Quien diría que al ser admitido a una institución gracias a un examen cambiaria rotundamente tu vida, escuela nueva, entorno nuevo, nuevos amigos y... un sentimiento nuevo. Y es que nadie esperaba que el chico fúrico de ojos carmesí se enamorará de...
Ya estamos a mitad de semana, el proyecto esta a muy pocos días de terminar. Me sentía un poco nerviosa el día de hoy por lo que pasó el día anterior, ninguno de los dos estábamos enojados ya, pero después de lo que pasó ayer no volví a hablar con el lo que restó del día.
Caminaba con algo de torpeza hacía el salón por los nervios que sentía, las manos le sudaban, su corazón latía rápidamente y sus pasos eran pequeños. Pensaba en que era lo primero que le diría a Bakugo al verlo ¿Se disculparía? ¿Hará cómo si nada hubiera pasado? ¿El seguirá molesto? Al estar tan absorta en sus pensamientos tropezó con alguien al entrar al salón provocando que casi ambos caigan.
Hikari: Ah... Lo siento, no vi por donde iba.
Shoto: No te preocupes, estoy bien. Te lastimaste?
Hikari: Oh, Shoto. Si, estoy bien gracias.
Shoto: Qué ocurre? Te ves nerviosa.
Hikari: Qué? Nerviosa? Claro que no. Por qué lo dices?
Shoto: Por tu nariz, la arrugas cada vez que pasa algo malo, te preocupa algo y tienes una duda.
Hikari: Me conoces bien.
Shoto: Si pero dime qué pasa.
Hikari: Tu ganas. Es lo que pasó ayer, no sé que le diré a Bakugo cuando llegue o cuando tengamos que hacer la actividad de hoy. Me preocupa que siga molesto.
Shoto: Pues, actúa con normalidad. No creo que siga molesto.
Hikari: Qué te lo asegura?
Shoto: Ayer durante la última hora de clase se veía serio lo normal -Llevo una mano a su barbilla analizando cada cosa que decía- si seguiría molesto posiblemente tendría mucha menos pasiencia de la que tiene y seguramente te vería con su típica mirada fulminante.
Hikari: Cómo es qué conoces tan bien a las personas?- Shoto solo se encogió en hombros restándole importancia- Bueno, confiaré en tus palabras.
Instantes después de que entró Bakugo con su típico rostro gruñón al salón el profesor llegó, todos fueron a sus respectivos lugares guardando silencio y dando inicio a la clase.
En ocasiones Hikari daba una vista rápida a Bakugo para analizar si estaba aún molesto o no, y como si Shoto fuera adivino, era cierto, se veía igual de serio que siempre, su mirada era normal y no fulminaba con la mirada a la azabache. Esto tranquilizó más a Hikari pudiendo prestar más atención a clase, después se las arreglaría para pensar en que decir cuando tengan que hablar.
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Las clases transcurrieron con normalidad hasta que resonó el timbre, dando inicio al tan ansiado descanso.
Y como si el profesor se quedará sin ideas de actividades para el proyecto (de nuevo) tuvimos que almorzar juntos. ¿Sería incómodo? Tal vez ¿Tengo pensado en qué decir? Definitivamente no ¿Tengo miedo? Efectivamente.
