igual, porque tengo pensado, sea como sea, salir de aquí cuanto antes. Un mal presentimiento azota mi mete continuamente, y no me gusta lo que siento.

Los Juegos Del Hambre (Peeta Y Tu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora