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Los próximos días luego de lo sucedido no fueron nada fáciles, a pesar de que el mundo le había dado algo de suerte cuando noto que aquella foto no había salido de las manos de la femenina, aunque ella junto a su amiga no paraban de recordarle lo sucedido al hacer gestos que simulaban ser ese animal rosado, ni siquiera queriendo decir su nombre porque en poco tiempo le tomó un odio inexplicable, puesto que el pobre animalito no tenía culpa de nada. No sólo fue difícil en la universidad, trabajo sobre todo, sino que sus ánimos se fueron al subsuelo y en todo momento tenía una expresión totalmente apagada, en sus ojos se había perdido ese brillo e incluso su apetito había aumentado, comiendo sin siquiera pensar en las consecuencias, sobre todo en todo el esfuerzo que había puesto en su ejercicio y bajar de peso, ahora eso no le importaba, tan sólo sumergiéndose en una nube gris que sólo absorbía más y más tristeza.

Esto fue tan notorio que incluso Taehyung se sintió preocupado, puesto que venía cada día a hacer sus ejercicios pero, además de estar aumentando su peso, los hacia de forma automática y con una mueca triste acompañada de casi invisibles ojeras pero que ahí estaban, así que decidió hacer algo al respecto. El miércoles luego de terminar su sesión de ese día, le dijo que no volviera mañana al gimnasio y se sintió un tonto por no usar bien sus palabras, viendo la expresión afligida del contrario junto a sus ojos que brillaron pero sin ese brillo dulce que lo hacía lucir tierno, no, se sintió culpable por el posible llanto de su menor y se apresuró a decirle que quería que se vieran en otro lugar, le enviaría la dirección por mensajes para verse temprano en la mañana, todo eso con la idea de poder volver a ver al menos una sonrisa por su parte o mejorar un poco su día.

Jungkook no supo en donde se encontrarían hasta que el mismo Taehyung le explicó a detalle, siendo que se verían en un parqué a las ocho de la mañana un jueves que pronosticaba un día espléndido que ameritaba algún paseo al aire libre, perfecto tal vez, pidiéndole solo llevar ropa cómoda para entrenar.

Al llegar se quedó impresionado con la belleza del parqué, no teniendo idea de su existencia hasta ahora, era una zona verde repleta de árboles de distintas clases por todo el terreno, estos llenos en sus copas y con hermosas flores de distintos colores apenas floreciendo a sus pies, claro que acompañado de senderos en sementó que recorrían los alrededores e interior del parqué pero no perdía su naturalidad con sólo ello, sonrió por primera vez en el día y se acercó a uno de los bancos de madera para tomar asiento aún sin poder dejar de ver todo a su alrededor y las pequeñas hijitas de los árboles volando junto al viento.

- Ggukie! - una voz algo lejana le llamó la atención, aún más debido al apodo usado y sus ojos buscaron a su dueño por lo alrededores hasta dar con un castaño aproximándose con una radiante sonrisa dirigida hacia él, sintió a su corazón bombear rápido al verle apresurar el paso en cuanto cruzaron miradas - no esperaste mucho, cierto? Encontrar estacionamiento aquí es horrible - dijo apenas estuvo frente a el, soltando un fuerte suspiro por haber corrido aunque estaba lo suficientemente en forma como para no estar más que sólo acalorado, relajó los hombros al verle negar con la cabeza y sonrió porque sus cabellos morados se agitaron con el movimiento.

- acabo de llegar, lo juro hyung - dijo alzando su palma abierta y su otra mano sobre su pecho, en juramentó, sus comisuras elevándose levemente cuando se miraron pero al poco tiempo la apartó hacía el paisaje - por que...estamos aquí, hyung? - cuestionó dudoso, sintiéndose al nervioso cuando el contrario siguió acercándose hasta dejar pocos centímetros entre ambos y aún así no se animó a verle directamente, solo enfocando sus ojos en sus pies a la vez que jugaba con sus dedos nervioso.

- vinimos a entrenar - dijo sin más, llamando la atención del contrario cuando se apartó y comenzó a andar, sonriendo al escuchar los pasos apresurados que segundos después le siguieron para alcanzarlo - te note algo desanimado estos días y no podía no hacer nada - comenzó a explicar a la vez que tomaba un ritmo más lento para que el contrario pudiera seguirle, volteándolo a ver con una cariñosa sonrisa y lo encontró ya viéndole, notando sus mejillas tomar un tono rosado pálido - los fines de semana vengo aquí a correr, no sólo es poco concurrido haciéndolo más cómodo para actividades sino que tiene vistas en verdad hermosas y creí que un cambio de aires podría mejorar tu ánimo - terminó de decir, deteniendo su caminata para ponerse frente al contrario que venía con la cabeza abajo sin mirarle ahora.

𝗨𝗻 𝗔𝗺𝗼𝗿 ѵօlմოíղօsօ ᰔᩚ Donde viven las historias. Descúbrelo ahora