Las paredes son testigos mudos de mi rutina y mi devenir, de mi alegría y de mi pesar, de mis secretos más profundos.
Aunque parezcan frías y distantes, sé que ellas sienten compasión por mi corazón solitario y mi ansiedad por el contacto.
Las paredes me acompañan en la quietud de cada día, y aunque no puedan hablar sé que siempre están allí.
Y quizás en algún momento, cuando el sol vuelva a brillar, podré dejar atrás estas cuatro paredes y volver a sonreír sin fin.
- Alex.
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Ecos Del Alma
De TodoEn el umbral de estas páginas, se abre un portal hacia lo más profundo del ser. Aquí, cada palabra es un susurro del alma, cada verso un latido que resuena con la esencia misma de la existencia. Los ecos que habitan en estos poemas son reflejos de...