𝗨𝗻 𝗔𝗺𝗼𝗿 ѵօlմოíղօsօ ᰔᩚ

🍪×XII×🍪

Se habían cumplido cinco meses desde que su entrenamiento para bajar de peso había iniciado, con ayuda de su dulce y atractivo entrenador, Taehyung por supuesto, estaba logrando su meta, la misma que consistía en no solo bajar de peso, sino ponerse en forma y dejar todo rastro del viejo Jungkook en el olvido. Por eso ahí estaba viéndose frente al espejo que meses atrás c7ubrió con una sabana por las inseguridades que le daba el solo verse, esta vez podía hacerlo y con una gran sonrisa en el rostro, cubriendo este mismo con sus propias manos al no poder creerse lo que veía, ese era él? Sus mejillas se encendieron bajo sus manos y el tinte rosado subió hasta sus orejas, por primera vez se sentía algo bonito.

Su rostro ahora era delgado casi sin rastro de sus abultadas mejillas, aunque debía admitir que un poco las extrañaba ya que Taehyung siempre las tocaba, se podían ver sus clavículas y sus hombros más marcados, sus piernas al igual que brazos eran mucho más delgados a pesar de que sus muslos permanecían algo gruesos pero su mayor le dijo que eso era músculo, el cual creció bajo su grasa, su abdomen ya no era hinchado con algunos rollitos en la zona baja que le avergonzaban y en su lugar ahora había uno plano con caderas anchas pero cintura pequeña, ahora sabia a lo que se refería Taehyung cuando halagaba esas dos últimas zonas, sus manos inevitablemente recorrieron su cuerpo aún sin poder creer que lo que veía era real, como si el tacto hiciera más fácil el asimilarlo y sus ojitos se llenaron de lágrimas que intentó retener aunque su vista se volvía más borrosa cada vez.

Quizás el cambiar físicamente no hará que olvide todos los años de maltrato, la burla que sufría casi desde que tenía memoria, pero podía sentirse mejor consigo mismo ahora y que cuando se viera en su reflejo ya no sentiría asco.

Además hoy era un día importante porque después de meses, charlas, convivir y caer completamente enamorado de todo lo que consistía Kim Taehyung, encontró la valentía para pedirle salir, así que dejó atrás a su reflejo y se dispuso a buscar un cambio de ropa ideal para la ocasión aunque debería disimular con ropa de gimnasio. Se decidió por una camiseta blanca con algunas frases en la espalda, le quedaba algo grande ahora que había bajado de peso pero dependiendo como se movía solía ajustarse bien a su figura, lo acompaño de unos pantalones holgados negros y zapatillas deportivas blancas, asintió con una sonrisa satisfecha por su aspecto, así que tomó sus cosas para por fin salir de casa.

Su emoción era clara aunque los nervios no podían irse por nada, sonreía bastante a pesar de que la pasaba casi todo el tiempo mordiendo sus labios con ansias, viendo todo a su alrededor queriendo distraerse pero no lo lograba, soltando pequeños suspiros que lo dejaban en evidencia y su pierna moviéndose de arriba a bajo no ayudaba, ya quería verlo.

Mientras que por otra lado, Kim Taehyung se encontraba recargado de espaldas en el mostrador junto a la entrada, la misma a la que le lanzaba miradas de vez en cuando e intentando mantener su atención en la carpeta que leía sin embargo parecía leer el mismo texto una y otra vez, cualquier que lo viera lo notaria y ese fue Hoseok, quien soltó una risita captando su atención, el castaño frunció el ceño confuso pero su sonrisa le contagio y no pudo evitar sonreír sin entender que le sucedía.

- a quien esperas? - preguntó cruzando sus brazos por sobre su mesa y viéndole con una ceja alzada, sonriente.

- quien? Yo? - se señaló a si mismo desconcertado, soltando una risa nasal y negando - no es así, hobi, no espero a nadie - volvió a negar, desviando la vista a la hoja entre sus manos, ignorando al contrario que entre cerró sus ojos analizándolo.

Pero Taehyung era muy difícil de descifrar, mantenía la expresión sería y casi inexpresiva, no podías saber que era lo que estaba pensando, suspiro pero no se rendiría fácil, tenía que descuidarse en algún momento y delatarse.