CAPITULO 4

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BLAKE

Joder... Otra vez no...— dije agarrandola justo antes de que caiga al suelo cuando se desmayó otra vez.

La lleve a una habitación que me indicó la enfermera y la deje en una camilla.

—Dorothea... Despierta Dorothea...

No despertaba, mierda.

Creo que estaba preocupado, no sabía muy bien que estaba sintiendo en ese momento.

—Padre...

Me saco de mis pensamientos la voz de Dorothea murmurando algo.

—Dorothea? Despertaste?

Ella se estaba despertando, en verdad su cuerpo se estaba calentando y ella está jadeando, pero teníamos que irnos.

—Vamos a casa...— me dijo entre jadeos, me preocupe un poco por eso.

—Vamos...

Luego la lleve al coche y me dirigí a su casa. Me dio las llaves y abri la puerta, vi que ella estaba tambaleándose, parecía que apenas podia caminar sin agarrarse a mi camiseta.

—Estas bien?

—Mi cuerpo se siente débil... Duele...

Le toque la frente para asegurarme, y definitivamente era lo que pensé, tenía fiebre, y parecía muy alta.

—Tienes fiebre...

—Estoy bien... Solo hace... Calor...

—Estas hirviendo, tienes fiebre.

Y con eso la cargué entre mis brazos y subi las escaleras hasta su cuarto.

La deje en la cama y fui a buscar el termómetro para tomarle la temperatura.

Dios.

La tenía 39° casi 40°.

—Estas muy enferma, quizá tendré que cuidarte, eres muy tonta por correr en manga corta con este frío.

—Es mi padre! Queria verlo! Me daba igual el estado en el que estaba!

Dijo enojada y con lágrimas en los ojos.

Sus lágrimas me causaban algo, como si me dolía verla llorar por alguna razón.

—Como... Como demonios voy a poder pagar el tratamiento... Eso es imposible... No podré hacerlo... Mi padre.... Me quedaré sola... Y volveré con mi tío... No... No!

Dijo entre sollozos, las lágrimas caían como ríos por sus mejillas, me daba pena pensar que si no podía pagar el tratamiento se quedará sola... Aunque la odiaba, eso no significa que no podía sentir pena por ella.

Pero tenía a su tío no?

Porque no quiere quedarse con él?

Bueno, eso no importa ahora.

—No te preocupes... Estaras bien, puedes ganar algo de dinero de la empresa de tu padre y-

Me interrumpió.

—Tu no sabes nada... La empresa de mi padre la empezó hace poco y no gana tanto dinero como para pagar en un solo mes un tratamiento de 2 millones... Eso es imposible.... Me quedaré sola...

Dijo aún llorando, no encontraba la forma para calmarla.

—Pero lo intentaste?

—Eh?

—Intentaste hacerlo?

—No...

—Pues entonces no digas barbaridades, no sabes lo que podrá ocurrir en el futuro, así que no puedes pensar algo así. Ten algo de confianza.

Flor sangrientaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora