Acto I

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Detrás de esa cortina había un bullicio muy altanero y desacelerado, cada vez que una de las personas delante de él salían, comenzaban los gritos de cifras numéricas en desenfreno hasta que el sonar del martillo dictaba el ganador.

Muchos estaban nerviosos, otros aterrados y algunos más llorando.

Era una venta de esclavos de la mejor cálida, rareza o lujuria que podías exigir.

Le tocaba su turno, pero no pudo evitar ver a la pequeña semi humana, de orejas felinas llorando con sus manos cubriendo sus ojos.

El posó su mano sobre su cabeza, y ella tembló por lo repentino que fue. Miró con sus anaranjadas pupilas los verde esmeralda del pelo verde delante de ella con miedo y tristeza.

Él solo sonrió mientras acariciaba su cabello con cuidado.

Calmó el corazón agitado de la niña, sus ojos le dieron esperanza y la cortina se abrió para que, la cadena en el cuello muchacho, lo jalara con fuerza para sacarlo fuera del sitio, al otro lado de la gran cortina, y lejos de la pequeña quien solo vio con horror como el joven desaparecía.

[...ayúdenme] suplicó ella en llanto.

En el instante en que la luz reflejó directo a sus ojos se dió cuenta de la gran multitud de personas que habían en el lugar, como siempre lleno hasta el más lejano rincón.

Cada persona llevaba una máscara para no identificar al otro, una gala de disfraces perversa dónde buscaban el más jugoso juguete o sujeto de prueba perfecto.

[¡¡Y aquí está uno de nuestros mejores gourmet, nuestro Rey del tablero, El tesoro al final del arcoiris, un joven esclavo de peculiar apariencia y poder inimaginable!!] Vestido de un traje mitad blanco y mitad negro, con un cabello plateado, un sombrero de copa alta y un bastón con una gema encajada en el mango del mismo.

Este sujeto tenía una larga sonrisa, ojos negros con pupila dorada y una actitud que desbordaba locura y sadismo.

[Se que la mayoría ha estado guardando su dinero para los mejores de nuestra subasta el día o noche de hoy, pero aquí tenemos una pieza muy codiciada por muchos debido a su particular habilidad]

Bajó el bastón provocando un ruido fuerte al impacto contra el suelo, y debajo de los pies del pelo verde se formó un círculo con diagramas muy complejos, pero la letra en el Medio se detallaba con claridad "L".

El círculo se quebró en Miles de fragmentos que se dispersaron en el aire antes de completarse, en ese preciso instante el lugar fue llenado por un estallido de sorpresa y gritos.

[Les presento a un pequeño llamado Izuku, con la particularidad mágica de "Romper Conjuros"] presentó al peliverde quien no levantaba su monótona mirada del suelo.

En solo cuestión de segundos los números no dejaron de aparecer, eran sumas que pasaban los 6 dígitos hasta llegar a los 9 y seguían subiendo.

[Parece que te desean mi pequeño Verde, probablemente seas nuestra mejor venta] con una sonrisa miró a Izuku y este solo mantenía su mirada fija al suelo.

El grito era...molesto. la euforia le era molesta y sus sentimientos, reflejados en sus ojos que se veían a través de sus máscaras le irritaba. Pero no sé quejaba, así eran después de todo.

Quizás, solo debía...

[10,000,000 de Torus]

Clara y firme, Izuku subió la mirada al ver un par de botas Marrón ponerse delante de él, con fiereza emanando, su vestido de falda corta de color negro y escote marrón oscuro se combinaba con el deprimente ambiente del lugar.

Mi esclavo verdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora