🎭 Capítulo 13

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El pequeño supermercado en el que Kara se detuvo era uno de alta calidad que a su madre le gustaba. Armada con la lista que su madre le envió, ella estacionó el coche y tomó su bolso antes de salir del vehículo.

"No estabas bromeando". Una voz sombría rió, y ella saltó. Lena estaba apoyada al lado de su coche.

"¿Cómo diablos tú,...sabes qué? Olvídalo".

Lena rió. Todavía llevaba un traje negro y su corbata roja. Parecía tan intimidante y fuera de lugar en el estacionamiento de la tienda. No podía dejar de recordar cómo puso esa corbata roja para atarle las muñecas mientras ella la torturaba con placer en su cama. Sus muslos se cerraron y su centro pulsó a la vida con el recuerdo. Kara nunca más miraría a las corbatas rojas de la misma manera.

"Ni siquiera tengo que leer tus pensamientos". Lena murmuró suavemente mientras acariciaba la mano sobre la corbata y luego lanzó una mirada perversa. "Voy a usarla de nuevo. La próxima vez, te voy a follar tanto que vas a estar ronca de gritar".

Kara parpadeó, incapaz de hablar por unos segundos, y entonces ella sacudió el encantamiento erótico que sus palabras tenían sobre ella.

"Tienes que dejar de decir cosas así... al menos en público".

"Anotado". Lena miró alrededor. "Te diré todo lo que haré cuando estés sola".

Se miraron una a la otra, la electricidad ascendiendo entre ellas hasta que una alarma de coche hizo saltar a Kara y el foco de Lena se rompió. Una mujer cercana había disparado la alarma por accidente y estaba frenéticamente tratando de que se detuviera.

Lena revolvió los ojos culpando a la idiota de Haylee y, con un chasquido de dedos, la alarma se apagó.

"Así que vamos de compras. Tengo curiosidad por ver cómo hacen las compras los mortales. Normalmente no veo humanos haciendo muchas cosas a menos que implique lujuria, dinero o poder". Lena asintió a la mujer que pasaba por ellas empujando un carrito lleno de comida. Ella las miró, frunciendo el ceño.

"Tal vez deberías dejar de decir toda la cosa de mortales. Si la gente piensa que estás loca, pueden llamar a la policía".

Lena le puso una sonrisa devastadora.

"Oh, no me tientes, girasol. Tengo trajes, y esposas en la lista para el próximo viernes por la noche".

Un rubor ardiente quemó la cara de Kara, y ella agarró el brazo de Lena, arrastrándola a la tienda.

"Vamos a entrar, agarrar las cosas y salir".

"¿Por qué tienes tanta prisa?" Lena exigió, pero sus labios se contrajeron.

"Tengo que ir a una cosa esta tarde, así que cuanto antes puedas satisfacer tu necesidad de interpretar a los mortales, antes te irás y podré volver a mi vida".

"oye, espera, no puedes simplemente dar de hombros. Sí, a medianoche del viernes tienes que hacer lo que yo quiera, pero el resto de la semana no hay nada que me impida unirme a ti cuando haces lo que sea que hagas".

Entraron en la tienda y la música clásica llenó el aire. El suave aroma floral de las flores recién cortadas hizo a Kara relajarse. Le encantaba comprar aquí, aunque fuera más caro.

"¿Realmente planeas acompañarme mientras voy de compras? ¿No tienes gente para mutilar, torturar y traer al lado oscuro?"

Lena empujó la manga del traje y revisó su costoso reloj de pulsera Cartier. Tenía un cuarzo rojo. Ninguna sorpresa allí, ella pensó. La mujer amaba el negro y el rojo.

"Tengo tiempo entre las sesiones de mutilación y tortura".

"Oh que suerte tengo". Kara no podía dejar de poner una capa de sarcasmo en la respuesta.

El Diablo (Supercorp) Lena G!PDonde viven las historias. Descúbrelo ahora