Canción 5

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Jungkook

“Intro: The Most Beautiful Moment In Life”

“¿Qué estoy haciendo con mi vida?
Este momento nunca volverá
Me pregunto nuevamente, ¿estoy contento ahora mismo?”

El día no comenzó de la mejor manera.

Mamá me recordó mi cita con Taeyon, será el próximo sábado. <<Tienes tiempo para mentalizarte de que esto es lo que realmente deseas>>.

Papá escuchaba y asentía en silencio. Totalmente de acuerdo con lo que ella decía.

¿Por qué? Siempre me he preguntado qué le sucedió a su voz. Quién la consumió o la hizo desaparecer.

Más tarde, en la escuela, el entrenador me habló sobre como el fútbol es un deporte excelente y que me daría la estabilidad económica suficiente para desprenderme del yugo opresor de mis padres.

Y luego, me encontré con la consejera estudiantil. Había recibido quejas sobre mí en el semestre anterior. <<Quiero saber si estás bien, ¿continúan los problemas en casa? ¿tu mamá sigue presionándote?>>.
Evité responderle.

Simplemente le dije que no tenía tiempo y marché hacia mi primera clase del día.

Lo que sucede cuando le cuentas tus problemas a alguien es que pasarán de ser tus problemas a ser de ambos. Esa persona querrá ser parte de ellos, darles una solución. Y en ocasiones terminan cavando un hoyo tan profundo que luego no puedes salir de él.

Eso es lo que sucedió con la consejera Jung.

—Jungkook —un brazo musculoso me rodea el cuello y alborota mi cabello.

Empujo a Taehyung lejos de mí. Lo máximo posible. Es mi compañero fiel desde el jardín de infantes. Mejor amigo. Hermano. Pero es una completa molestia.

—¿Por qué no atendías el teléfono?

—Estaba reunido con el entrenador y luego la consejera Jung. ¿Y tú? ¿Ya visitaste al director Song?

—Sí y recibí una charla completa sobre el comportamiento ejemplar y las consecuencias de infringir las normas.

—No creo que olvide que hayas destruido la estatua con su imagen ni en esta ni en mil vidas.

Se ríe, seguramente recordando el incidente.

Tae posee una apariencia encantadora. Es un hombre hermoso, objetivamente hablando. La clase de persona que te obliga a mirar dos veces o tres porque atrae, la vista de él es casi etérea.

Sin embargo, su personalidad es un misterio aún más encantador y atrayente. A veces siento que viven dos personas dentro de él. Está el chico tranquilo, amante del jazz, de los animales y el tiempo a solas y luego el intranquilo que hace locuras solo porque sí.

—Entonces ¿finalmente irás esta noche a la reunión con los chicos? —inquiere.

Asiento en silencio mientras lo escucho hablar sobre lo que haremos.

Recorremos todo el camino desde el pasillo en el que nos encontramos hasta los casilleros y luego nos dirigimos al salón de clases.

Sin embargo, no nos permiten avanzar mucho porque comienzan los susurros.

Todos a nuestro alrededor parecen adquirir conciencia de algo que nosotros no.

—¿Qué sucede? —cuestiona Tae en un susurro cómplice.

—No tengo idea —respondo.

Pero la incertidumbre no dura mucho tiempo, alguien comienza a caminar en nuestra dirección.

Su rostro oculto por una capucha y solo puedo pensar en que se tropezará y caerá si no observa a su alrededor.

Los estudiantes se congregan en pequeños grupos a nuestro alrededor observando al chico nuevo.

Como predije, se tropieza con alguien más y todas sus cosas caen al suelo en un desastre épico.

Un papel vuela hasta mis pies y permanece allí mientras él se arrodilla y recoge sus cosas.

No hace contacto visual con nadie, parece imperturbable ante el exceso de atención, pero hay un temblor en su mano que no puede disimular.

Cuando se detiene frente a mí me agacho a su altura y tomo el papel en su lugar. Se lo ofrezco y me permito ver que se oculta debajo de esa capucha.

Puedo decir que la visión de él me roba el aliento.

¿Cómo puede ser alguien tan hermoso?

Logro ver algunos mechones rubios y unos ojos color ámbar que poseen un brillo único. Su rostro es pequeño, dándole la apariencia de un muñeco, con pómulos marcados y mandíbula definida. Su nariz es recta y sus labios gruesos, con un arco nítido de Cupido y una sonrisa permanente plasmada en ellos.

Su físico sin dudas es envidiable pero no es eso lo que detiene mi corazón por unos segundos.

Él me recuerda algo, un recuerdo que lleva una década enterrado. Es una reminiscencia que tardé años en guardar en un viejo baúl que pretendía no volver a abrir.

¿Por qué traes eso de vuelta?, pregunto a cualquier deidad que desee escucharme.

Ignoro el dolor ciego en mi pecho y me dirijo a él, si esto es una señal la ignoraré.

No puede aparecer. No ahora. No después de todos estos años. No después de haber aceptado una vida sin él.

—¿Estás bien? —inquiero.

Siento mis mejillas sonrojarse bajo la mirada que me ofrece. Amo la atención como la que él me está dando. Y me hace desear más. Mucho más.

Lost Boy (KOOKMIN)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora