Los días avanzaban como sombras alargadas, y la atmósfera en la casa se volvía más densa con cada paso del reloj.
La nueva Ruka mantenía su semblante perturbador, y Rina mostraba una energía apagada, como si la luz que antes la caracterizaba se hubiera desvanecido por completo. Mei, por su parte, se movía entre la nerviosidad y la inquietud. Ren y Gasae compartían secretos susurrados, como sombras conspiradoras en la oscuridad de la sala.
Mis ánimos seguían desgastados por lo sucedido en la cafetería con Ren. Me sentía sola, y cada día que pasaba sin noticias de Shiki me pesaba más. Durante que aquel día que Ren me había abandonado, mientras caminaba sola hacia la casa, me topé con algo que me dejó completamente asombrada: un cartel de Shiki. Fue como si una luz fugaz iluminara la penumbra que envolvía mi corazón, pero mi mente no estaba completamente clara. Me rocé con el cartel de Shiki y lo guardé apresuradamente, como si tuviera miedo de que alguien lo viera.
En mi trayecto de vuelta a casa, la noche se cernía sobre mí, y la niebla abrazaba los alrededores. La sensación de haber visto a Shiki se mezclaba con la confusión y el miedo. Mientras caminaba, me encontré con Gasae, quien se despedía de aquel hombre misterioso. Al acercarse, notó mi estado, mis ojos hinchados y la tristeza plasmada en mi rostro. Con una sonrisa inquietante, me susurró: "Mikan, no te preocupes. Las sorpresas llegarán en los días del mañana". No entendí del todo sus palabras, pero le agradecí con una leve sonrisa forzada. Juntas, regresamos a la casa, sumergiéndonos en la oscuridad que envolvía cada rincón.
Al finalizar el desayuno cada uno fue a sus perspectivos trabajos. Mientras todos se fueron, Mei preocupada y con miedo va a la habitación de Ruka y le llama:
Ruka tienes un momento, tengo que decirte algo.
Entra. - responde Ruka.
Mei entra a la habitación de Ruka y observa que antes un remanso de serenidad ahora era un caos. El estrés acumulado se manifestaba en el estado desordenado del lugar. Libros tirados en el suelo, papeles arrugados y un par de marcas en la pared revelaban la tensión que Ruka había estado experimentando.
Mei, visiblemente preocupada, entró con cautela. Ruka, sentado en una silla, sostenía una taza de café con ambas manos, sus gafas en la punta de la nariz mientras leía un libro que parecía haber sobrevivido al caos circundante. Al ver a Mei, Ruka levantó la mirada por encima de las gafas, esperando una explicación.
"Escucha, Ruka, esto es serio. Por favor, prométeme que no dirás que fui yo quien te lo contó", suplicó Mei, con un dejo de temor en su voz. La atmósfera se volvía densa, como si el aire mismo estuviera impregnado de la gravedad de las palabras que estaba a punto de revelar.
"Gasae, contrató a un hombre misterioso de entre 30 y 40 años para poner fin a la vida de Shiki. El asesino se camuflaba como un representante de una empresa de modelaje." Mei continuó desentrañando la trama tejida por una organización con un historial manchado por crímenes.
'Su objetivo, aparentemente loable, es terminar con Shiki de manera trágica'.
El rostro de Ruka se tornó un cuadro de pánico mientras asimilaba la revelación. "¿Qué estás diciendo, Mei? ¿Me estás tomando el pelo?", balbuceó Ruka, con sus ojos reflejando el miedo que la embargaba.
"Es por eso que Shiki no ha respondido a mis mensajes. Han pasado 17-18 días desde que se fue'.
El tiempo pareció detenerse para Ruka. El rompecabezas de su vida se desmoronaba ante ella, y la desesperación la envolvía. "No puede ser. Voy a matar a esa z**** de Gasae", exclamó Ruka, su voz temblorosa.
Mei se apresuró a detenerla, colocando una mano firme sobre el brazo de Ruka. "No tan rápido. Dejame acabar lo que te tengo que contar, si actúas impulsivamente, pondrás en peligro a Shiki y a ti misma", aconsejó Mei, su mirada transmitiendo la gravedad de la situación.
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JAMÁS VOLVERÉ A DESPERTARME 'ORIGINAL' 2020-2021
DiversosUna pequeña historia donde la protagoniza Mikan, en el que veremos cómo intentará confesarse a su amor platónico, Shiki.