TBATE: Two lives after death

🔸Arthur's birthday🔸

Denle estrellita y comenten si algo les gusto o no, espero disfruten.

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El viento frio del amanecer me helo los huesos. Xyrus aun seguía oscuro a pesar de que el sol ya había salido. Una de las desventajas de vivir encima de una ciudad flotante, era que tardaba mas en amanecer y menos en anochecer.

Hoy era 29 de mayo, mi cumpleaños, y aunque le había pedido a mi familia no hacer nada. No estaba tan convencido de mi decisión.

Este es el ultimo cumpleaños que tendré con ellos, el año que viene estaré en Epheotus entrenando para la guerra contra Alacrya, así que estaba pensando en hacer una fiesta. Pero al final, me incline a pasar el día con mi familia y estar con ellos.

Me encontraba tirado boca arriba en el patio de la mansión Helstea. Me desperté mucho mas temprano que de costumbre, y como todos en la mansión aun seguían dormidos, decidí bajar a entrenar un poco.

Abriendo mis ojos, el color gris monocromático cubrió por completo el cielo, las partículas de maná de viento y agua flotaban mayormente en la atmosfera, solo habían pocas motas de maná de atributo fuego y tierra, mayormente unidas al suelo.

No, eso no era todo lo que había, pensé, mirando a mi alrededor intentando ver las partículas amatistas del éter suspendidas junto al resto del mana. Aunque no podía verlas, sabia que estaban allí, a mi alrededor, sin ser molestadas cuando conjuraba o movía el mana de mi entorno.

 Solo estaba en el núcleo amarillo oscuro, aunque estaba al borde de entrar en la etapa intermedia, me faltaba bastante para poder ver las partículas etéricas.

El dolor en mi núcleo me hizo regresar a la realidad, estaba llegando al limite que podía mantener el Realmheart activo, estuve unos minutos mas, forzándome a mantener la voluntad de Sylvia en mi cuerpo, no fue hasta que sentí que estaba al borde del desmayo que lo retraje.

El sudor corría por mi frente, el calor del Realmheart en mi cuerpo se detuvo y los colores a mi alrededor regresaron a la normalidad. La luz solar me daba directamente, señalando que el amanecer ya había pasado.

Me levante del suelo e hice una serie de estiramientos, mi cuerpo se había entumecido por haber estado acostado en la misma posición durante algunas horas. La mansión seguía completamente silenciosa, parecía ser que aun era bastante temprano para que se despertaran.

Camine de regreso a la sala principal cuando vi a Melissa esperándome en las escaleras, vestida con su típico traje de sirvienta mientras sostenía una toalla blanca en sus manos, tendiéndola hacia mi.

"Los señores Leywin y Helstea han despertado, lo esperan para desayunar." Dijo mientras me extendía aun mas la toalla.

Oh~ entonces si estaban despiertos.

"Creo haberte dicho que no era necesario que me hablaras con tanto respeto." Le respondí con una sonrisa mientras tomaba la toalla.

No me molestaba que Melissa me hablara de manera informal, ella y Sylvie se llevaban bien, y le daba de comer, por lo que si a Sylv le caía bien, a mi también.

"No puedo hacer eso, Señor Arthur, soy su sirvienta." Menciono con una voz que no parecía convencida, se inclino hacia mi tímidamente, pero no parecía darse cuenta de que mostraba su escote.

Sus palabras dicen algo, pero sus acciones muestran otra cosa.

Solté un suspiro cansado. Comenzando a limpiar mi rostro para quitarme el sudor, cuando termine, vi a Melissa apretando su falda mientras bajaba la mirada sonrojada.