Hasta que me conoció - Ansiedad

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ERIC

En cuanto dejé a Nuria me fui directo a su casa, nada más entrar a la casa me quité las zapatillas y la camiseta para seguir durmiendo en la cama. En cuanto me tumbé boca abajo olí su perfume el cuál estaba en las sabanas, apareció en mi mente enseguida y después de un par de minutos me pasó, tuve que ir al baño y después de un rato volver a la cama y dormir hasta la una. En cuanto me levanté decidí pedir algo por Glovo ya que no sabía que tenía Nur en la cocina para comer.

☆☆☆☆☆☆


Cuando se hicieron las cinco le escribí a Martí para recogerlo en su casa y de allí ir a por Nuria al trabajo, me vestí enseguida con la camiseta morada de Fake Gods y unos vaqueros anchos junto a mis Air Force. Cogí las llaves de la casa y el coche para después cerrar la casa e ir hacia el coche. Conecté mi móvil al Bluetooth y puse mi playlist, después de unos diez minutos llegué a casa de Martí donde ya estaba él esperándome en la puerta, iba vestido con unos vaqueros anchos negros y una camiseta negra simple, en cuanto me vio vino hacia mi y abrió la puerta del coche.

—¡¿Qué pasa Eric?! —me saludó chocando los puños mientras cerraba la puerta.

—¡¿Qué pasa hermano?! —le saludé yo mientras arrancaba el coche.

—Pues na' tío. ¿Este no es tu coche verdad? —preguntó mientras lo miraba detalladamente.

—Que va, es el de Nuria. —respondí sin apartar la mirada de la carretera.

—Hostia es verdad Nuria. ¿Qué tal vas con ella eh? El Javi me a contado cosillas.

—¿Cómo que cómo voy con ella Martí? Solo somos amigos no te flipes hermano. —hablé apartando un segundo mi mirada para verle, el cuál estaba con el móvil.

—Pues tu hermano no me ha dicho lo mismo. —en ese momento sentí como me aparecían los nervios en el cuerpo— Sé que te gusta Eric, así que no hace falta que me des explicaciones.

—Joder Martí, es que estoy rallao' con ella. —me comencé a sincerar con él, ya que entre nosotros nos entendíamos siempre— Es que, a ver. Nos hemos liado un par de veces pero no sé si a ella le gusto tío. —justamente paré en un semáforo y pude mirar a Martí, el cuál había dejado el teléfono a un lado— Y no sé que hacer, le dije a Javi de decírselo pero me dijo que no.

—Es que no tienes por qué decírselo Eric, tiene que ir dándole como pistas o algo para saber que le gustas. —me dijo Spurs obvio.

—¿Pero qué clase de pistas? —pregunté con el ceño fruncido para después volver a arrancar el coche.

—Pues yo que sé tío, que te diga te quiero y cosas así.

—Pues lo veo difícil. ¿El chaval ese del que te hablé? —miré a Martí, me movió la cabeza en forma de si y volví a mirar a la carretera— Pues me dijo que ella nunca le había dicho a nadie te quiero.

—Pues ya lo sabes. Cuando te diga eso es por algo.

En cuanto Martí terminó de hablar saltó en la pantalla del coche una llamada entrante de Nur, que yo al verla le di a aceptar enseguida.

·Dime Nur. —hablé sin quitar la vista de enfrente.

·¿Has recogido ya a Martí? —escuché como iba andando rápido ya que la voz se le entrecortaba mientras andaba.

·¡Si Nuria, ya estoy con Eric! —soltó él haciendo que la morena se riera.

·Bueno, yo ahora voy a recoger mis cosas, ficho y salgo de aquí ya. —comentó rápido.

Hasta que me conoció // Eric RuizDonde viven las historias. Descúbrelo ahora