JAMÁS VOLVERÉ A DESPERTARME 'ORIGINAL' 2020-2021

CAPÍTULO 10: REALIDAD DISTORSIONADA

El ambiente nocturno se envuelve en una atmósfera mágica, con la luna reflejándose en Shiki, creando una escena hermosa y especial. Este es el momento, la noche en que Mikan espera que su deseo se haga realidad.

Mikan: (bajando la mirada) "Shiki..."

Shiki: "¿Qué te ocurre, Mikan? ¿Estás bien?" - pregunta con dulzura.

Sin dudarlo, Mikan corre hacia él, levantando los brazos para abrazarlo con todo su ser. Salta y se aferra a Shiki, preparada para expresar sus sentimientos.

Mikan: "¡Shiki, me gustas mucho, te amo!" - cierra los ojos y eleva la voz, revelando sus emociones mientras se sonroja.

La confesión sale de su corazón, liberando la tensión acumulada. Para Mikan, lo importante es expresar sus sentimientos, independientemente de la respuesta de Shiki.

Shiki: "Mikan..." - murmura, tomando un momento.

En un giro inesperado, Shiki responde con palabras que Mikan no esperaba.

Shiki: "Te amo, Mikan." - la besa apasionadamente.

La sorpresa abruma a Mikan, y las lágrimas de felicidad brotan de sus ojos. Este sueño, tan realista y lleno de emociones, es un regalo que nunca imaginó. Ahora, abrazada a Shiki y sumergida en ese beso apasionado, Mikan simplemente disfruta del momento.

El viento de la noche acaricia suavemente sus rostros mientras Mikan y Shiki comparten ese momento mágico bajo la luz de la luna. Shiki sostiene a Mikan con ternura, sus labios aun vibrando por el beso compartido.

Mikan: (susurrando con asombro) "¿Es real, Shiki?"

Shiki: (sonriendo) "Muy real, Mikan. Siempre he sentido algo por ti, pero nunca supe cómo expresarlo."

Mikan se siente como si estuviera en un sueño encantado, pero esta vez, todo es tangible y palpable. Las estrellas brillan en el cielo, siendo testigos silenciosos de este momento tan esperado.

Mikan: "No puedo creer que esto esté sucediendo. ¿Qué pasó para que cambiara todo tan repentinamente?"

Shiki: "A veces, las cosas simplemente se alinean. Estar contigo se siente correcto."

Se miran profundamente a los ojos, compartiendo una conexión que va más allá de las palabras. La brisa nocturna juega con sus cabellos mientras continúan abrazados, dejando que el silencio hable por sí mismo.

Mikan: (sonrojada) "Pensé que este día nunca llegaría."

Shiki: "Y aquí estamos, Mikan. Juntos."

Mientras se abrazan bajo la luna, el tiempo parece detenerse. Mikan siente que está en un lugar donde los sueños se hacen realidad, donde la felicidad es tangible y el amor es palpable. Este momento, este beso, es la respuesta a su deseo más profundo. En ese abrazo, encuentran un hogar el uno en el otro.

Pero algo ominoso estaba a punto de suceder. Mikan, asustada, observa a Shiki y nota que su figura se vuelve tenue, como la de un fantasma.

Mikan: "Shiki, ¿por qué te estás volviendo transparente? Pareces un espectro..."

Shiki la mira con gratitud y comenta serenamente:

Shiki: "Ha llegado el momento, Mikan. Agradezco que me hayas acompañado, pero es hora de que regreses."

Mikan: "¿Regresar a dónde? ¡Deberías venir conmigo a casa con Rina, Ren, Mei, Gasae y Ruka! Estoy nerviosa."

Shiki, con ternura, le da un beso en la frente.

Shiki: "Despierta, Mikan."

Mientras Shiki pronuncia estas palabras, Mikan empieza a escuchar dos voces al mismo tiempo: la de Shiki y la de un psiquiatra. En su desesperación, Mikan grita:

Mikan: "¡Shiki, espera! ¡No te vayas!"

Shiki le sonríe y desaparece. Mikan, ahora en un estado de histeria, abre los ojos y regresa a la realidad, preguntándose angustiada dónde se encuentra.

Mikan parpadea repetidamente, tratando de entender lo que acaba de suceder. Las voces de Shiki y las de un hombre se entrelazan en su mente, creando una confusión aturdidora. La habitación en la que se encuentra ahora parece ser un lugar desconocido y estéril.

Mikan: (nerviosa) "¿Dónde estoy? Shiki, ¿dónde estás?"

Mikan mira a su alrededor, pero la habitación está vacía. Las paredes blancas parecen cerrarse sobre ella, generando una sensación claustrofóbica. Poco a poco, la realidad comienza a tomar forma, y Mikan se da cuenta de que está en una institución psiquiátrica.

Psiquiatra: (con calma) "Mikan, ¿cómo te sientes?"

Mikan: "¿Institución? ¿Shiki? ¿Fue todo un sueño?"

El psiquiatra asiente con comprensión mientras Mikan intenta procesar la transición abrupta entre su mundo de ensueño y la fría realidad.

Psiquiatra: "Mikan, lo que experimentaste fue una especie de episodio dissociativo. Estamos aquí para ayudarte a entender y superar lo que estás sintiendo."

Mikan, todavía aturdida y confundida, trata de recordar cada detalle del sueño que parecía tan real. Las lágrimas comienzan a emerger de sus ojos mientras intenta lidiar con la pérdida de ese momento perfecto junto a Shiki.

Mikan: (entre sollozos) "No quiero estar aquí. Quiero volver a ese momento con Shiki."

El psiquiatra la tranquiliza y le explica que están ahí para ayudarla a comprender y superar lo que está experimentando. Mientras Mikan lucha con la realidad y la fantasía, comienza su proceso de sanación en un lugar donde la línea entre los sueños y la vigilia es difusa.

Mikan, sumida en una profunda depresión, finalmente se atreve a contar la verdadera historia de los eventos que sucedieron en aquella casa. Con la ayuda del psiquiatra y un extenso proceso de recuperación, se encuentran pruebas que demuestran la inocencia de Mikan. Dos años después, en el juicio correspondiente, la declaran no culpable.

A pesar de ser liberada de la carga legal, Mikan muestra una mirada vacía y sin vida. Agradece fríamente a todos aquellos que contribuyeron a su absolución y, sin emitir una palabra más, se retira. El peso de los acontecimientos ha dejado cicatrices imborrables en su ser, llevándola a una vida de soledad y desconfianza.

Mikan, sin ninguna expresión en su rostro, se dirige hacia la carretera. El semáforo cambia a verde, y los autos comienzan a moverse. Mikan, sin mostrar emoción alguna, cruza la calle y desaparece en la distancia, dejando atrás los oscuros recuerdos de una noche trágica. El final de esta historia marcada por la locura y la tragedia.