RUBY (DOROTHEA)
(Después de 3 semanas)
—Hola? Eres Dorothea hija del señor Auretta?— me pregunto una enfermera por el móvil.
Me llamaron cuando estaba en mitad de la última clase, le dije a la profesora que me estaban llamando y sali al pasillo para contestar a la enfermera.
—Si? Que pasa?
—Felicidades señorita.
Me confundieron sus palabras.
—Disculpe, felicidades de que?
—Ah, no te lo contaron? Ya hemos acabado el tratamiento, tu padre ha despertado y te está buscando.
Me quedé congelada, procesando por un momento, luego una sonrisa se formó en mi rostro.
—M-mi padre despertó? E-esta bien ahora?— estaba llorando de la alegría, mi padre estaba bien finalmente.
—Si, y está preguntando por ti, espero que vengas lo más rápido posible.— juraba sentir como aquella señora estaba sonriendo a la otra línea del móvil.
—Pasale el móvil a mi padre, quiero hablar con él.
—Claro.
—Gracias...
—Ruby?
Cuando escuche la voz de mi padre no pude evitar llorar.
—Pa-papa...?— murmuré llorando, estaba deseando escuchar su voz y ahora por fin está despierto.
—Si Ruby... Estoy aquí... Porfavor no llores...— yo ya estaba hecha un mar de lágrimas.
—E-estaba tan preocupada! Casi me matas! Aquella noche me quedé esperando para que vinieras y no apareciste hasta que me llamaron del hospital!!— tome un respiro tratando de calmarme— Gracias a Dios que estas bien...
—Si hija... Luego hablamos de eso, por ahora concéntrate en clases, es última hora no?
—Si— sonreí.
Me despedí de él y volví a clases, mucho más aliviada que antes.
—Que pasó? Quien te llamo?— me pregunto Blake mirándome.
—Mi padre despertó— dije con una sonrisa.
—Ah si? Que bien entonces
Después de eso sonó el timbre y fui yo la primera que sali de clases.
Me dirigí hacia la puerta de salida del Instituto y me quedé allí esperando un taxi.
—Si te vas a quedar aquí esperando un taxi pues que tengas en cuenta de que te vas a quedar ahí esperando hasta la tarde.— pronunció una voz en mi oído.
Salté del susto y me gire para ver quien era el que estaba ahí, era Blake, estaba muy cerca que me di cuenta de que sus ojos no eran azules, eran grises.
—Ven conmigo, yo te llevaré al hospital para que veas a tu padre
Me indicó que vaya su coche, también se veía elegante y nuevo, era de color negro, lo acababa de notar ya que aquel día tenía los ojos tan borrosos de las lágrimas que apenas me fije en el coche.
—Gracias.
—Sube al lado mia.
—Porque no puedo en el asiento trasero?
—No lo se, yo solo te dije, si quieres sentarte en el asiento trasero pues hazlo.
—No, prefiero sentarme aquí.
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Flor sangrienta
RandomRuby Dorothea se va con su padre a vivir en Rusia por un trabajo, así que tiene que adaptarse a su entorno y conocer nuevas personas, pero un chico un tanto extraño se la pasa molestandola cuando tiene la oportunidad. Pronto ella comienza a recibir...