Acto III

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Himiko Toga normalmente tiende a cuestionar las acciones de Ochako, pero no a negarse cuando debe obedecer.

Desde que la conoce se ha dado cuenta de sus imperfecciones, y siempre encuentra la manera de fortalecer dichas imperfecciones para que no sea una debilidad o abertura en su ser.

Lógica e inteligente, si hay algo que amenace sus planes lo elimina, de cierta manera. Pero nunca la había visto dar todo por un... Esclavo.

Pensaría que hace eso para enfadar a su padre, no obstante llegar tan lejos le hace cuestionar el porqué de sus acciones, no tiene la menor idea.

[Simplemente es difícil pensar que pasa por su cabeza, ama, se va a meter en muchos problemas] toga volvía de hacer unos recados para su ama, entró por la puerta principal y allí se dió cuenta que los problemas apenas empezaban.

[Normalmente estoy al tanto de quienes trabajan en mi castillo, ahora, será mejor que me des una explicación de quién eres, o voy a matarte ahora]

Izuku, quien se encontraba cargando algunas cosas de Ochako, estaba en medio del salón donde varios cráteres se habían ido formando por los ataques del Rey. Izuku pudo evitarlos sin dejar caer nada.

Los demás caballeros estaban en guardia, apuntando sus lanzas a Izuku y uno que otro mayordomo estaban de espectador, preocupados.

(...mierda) pensó toga.

[¡Habla!] Exigió el rey, quien al parecer perdía la calma con el silencio del peliverde.

[¡mi señor!] Toga rápidamente se había arrodillado a un lado de Izuku [¡¡Él ha Sido contratado hace unos días, el acta de informe lo he dejado en su oficina el día de ayer luego de haber observado y supervisado sus habilidades, cumpliendo con éxito todo lo exigido!!] Gritó ella tratando de que el rey pudiera calmar un poco su ira.

[Ho...¿En serio?] Preguntó [pues respóndeme algo, ¿obedecer y hablar cuando se le ordena es algo "exitoso" en los requisitos?] Preguntó él.

[Y-yo no...] Toga no sabía defenderse ante esa pregunta.

[¿y cuál es el problema? Hasta el momento cualquier lame culo de tus mayordomos no dudaría en responder tus palabras, sin embargo, él es mío] la voz de Ochako se hizo presente en el lugar [y si alguno de ustedes sigue apuntando su arma a él le mato] varios círculos mágicos han aparecido detrás de Ochako, todos de diferentes tamaños. Curioso, habían unos 20 en total a la cantidad de guardias.

[¿quieres decir que has contratado a alguien sin mi consentimiento y desobedeciste mis reglas solo por uno de tus caprichos? me decepcionas hija] firmemente, el rey se acercaba a ellos [pero he de preguntarme desde cuándo te has vuelto tan desobediente, supongo que es tu venganza inmadura por tu compromiso con el Príncipe Katsuki]

[Eso y muchos más, ¿Pero quién las cuenta?] Dijo ella.

[...] El rey se mantuvo en silencio, aún a la distancia de dos metros de ellos [creo que no entiendes, porqué hago todo esto, hija mía]

Fue allí, en un instante Ochako vio como en un parpadeo su padre desaparecía y luego, un ruido de impacto en el lado derecho, el lado donde Izuku estaba.

Miró y vio como su padre tenía su pierna suspendida en el aire, siendo la mano de Izuku con su guante blanco empujándola levemente a su costado dejándola pasar sin que le tocará.

[...] Izuku solo miraba el suelo en silencio, y el rey a su cara.

[Que forma tan irrespetuosa de evitar el ataque de un Rey] otra patada rápida, muy rápida desde lo alto de su cabeza hasta el suelo con las intenciones de eliminarle fue evitada con gracia y facilidad.

Mi esclavo verdeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora