CAPÍTULO 4: SOMBRAS DE PREOCUPACIÓN

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Los días seguían transcurriendo, y mi vida se volvía cada vez más monótona y solitaria. La rutina se repetía, y la ausencia de Shiki marcaba un vacío en mi día a día.

Un día, decidí salir de mi habitación en busca de un poco de aire fresco. Al llegar al jardín, me encontré con Ruka y Rina, quienes estaban teniendo una animada conversación mientras disfrutaban de aperitivos. Su presencia me sorprendió gratamente.

Me acerqué a ellas y nos saludamos. Ruka, con su característica energía, me preguntó cómo estaba. Mi sorpresa era evidente, y Rina no dudó en bromear al respecto.

¿Cómo que qué hacemos aquí? ¿No vivimos en la misma casa? Jajaja - rió Rina.

Bueno, es que... simplemente me sorprende verlas aquí juntas - admití.

Ruka se levantó y, de manera amistosa, me agarró de los hombros y me hizo sentar en su silla.

Debes disfrutar, Mikan. No dejes que la tensión te domine. Tienes que estar bien para que Shiki vea que has podido sobrellevar su ausencia. - aconsejó Ruka.

Sus palabras me sorprendieron y reconfortaron al mismo tiempo. Ruka entendía la situación, comprendía la tristeza que nos embargaba por la partida de Shiki. Tenía razón: no podía permitir que la tristeza se apoderara de mí de manera prolongada solo porque Shiki se había ido. Si Ruka tenía la paciencia de esperar a Shiki, yo también podía hacerlo.

Rina, por su parte, irradiaba una alegría que contrastaba con su apatía de días anteriores. Me alegraba ver a Ruka involucrada, dispuesta a ayudarnos.

Enséñame a sonreír por mí misma hasta que Shiki regrese, Mikan. - dijo Ruka con una sonrisa.

¡Sí, yo puedo! - respondí, decidida a seguir su consejo.

En los días siguientes, experimenté una mezcla de emociones. Ruka hacía todo lo posible por mejorar la situación y mantener un ambiente agradable. Me esforzaba por seguir su ejemplo y enfrentar los días con una actitud positiva. Aunque cada día tenía sus altibajos, la presencia de Ruka y su apoyo contribuían a hacer más llevadera la espera por el regreso de Shiki. Ojalá pudiera mantenerme fuerte como ella.

A pesar de la apariencia serena y calmada que Ruka mostraba hacia los demás, en su interior, estaba en alerta constante por si algo sucedía. No quería que Gasae, ni ninguna otra persona, sospechara de sus verdaderas intenciones, incluso Ren estaba bajo su mirada de sospecha debido al perturbador flashback que tuvo.

Después del abundante desayuno, cada uno se dispersó para realizar sus actividades. Mikan salió con Rina para despejar la mente, cumpliendo con la promesa de sonreír más. Mei se dirigió a su ensayo de canto, y Ruka se quedó cuidando la casa. En ese momento, Ren hizo su entrada, provocando una mirada de alerta total de parte de Ruka.

Oye, Ruka, ¿sabes dónde se encuentra Gasae? - preguntó Ren.

Ni idea de dónde está. Puede que haya salido. - respondió Ruka, tratando de aparentar indiferencia.

Lleva bastantes días fuera, estoy algo preocupado. - expresó Ren con dudas.

¿Y por qué me lo preguntas a mí? Gasae es una mujer adulta, puede hacer lo que quiera. No me molestes. - se enfureció Ruka, tratando de ocultar su nerviosismo.

Solo estaba preguntando, nada más. - Ren se retiró de la habitación, pero la sospecha estaba en el aire.

¿Piensas que le hice algo? - preguntó Ruka, levantándose de su silla.

Puede ser. - respondió Ren en un tono serio.

¿Vosotros dos estáis planeando algo? - preguntó Ruka, con una mirada intensa.

JAMÁS VOLVERÉ A DESPERTARME 'ORIGINAL' 2020-2021Donde viven las historias. Descúbrelo ahora