seventeen !

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Jeongin alzó una ceja, antes de echarse a reír fuertemente.

- ¿Qué información podrías traerme tú que me interese? Lo que voy a hacer es prohibir el paso para ti a mi empresa desde ya.

- Haz lo que quieras, pero después de esto me vas a agradecer eternamente - sonrió, sentándose al lado del rubio.

- ¿Yo? ¿Agradecerte a ti? Por favor - se levantó del sofá, caminando al escritorio, dispuesto a llamar a seguridad para que sacaran a la mujer.

- ¿No? ¿Ni siquiera porque se trata de tu apreciado Hyunjin? - Yuna rio al ver como el contrario se tensaba.

Jeongin dejó el teléfono en su lugar, volteando a mirar de nuevo a la mujer.

- ¿Qué estás diciendo? Saca de nuestros malditos problemas a Hyunjin.

- Oh no, Jeongin, el único que estará en problemas va a ser tu noviecito - dijo con asco - Mira, para que veas que estoy en lo cierto, te daré algo.

La mujer sacó un sobre de su bolso, entregándolo a Jeongin, quien muy desconfiado se lo arrebató.

- ¿Crees que la mierda de aquí la voy a creer cuando me la entregaste tú? - se burló, comenzando a abrir el amarillo sobre.

- Amor, por algo te traje pruebas, yo ya lo sabía, pero si venía a decírtelo no me ibas a creer, así que espere a tener algo que te convenciera que lo que estás a punto de ver es real - se encogió de hombros, cruzando una de sus piernas.

Jeongin abrió el paquete, mirando que había un par de fotos dentro, las tomó para comenzar a verlas, reconoció a Hyunjin en las fotos y sintió una fuerte presión en su pecho.

Eran fotos de Hyunjin y una chica. Su corazón se negaba a lo que estaba viendo.

Hyunjin dejando que la chica lo tomara del brazo.

Hyunjin y ella sentados juntos, hablando muy alegremente.

Hyunjin recibiendo una caricia en su mejilla.

Y la que lo destruyó por completo: Hyunjin besando a la chica.

Estaba temblando y quería llorar, pero no lo demostraría frente a Yuna.

- ¿Quieres que crea esto? - habló enojado, agarrando a la mujer del brazo para levantarla de su sofá.

- Estarías tan idiota para no creerlo si tienes las pruebas en tus ojos - sonrió - Eres fan fácil de engañar, Jeongin. Recuerda que todos estos años pensaste que me tenías enamorada, y no fue así.

- ¡Cállate, maldita sea!

- ¿Qué te hace pensar que Hyunjin no te está haciendo lo mismo? Tal vez para él solo fuiste un capricho, claro, al verte casado y feliz, no dudo en meterse un objetivo para aumentar su ego y luego deshacerse de ti.

Cada palabra la sentía en su corazón, no quería creer lo que le decía, él confiaba mucho en Hyunjin, pero esas fotos, esas fotos lo hacían sentirse tan herido.

- No, no, no, todo esto seguro tú lo planeaste, no quieres verme feliz - sus palabras salían con desprecio, y sin darse cuenta, unas pequeñas lágrimas ya se encontraban deslizándose por sus mejillas, lágrimas de enojo.

- Vamos, seamos realistas, ¿qué ganaría yo con hacer todo este show? Ya me dejaste casi en la pobreza y evidentemente me desprecias, solo acepta que tu chico no te quiere tanto como dice - sonrió un poco, recogiendo la bolsa del sofá - Solo es otro adolescente rico que cree que todo el mundo está a sus pies y que puede usar a la gente a su antojo.

- Sal de mi oficina.

- Ya me iba, y de nada por traerte pruebas para que no te sigan viendo la cara de idiota, de nuevo - rio un poco, caminando hasta la puerta.

- ¡Sal de mi puta oficina, imbécil!

La mujer suspiró satisfecha, salió del lugar con una gran sonrisa. Jeongin también salió a los minutos, caminando hasta la recepción.

- Jefe Yang, ¿sucede algo? - cuestionó un hombre de seguridad al ver cómo se dirigía a ellos.

- ¡No quiero que dejen pasar a esa mujer de nuevo!

- ¿Habla de su ex esposa?

- ¡Sí, maldita sea! ¡Sí la vuelvo a ver caminando por mi empresa todos ustedes serán despedidos! - los hombres asintieron un poco asustados, nunca habían visto a su jefe tan enojado.

Jeongin volvió a su piso para encerrarse en su oficina, finalmente dejó sus lágrimas salir, lloró fuerte, importándole poco que las personas cerca lo escucharan.

Agarro las fotografías y las tiró a algún lado del lugar, al igual que empezó a tirar cosas al azar por la gran traición que sentía en su débil corazón.

- ¿J-Jefe Yang? ¿Todo se encuentra bien adentro? - se escuchó la temerosa voz de su secretaria del otro lado de la puerta.

Jeongin no contestó, sus lágrimas y respiración agitada no lo dejaban formar una oración sin hipar o tartamudear.

- Si no me contesta entraré, me preocupa.

- V-Vete a tu lugar de trabajo. -por fin contestó, la chica supo que algo estaba mal, pero obedeció la orden, caminando preocupada a su escritorio.

Jeongin se ordenó a él mismo dejar de llorar, así que comenzó a inhalar y exhalar lentamente, tenía que calmarse y pensar bien las cosas.

Necesitaba hablarlo con Hyunjin, pero no ahora, lo haría cuando estuviera mejor.

Volteó hacia su derecha, su vista cayendo en aquella foto donde otros labios eran besados por Hyunjin.

Las lágrimas volvieron a caer, solo que ahora sufrió en silencio, el enojo había pasado, pero la tristeza de un corazón roto había llegado.

hyun + in = <3

Hyunjin miró la hora, su última clase se terminaba a las cuatro de la tarde y aún faltaba una hora, suspiró cansado.

Desbloqueó su celular para poder mandarle un mensaje a Jeongin, todo lo que tuviera que ver con el rubio lo hacía sonreír de manera estúpida.

Desbloqueó su celular para poder mandarle un mensaje a Jeongin, todo lo que tuviera que ver con el rubio lo hacía sonreír de manera estúpida

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Hyunjin frunció el ceño, era la primera vez que el mayor se comportaba así, y entonces comenzó a sobrepensar.

Algo malo había sucedido y no le quería contar o no podía estar mucho en el celular por lo ocupado que estaba y por eso su actitud.

- Seguramente es la segunda, no tendría porque ocultarme algo - se convenció a sí mismo.

Las últimas horas empezaron, Hyunjin dejó caer su rostro al pupitre, ya estaba harto de la universidad, quería graduarse ya.

Sintió una mirada a su izquierda y volteó, encontrándose con Yuqi observándolo con una mirada de ¿perdón?

Esta chica estaba loca, no la perdonaría por besarlo a la fuerza.

- Buenos días, jóvenes - la gruesa voz de su profesor se escuchó por todo el salón, se enderezó en su asiento, apoyando su mentón en su mano.

Su tarde sería tan aburrida sin su bello rubio.

¡ 현인 !

<3!! 5/5

mom's friend › hyuninDonde viven las historias. Descúbrelo ahora