T R E S

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Soobin

Las palpitaciones en mi cabeza no desaparecerían, por mucho que la frotase. Las píldoras para el dolor no ayudarían porque los shifters quemábamos la medicación demasiado rápido. Simplemente tenía que sufrir lo que podría ser el peor dolor de cabeza que había tenido y lo tenía desde hace unos días.

Entre las constantes migrañas y los vómitos, ya que mi estómago estaba hecho un nudo, me sentía como un animal muerto en la carretera. Había perdido más peso de lo que realmente podía permitirme perder porque no parecía que me quedara nada. Cada vez que lo intentaba, mi estómago se anudaba y se rebelaba.

Hueningkai no había vuelto a mí todavía, pero la falta de información de que hubiera encontrado a los adolescentes desaparecidos hacia el palpitar en mi cabeza aún peor. No había nada, ni rastro, ni migas de pan que seguir, ni siquiera una bocanada de que algo estuviera mal, excepto que los niños estaban desaparecidos.

Según todos los informes, cada uno de ellos eran buenos niños. No tenían problemas en la escuela, eran muy querido por sus compañeros, tenían buenas calificaciones las obras y buenos trabajos. Habían sido todo lo que un padre podía soñar, hasta que desaparecieron.

La policía no parecía estar buscando a fondo. Su actitud de caballerosidad sobre los siete adolescentes desaparecidos me hacía ver rojo cada maldita vez que hablaba con ellos. Era casi como si no les importara. Sabía que todavía había odio y miedo hacia los shifters, pero un niño desaparecido seguía siendo un niño desaparecido. Algo había que hacer.

El consejo no era mucho mejor. Mi única llamada telefónica a ellos había terminado conmigo colgando antes de soltar los pensamientos que rabiaban en mi cerebro. Entrar en su lista de mierda mi primer mes como concejal no era cómo quería empezar.

Cuanto más tiempo pasaba estudiando los archivos, más me sorprendía lo poco que el concejal Sungjae realmente hacía. Era casi como si su objetivo principal hubiera sido robar tanto dinero como pudiera en vez de cuidar de la especie de los shifters pantera. Cuanto más cavaba, más desilusionado estaba con cualquiera que tuviera algo que ver con el consejo.

Suspiré profundamente cuando alguien llamó a la puerta de mi oficina.

─Adelante. ─Sonreí cuando la puerta se abrió y Beomgyu y Taehyun entraron en la habitación—. Ey, ¿cómo fue la luna de miel?

Beomgyu sonrió.

─No ha sido lo suficientemente larga.

Taehyun gruñó, pero sus ojos se iluminaron cuando aterrizaron en Beomgyu.

No suspiré de envidia.

De Verdad.

Beomgyu sonrió.

延俊, 冷恋人² [ YeonBin ] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora