03. Shorter

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Aun recuerdo a la perfección la forma en la que eiji me contuvo aquellas noches y ahora en mis noches más difíciles, aquellas pesadillas incontrolables no había nadie quien me contenga en brazos de la misma forma que el, ni que me haga saber las cosas de la misma forma que el, tampoco tenía a shorter, yo lo mate y no podía hacer nada para cambiarlo, no podía hacer nada para volverlo a tener a mi lado. No pensaba atar a eiji a sufrir una muerte similar, pero eiji me hacía tanta falta y tenía tanto miedo de que lo maten por mi culpa aún sabiendo que la gente de dino no llega a Japón, tal vez encontraban la forma de joderme aún estando muerto, no quería desprotegerlo no quería que muera por mi culpa, pero tampoco quería que odie su vida por estar atado a cuidarme, o que me odie a mi por arruinar su inocente vida esto que tuve yo que nisiquiera se si se podría llamar vida, con el sueño americano.

★★★

Muy en el fondo me estaba diciendo que Ash se había muerto pero investigar tanto sobre este juicio y el testigo al que cubrieron todo indicaba a que este vivo y esto no era como cuando murió shorter, además aquella llamada extraña que tuvo sing cuando estuvo en mi casa

Decidí comunicarme con ibe y dar mi participación como testigo y de esta forma poder llegar al fin de esto, poder saber si Ash seguía con vida, saber porque no fue capaz de venir a Japón conmigo saber porque derrepente tenía que pasar esto. 

Ash está vivo yo lo sé, y si no lo está como tanto me lo dicen entonces están juntos solo me hubiera gustado tenerlos más tiempo a mi lado

—¿mañana presentarás el mural?— me preguntó mi hermana mientras entraba a mi habitación —si, con el dinero que recolecte del mural me iré a Estados Unidos otra vez— dije con tranquilidad mientras veía mi celular en espera a la respuesta de ibe —no creo que papá y mamá te dejen— dijo mi hermana con tranquilidad —ya sabes volver allí sería muy riesgoso— continuo diciendo ella al no recibir una respuesta —tranquila, iré como testigo de un juicio, el juicio para ash y shorter— dije con tranquilidad, mi hermana me miró sorprendida —¿Ash es el chico lindo del mural?— pregunto mi hermana —si, y este es shorter— dije mientras le mostraba una fotografía —el también era lindo, pero Ash parecía un modelo— dijo mi hermana con tranquilidad —lamento la muerte de tus amigos— dijo mi hermana —ash sigue con vida, el es el testigo protegido, alguien que no lo conozca no lo sabría pero yo estuve a su lado en cada cosa que esta diciendo y yo aún soy testigo y Ash se supone que está muerto ¿Entonces el quien es?— dije serio pensé que talvez mi hermana me creería —eiji ya pasó un año es hora de que lo superes, podría ser algún otro integrante de su pandilla o alguien a quien max le contó todo, tal vez sing el se fue para estar justo el día del juicio— dijo mi hermana —esto es distinto, creeme, volveré a Japón con Ash como habíamos dicho en un principio— dije con seriedad —eiji, sing me contó tu reacción con la muerte de shorter, esto no tiene que ser diferente puede que te tome más tiempo pero por algo no llego a japon— dijo mi hermana mientras se dirigía a la puerta para salir de la habitación —yo se lo que te estoy diciendo y te lo demostraré de alguna forma— dije mientras la miraba fijamente con algo de decepción —algun día lo harás eiji, pero mientras no sea más que una superstición trata de aceptar que murio— dijo mi hermana con preocupacion en su voz —ash no puede morir— dije decidido —el también era un humano eiji— me respondió mi hermana para salir de la habitación no sabía cómo sentirme solo estaba devastado.

★★★

Las pesadillas eran peores no podía parar de ver a shorter y a eiji odiandome en ellas, aproveche una noche que blanca estaba trabajando y max estaba durmiendo y le quite su celular debía almenos saber que eiji no me odiaba, sobre shorter no tendría nada que hacer pero almenos debía saber que eiji no me odia por nunca llegar a su vida.

—hola max ¿Ya pensaste en mi propuesta?— pregunto energético eiji mire la hora allí era temprano, era de día —aca son las 2:03 de la mañana— dije con tranquilidad —dime una cosa eiji ¿Tu me odias?— dije algo asustado por la respuesta —espera un segundo— escuché decir luego de un largo silencio pude escuchar algunos murmullos y ruidos en japonés de fondo pero en cuanto se escuchó una puerta y el silencio supe que el quería hablar tranquilo —¿Estás vivo?— pregunto eiji asombrado —¿Me odias?— no respondí su pregunta —ash, yo jamas podría odiarte— escuché decir a eiji con una voz tan delicada  —jamás podré temerte ni odiarte— dijo eiji con su voz casi quebradiza, no sabía que decirle no sabía que sentir, solo pude llorar y colgué el teléfono, se lo devolví a max en cuanto pude calmar mis lágrimas, hace tiempo no lloraba.

Banana Fish El Caso Final Donde viven las historias. Descúbrelo ahora